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Entrevista central, martes 20 de diciembre: Diego Lugano

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EC —Un capítulo importante este año y parte de los reclamos que están llevando adelante los jugadores está vinculado a la oferta de Nike que llegó en el mes de agosto para vincularse a la camiseta de la selección. Eso hizo que la empresa Tenfield tuviera que igualar esa cifra importante para mantener los derechos, ya que la empresa Puma está vistiendo a la selección. En su momento se dijo que esta oferta de Nike vino de la mano de los jugadores. ¿Fue así?

DL —No, lo que pasó es que nosotros siempre les dijimos a los dirigentes que la camiseta y el producto celeste estaban muy devaluados, valían mucho más que eso. Por muchos años, obviamente por estar los contratos ya firmados, no había posibilidad de demostrarlo. Ahora, al vencerse el contrato, por suerte llegó una oferta que demuestra lo que siempre planteamos en la selección, que el producto celeste vale mucho más de lo que nosotros pensábamos.

EC —En su momento se llegó a indicar que tú mismo y Godín habían sido los responsables de acercar esa oferta.

DL —No, […] una empresa española de marketing, de las tantas con las que tenemos contacto. Si no estoy equivocado, esa empresa le ha hecho un contrato millonario a Cavani por la misma marca Nike. Eso es lo que podemos aportar al fútbol; cada uno en su país, en su universo, tiene contacto con las principales empresas del mundo, queremos que miren hacia Uruguay. Quedó demostrado con esa oferta de Nike, que puede ser apenas la primera si en Uruguay se comienzan a hacer las cosas bien, se abre el mercado y se juega de una manera transparente, limpia, normal, como en cualquier parte del mundo, donde el que llega y pone más dinero se queda con el producto. Debería ser tan simple que parece un poco tonto decirlo, pero es a lo que aspiramos.

WA —¿Qué te generó que la empresa Tenfield terminara pagando cinco veces más el producto que hasta este mismo año tenía por mucho menos? ¿Qué lectura hacés de eso?

DL —Justamente, que la […] celeste valía más de lo que todos en Uruguay creíamos.

EC —¿Para ustedes fue satisfactorio el contrato nuevo, esta solución?

DL —Sí, lo que queremos es que entre más dinero a la AUF, y también lo que se exigió a la AUF –ahí no nos pusimos de acuerdo–, que empezara a arreglar los contratos directamente con las empresas, sin intermediarios, para que el producto cada vez valga más y ningún tercero especule con él, que nunca va a tener beneficio económico. Eso está en el ABC de cualquier relación comercial, y la AUF hasta hoy nunca lo había implementado. En este caso tampoco lo hizo así, porque siguió trabajando por intermedio de Tenfield, pero por lo menos se asegura una cuantía de dinero que va a ser muy importante para sus arcas.

EC —Después de la firma del nuevo contrato apareció el reclamo de ustedes sobre los derechos de imagen de los futbolistas. ¿Salieron con ese otro tema porque la propuesta de Nike no fue la que terminó triunfando o lo iban a poner arriba de la mesa de cualquier manera?

DL —El reclamo de los derechos de imagen viene de 2010 o 2009, y de antes también, creo que Diego Forlán empezó antes con eso, porque fue el primero que se dio cuenta de que se trabajaba de una forma muy poco profesional en ese aspecto en Uruguay. Y ya en 2010, desde antes y después de Sudáfrica, que fue el boom de la selección, nos entendimos en ese aspecto, entendíamos que los derechos de imagen, como dice la Constitución, son personalísimos, son de cada persona, o sea que nadie los puede negociar por vos. Y nosotros nos veíamos en todos lados en el país, en mil cosas diferentes, y no solamente nunca recibimos dinero, sino que nunca dimos autorización. O sea que era un tema muy básico, y tuvo el epicentro antes de Brasil, en aquella conferencia famosa en la que el Edi Cavani se refirió en malos términos a los “muñequitos” y a todo lo que aparecía nuestro. En ese momento los 23 jugadores teníamos una demanda preparada para hacer llegar a todas las casas que estaban vendiendo productos nuestros sin nuestra autorización. O sea que eso viene de hace ya seis, siete años.

En su momento, un poco por decisión mía y no de la mayoría, decidimos no avanzar con la demanda porque estábamos cerca de Brasil, del Mundial, y la gente todavía no estaba preparada para esa discusión. Entendí que todavía no era el momento, a pesar de que muchos jugadores, la mayoría de nuestra generación, en un momento […] dejó de recibir dinero por tema de imagen, como por suerte de aquí en más no va a volver a suceder, porque de ahora en más para que la AUF tenga la autorización de cada jugador para utilizar su producto va a tener que recibir una autorización firmada, un contrato hecho profesionalmente, y a cambio de eso obviamente los jugadores van a tener su recompensa económica.

Por eso era importante y legitima al jugador a exigir a la AUF recibir una oferta cinco veces mayor que la otra. Por ahí muchos dirigentes nos cuestionaban por qué los jugadores se meten. Y sí, nos metemos por muchos aspectos, uno de ellos, que nos legitima, es que ahora el jugador es socio de la AUF. Si la AUF quiere usar el nombre de Suárez, de Cavani, de Godín, el nombre, la imagen, la voz, va a tener que tener autorización y para eso va a tener que negociar un precio. Entonces nosotros sí presionamos a la AUF y a los clubes a que reciban una oferta cinco veces superior a otra, porque somos socios en esto. Además de que obviamente, el que entre más dinero a la AUF va a traer beneficios para todo el fútbol.

EC —El hecho de que los jugadores de la selección decidieran dejar de ceder sus derechos de imagen propició pocos días después la reacción de los jugadores del medio local, que pasaron a demandar lo mismo, apareció esa consigna “nosotros también nos despertamos”, que terminó incluso en el reclamo de la renuncia de la comisión directiva de la Mutual Uruguaya de Futbolistas, que era quien había llevado hasta ahora, de manera muy polémica, ese tema. ¿Esta movida acá fue algo espontáneo o ustedes lo coordinaron, lo comandaron?

DL —Fue algo espontáneo. Obviamente, tenemos conocidos en muchos clubes, los jugadores en definitiva nos conocemos. Pero inmediatamente después de nuestro comunicado, varios capitanes de varios equipos se pusieron en contacto con nosotros, inmediatamente nos pusimos a disposición para dar nuestro punto de vista y para ofrecerles el respaldo jurídico de nuestros profesionales. Creamos en poco tiempo una sinergia increíble, muy fuerte, porque en definitiva, como el otro día decía Luis en la nota, no importa que juegues en el Barça o en el Torque, todos queremos lo mejor para el fútbol uruguayo, todos queremos que el fútbol se profesionalice, todos vemos cómo el mundo evoluciona y que nosotros hemos quedado estancados. Y creo que es el momento en que los jugadores, que somos los principales protagonistas y también perjudicados o beneficiados por el fútbol, tomemos la iniciativa para profesionalizar. Ese es nuestro objetivo, profesionalizar y que todo mejore.

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