
EC —Usted destacaba recién que a mediados de 2016 nominalmente el endeudamiento es apenas 7 % más alto que el de hace dos años.
TA —Lo que bajó es el valor de los productos.
EC —Por lo tanto aparece este guarismo, el endeudamiento representa 78 % del producto. Visto de esa manera, ¿qué análisis hace el ministerio, qué inquietud tiene a propósito de una situación como esta?
TA —Lo primero es la referencia histórica. Si uno dice que en el año 99 ese número era 85 %, dice a la pucha, después del 99 nos fue horrible. Este número puede ser malo, bueno o regular, dependiendo de qué pase con los mercados. Si retornamos a una demanda sostenida y este período de baja de todos los precios de los commodities tiene, como todo ciclo de precios de commodities, un repunte… y ahí separo commodities energéticos o metales de commodities alimenticios. No me gusta poner estos últimos como commodities, creo que uno de los desafíos que tiene el Uruguay es descomoditizar su oferta alimenticia, es la gran oportunidad que tenemos, al menos en productos de carne, de lácteos y en algunos tipos de cereales como el arroz. Con eso no resolvemos todo, porque el arroz hizo todo lo que tiene que hacer y está con dificultades, porque la demanda asiática, que aumentó el consumo de carne de pollo, de carne de cerdo, de carne vacuna, de soja y de maíz, como consecuencia, no aumentó la demanda de arroz. Esa es la razón por la cual en mi discurso dije “de todo el ciclo de buenos precios que tuvo el Uruguay, el único sector que no se enteró fue el arroz”.
EC —Utilizó el término descomoditizar. ¿A qué se refiere?
TA —Me refiero a que nosotros no vendemos carne, tenemos que salir del concepto de vendemos carne, nosotros vendemos un alimento. En el mundo hoy hay una nueva generación, los millenials, que son los consumidores de entre 15 y 25 años, que nacieron en el nuevo siglo, que por primera vez en la historia gastan más dinero en alimentos que en ropa. Siguen comiendo un burrito en Estados Unidos o una hamburguesa, pero les interesa conocer toda la información que está asociada a la carne o a las verduras que están en ese burrito. Y el Uruguay es el único país del mundo que tiene una cadena de información asociada al animal desde que nace y todo un sistema de trazabilidad dentro de los frigoríficos. Cuando yo iba a la escuela y la maestra me preguntaba algo tenía que ir a consultar la barza, hoy tengo este aparatito que son mil barzas. Hay gente que quiere comer conociendo la información asociada al producto, y fue lo que mostramos en la feria de Milán, el código QR del celular le mostraba al consumidor de qué campo provenía el churrasco que estaba comiendo.
EC —Parece una materia prima, parece un commodity, pero no lo es, tiene valor agregado arriba. Pero estábamos hablando del endeudamiento, del porcentaje del producto del sector que hoy alcanza el endeudamiento.
TA —No hay que confundir el endeudamiento con la morosidad, hoy tenemos ese nivel de endeudamiento y tenemos una morosidad en el 2 %. Si se mantiene una situación crítica de mercados y cierre de mercados esto sin duda va a ser un problema. Pero una cosa es tener endeudamiento cuando la tierra vale US$ 300 y otra cosa es tener el mismo endeudamiento cuando la tierra vale US$ 3.000, el respaldo es diferente. Usted me va a decir “pero no voy a vender un pedazo de campo para pagar la deuda”, pero el respaldo es diferente. Hace dos años nadie hablaba del endeudamiento y hoy se transformó en una alerta. Hay sectores más complicados.
EC —El presidente de la ARU dijo “exhortamos a los productores a ser cautos a la hora de seguir contrayendo deudas”.
TA —Nosotros también.
EC —Esa es una recomendación clara, obvia, quizás.
TA —Solo que nosotros no la estamos haciendo ahora, la venimos haciendo desde hace dos o tres años.
EC —Y agregó: “Exhortamos a las autoridades de gobierno a prestar atención a este peligroso proceso de pérdida de rentabilidad, de endeudamiento creciente y de deterioro de la capacidad de pago”.
TA —Quiero aclarar otra cosa que se dijo. Se habló del tipo de cambio. Cuando se refiere al tipo de cambio del Banco Central, usted puede decir que bajó 2 %, pero como país exportador de alimentos lo que me interesa es el tipo de cambio agropecuario, que es el tipo de cambio real con relación a los países con quienes comercio.
EC —¿Cómo está ese indicador?
TA —Estuvo bastante bajo durante los últimos años, y con esta suba del dólar que hubo en el último año, que ahora se atenuó un poco, tuvimos de mayo del 2015 a julio del 2016 un aumento del 17 %, recuperando un nivel de tipo de cambio real agropecuario que es el mejor desde mayo del año 2009. Esto hay que tomarlo con cuidado, porque puede ir subiendo o bajando. Es un elemento de competitividad, y hay otros que tienen que ver con la posibilidad de diferenciar nuestra producción.
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