
EC —¿Entonces qué? ¿Hay que esperar simplemente que los precios internacionales se acomoden? ¿O desde el gobierno se puede actuar, o se está pensando en actuar?
TA —Desde el gobierno hemos generado el Fondo Lechero, hemos puesto al sector lechero como el sector estratégico; recuerde todo el tema de Venezuela.
EC —Se lo digo porque Reilly plantea: “Se necesitan soluciones de fondo y largo plazo que apunten a preservar la máquina productiva y el arraigo de los productores en el campo”.
TA —Sí, y eso es lo que han hecho los gobiernos del FA desde que llegaron. En este país no había política para los productores familiares, no había política de financiamiento, no había política de asistencia técnica. Se creó la Dirección de Desarrollo Rural. Pregúnteles a los productores de San José o de Canelones cuántos proyectos de apoyo ha habido durante ese proceso. ¿Tenemos que pensar en generar un precio artificial de la leche para sostener a los productores? ¿Tenemos que generar fondos de estabilización?
EC —Ha estado en discusión que se corrija el precio de la leche al consumo, que no sube desde marzo de 2015.
TA —En eso estamos trabajando y seguramente vamos a encontrar una modificación de la paramétrica, hace 15 días me comprometí con los productores a encontrarla. Pero la leche tarifada, que hace un año y medio que no sube, es solamente el 7,5 %, 8 % del volumen de leche total. O sea, si el 70 % de la leche va al mundo y el precio en el mundo no es redituable, no vamos a salvar el sector haciéndole pagar a usted dos pesos más el litro de leche, porque todo el volumen de consumo interno de leche tarifada es el 7 %. Tenemos que buscar otro tipo de soluciones. Y los temas de productividad también están ahí.
EC —¿Qué quiere decir con eso?
TA —Si usted analiza el sector lechero y lo distribuye en tercios, se va a encontrar con que el nivel de productividad por hectárea/vaca/masa, que es un indicador de la leche, en el tercio superior es 8.000 litros de leche y en el tercio inferior es 3.400. Son diferencias de productividad que en otros sectores de la economía ya no existen. No existen productores de arroz de 200 bolsas y productores de 80 bolsas, los productores de arroz de 80 bolsas no están más. El éxito de la lechería es haber encontrado mecanismos para que productores con dificultades de tamaño y de productividad hayan logrado mantenerse, y ahí está uno de los instrumentos de la integración cooperativa que tenemos que apuntalar y apoyar. Cuando volvamos a los US$ 4.000 la tonelada tendremos que seguir trabajando en los niveles de productividad.
Cuando asumí como ministro el nivel de abajo era de 2.100 litros, y el año pasado fue de 3.400. Hay muchísimo para mejorar, pero no perdamos de vista que mejoramos. La lechería es un sector estratégico no solo por los recursos que genera y por el valor de exportación, sino por sus características socioeconómicas, por el afincamiento, por la colonización. Usted me decía que se levanta a las 4.30 de la mañana, más o menos como los lecheros. Pero no ordeña de tardecita, ¿no? Los lecheros ordeñan a las 4 de la mañana y ordeñan de tardecita. Son los únicos en este país que no tienen ni Primero de Mayo, ni Navidad, ni Viernes Santo, y eso es dos veces por día. Por lo tanto merecen todo nuestro respeto y toda nuestra atención, y hacemos todo lo que está a nuestro alcance.
EC —Le he ido planteando preguntas a propósito de una serie de temas que incluso se discutieron entre ustedes dos el sábado en el acto de cierre de la Expo Prado 2016. Para terminar, le pido una respuesta suya más general a propósito de hacia dónde entiende que va el agro uruguayo.
TA —El agro es el 78 % de las exportaciones de bienes de este país, agropecuaria y agroindustrial. Las agroindustrias son el 57 % de la industria de este país. El agro, la agroindustria y los servicios asociados explican el empleo de 241.000 personas, el 17 % de la población económicamente activa. Y es en el agro que Uruguay tiene las ventajas comparativas y ha desarrollado las ventajas competitivas, porque comparativamente tampoco tenemos la superventaja, nosotros no tenemos los suelos de Argentina ni los climas de otros países.
EC —Cuando le pregunto hacia dónde va, es tomando como base esta coyuntura compleja.
TA —Esta coyuntura compleja es una coyuntura compleja de los productos agrícolas en el mundo. Los problemas de los agricultores dl Uruguay son los problemas de los agricultores del mundo. Hay que tener en cuenta tres cosas: el comercio agrícola es el comercio más distorsionado, la OMC patinó cuando llegó a tratar los temas agrícolas; los aranceles agrícolas por lo menos duplican los aranceles de otros bienes en el mismo país, y en ese sentido la apuesta es el mundo de los productos especializados para nichos de consumidores que quieren consumir calidad, de un país que les pueda ofrecer certezas en materia de diferenciación, de seguridad, de certificación, de valor agregado ambiental, y en términos de cantidad, el océano Pacífico. El mundo del siglo XXI es un mundo de 2.500 millones de nuevos consumidores de clase media que van a consumir proteínas animales de distinta calidad creciente en valor, pollo, cerdo, carne vacuna, y ese mundo está en el Pacífico. Por eso dije “además del TPP”. Ahora nos vamos a China con una delegación de empresarios y de los referentes de la institucionalidad pública agropecuaria a trabajar con China. Pero tenemos que apuntar a un comercio bilateral con Corea. Si no logramos insertar de una manera diferenciada la producción de alimentos de Uruguay, pobre futuro va a tener Uruguay, porque el agro no es el único rubro en este país, pero es uno de los más importantes.
***
Transcripción: María Lila Ltaif









