EC —¿Y no garantiza paz laboral? El secretario de Finanzas de Adeom dijo que el convenio no garantiza la paz sindical, como ha trascendido. “La paz sindical la garantiza el que se resuelvan los problemas de los trabajadores: salariales y de condiciones de trabajo”.
DM —Obviamente siempre hay cuestiones que se dan, puntuales y no puntuales, y que hacen que pueda haber problemas en esos lugares. En Limpieza está habiendo uno, creo que a veces en temas en los cuales se viene trabajando la ansiedad o la demora histórica que ha habido en resolverlos hacen que se generen desconfianza y nerviosismos. Y a veces hay diferencias de punto de vista, por ejemplo el famoso 6 + 2, que no son horas extra, es un sistema de horario diferente que se maneja en la Intendencia. Hemos dicho que estamos dispuestos a ver, porque además en un momento se aplicó, pero la gente que tenía sanciones, que tenía faltas, que tenía determinado tipo de cuestiones en sus antecedentes próximos no entró. Partimos de la base de que hay ciertas cosas que muchas veces son necesarias para la administración. Por ejemplo, ahora estamos buscando cambiar el régimen horario de la planta de asfalto, que trabaja al 10 % de su capacidad porque con el régimen de trabajo que tiene es imposible. Mientras la calentás y la ponés en funcionamiento se te va. Hay cosas que no tienen sentido, pero lo queremos hacer en base a gente que lo merezca y que tenga los antecedentes de buen funcionario.
EC —Entonces ¿un convenio así no garantiza que se pueda seguir trabajando, que no haya interrupciones?
DM —No te garantiza el 100 %; de todas formas tampoco […] las interrupciones. Por ejemplo, el último que tú mencionas, en un régimen de trabajo que es sobre todo en la mañana y parte en la noche pararon a la una de la tarde para asamblea. No fue una distorsión, no ha habido una actitud del sindicato de distorsionar y de generar un problema con la limpieza, tampoco agrandemos la cuestión. Era un tema puntual, por temas que no eran específicos del convenio. Yo siempre valoro la negociación colectiva, en esto lo que deben tener todos claro, también el sindicato tiene que valorar la existencia de la negociación colectiva y buscar acercamiento, que no va a ser siempre 100 %.
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EC —Usted explicaba recién algunas de las líneas de trabajo que decidió implantar en Limpieza, una de las áreas críticas de la Intendencia en este primer año de su gestión. Pero llega por ejemplo esta consulta de Eduardo de la Unión: “¿No será posible limpiar este barrio? Estamos literalmente entre la mugre, y no es un tema de camiones que lleguen algún día”. Incluso describe al barrio como “el más sucio de Montevideo”.
DM —Ahí hay varios factores. Yo he estado por la Unión, he visto algunas situaciones, también te comentaba fuera de aire que después de aquella jornada que hicimos hubo una especie de conducta ciudadana de mantener, no tirar bolsas afuera. Después hicimos la jornada de los residuos voluminosos, porque hay gente que olvida –la Unión es uno de los lugares donde pasaba mucho, pusimos muchas multas a comerciantes y se incrementaron los planes de manejo de residuos– que ni comerciantes ni institutos de enseñanza, ni públicos ni privados, pueden utilizar los contenedores para tirar residuos. Ni el vecino puede tirar una cocina, un sillón, una heladera al contenedor ni al lado. Te diría que después de aquella jornada durante cuatro o cinco meses hubo cierta conducta de la gente, incluso los clasificadores, que había unos pocos tenían la mala costumbre de romper la basura afuera y dejarla afuera, habian dejado de pasar.
EC —¿Y qué pasó? ¿Después cambió eso?
DM —Ahora está pasando de vuelta. Yo paro dos por tres en contenedores y te diré que de cada cuatro contenedores en los que veo basura afuera tres tienen lugar adentro. He tenido tres “intercambios de opiniones” con clasificadores que estaban rompiendo bolsas fuera del contenedor.
EC —¿Y volviendo al caso de la Unión?
DM —Habría que ver a qué parte se refiere. En la parte de los cartones, las cajas, los restos de los comercios hemos hecho bastante. Porque aparte te llenan el contenedor con muy poco. Y los institutos de enseñanza tienen que entender que no pueden tirar todos sus restos del comedor, porque los contenedores son para residuos domiciliarios. Cada comercio, cada instituto de enseñanza tiene que tener su plan. Hay ONG que se dedican a recoger, hay empresas privadas; tiene que haber diferentes formas, porque ¿cómo vas a planificar que te venga una escuela con un metro cúbico de restos de alimentos y de papeles? Imposible.
