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EC —Quedamos pensando en qué puede querer decir lo último que usted indicó, vamos a esperar las próximas decisiones. Pero le hago una pregunta de más largo plazo. ¿Qué participación tiene el MGAP en la planificación y ejecución de obras destinadas a preparar al campo uruguayo para enfrentar en mejores condiciones lluvias intensas como las de los últimos días? Se lo pregunto pensando en la conversación que ayer teníamos con la ingeniera agrónoma María Inés Rovella, en Rocha, que describía la situación que están viviendo allí y recordaba que existe un proyecto, que se evaluó en su momento en US$ 2 millones, que evitaría buena parte de esta inundación que hoy padece Rocha. Pero esos trabajos no se concretan, están demorados. ¿Qué dice de este tipo de obras que faltan?
EB —Ayer mismo pedí información de esto, aún no me ha vuelto. Me consta que se ha estudiado, sé de qué me está hablando, pero no le puedo decir en este momento por qué no se avanzó más. Es difícil, en el ministerio alentamos políticas de largo alcance. Aspiramos a que las políticas trasciendan los gobiernos, tenemos toda la sociedad de acuerdo. Ha habido cinco ejes estratégicos, que eran cuidar y ganar mercados; inocuidad alimentaria; adaptación al cambio climático; incrementar la productividad cuidando el cambio climático, y desarrollo rural.
Eso parece sencillo, pero me sorprendí ayer escuchando un meteorólogo que decía que después de estas fuertes lluvias y excesos –en algunos lugares ha llovido entre seis y nueve veces más que el promedio histórico– se nos viene una seca brutal. Ojalá se equivoque, pero en este momento hay un proyecto de ley de riego en nuestro Parlamento. Es una política que hemos impulsado fuertemente, el ministro Aguerre ha estado atrás de eso y estamos seguros de que eso es adaptarnos al cambio climático. Porque el agua que nos sobra ahora nos va a faltar después.
EC —Ese es un ejemplo de obras o de inversiones fomentadas por la vía de un proyecto de ley que prepararían mejor al agro para algunas de las manifestaciones del cambio climático. Por eso le preguntaba por este otro ejemplo.
EB —Hay varios de ese tono, lamentablemente no le puedo responder en este momento. Sí le respondo que ya asumí el compromiso, pedí información y me la están juntando, vamos a ver en qué anda eso. Pero por ejemplo, cada vez que tenemos una sequía grande se nos ocurre hacer reserva de agua y proyectos de riego. Así tenemos el Canelón Grande en el Santa Lucía, para abastecer de agua el proyecto de riego; así tenemos la Colonia Tomás Berreta; así tenemos la Colonia Aguas Blancas del ministerio. Muy poco de eso se usa como riego. Hoy estamos proponiendo trabajar en esto.
Necesitamos un desarrollo que no solo sea inversión, que sea también capacitación, convencimiento y que el negocio cierre y sea rentable. Todos trabajamos para ganar plata, nadie trabaja para perder plata, si le damos las mejores condiciones de riego a la gente pero no sabe qué regar o no es negocio regar, no va a regar. Por suerte en los últimos años, con la evolución de los mercados agrícolas y los precios, el Uruguay ha avanzado mucho. Yo lo invitaría a que vaya a ver la obra que hay en la Colonia Tomás Berreta, al lado de Fray Bentos, a ver cuánta gente riega, y va a ver que nos falta mucho por hacer. Y esa es plata que ya está gastada, no que tenemos que gastar.
Por último, quisiera trasmitir tranquilidad a la gente y compromiso de que estamos trabajando. Seguramente no podremos solucionar todos los problemas, pero créame que la voluntad de trabajar todos los días la tenemos.
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Transcripción: María Lila Ltaif
