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Entrevista central, martes 26 de setiembre: Álvaro García

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EC —Por ejemplo, el ministro de Economía dijo en una entrevista que le hice en Telemundo que la Ley de Inclusión Financiera era un capítulo muy relevante en esta materia. La ministra de Industria, Carolina Cosse, ha hablado del Antel Arena y del cable submarino que se está inaugurando y que nos conecta directamente a internet. También se ha manejado el plan de infraestructura que se lanzó al principio del segundo gobierno Vázquez y que ha tenido sus tropezones.

AG —Discrepo, no es así. Ese era el punto 8 de la acción de gobierno, el plan de infraestructura. Usted está nombrando la agenda de gobierno, acaba de nombrar varios hechos que tienen que ver con la agenda de gobierno. La pregunta es: ¿tiene que haber un gran buque insignia o eso forma parte de un discurso más político que de las soluciones que el país tiene que llevar adelante en todas las áreas?

El Plan Nacional de Infraestructura, que forma parte de las 10 acciones de gobierno…

EC —En buena medida dependía del instrumento PPP…

AG —No solo.

EC —… y ese instrumento se ha mostrado dificultoso.

AG —Pero está yendo adelante, con otros tiempos pero está yendo adelante y está sirviendo. En la campaña electoral también tuvimos enorme cantidad de cifras acerca de las necesidades de infraestructura que el Uruguay tenía, algunas con estudios muy fundamentados, otras no tanto. Cuando entramos en el 2015 hicimos una agenda de infraestructura, les pedimos a todos los organismos sus necesidades y su visión 2030, y llegamos a un paquete de necesidades de infraestructura en Uruguay por US$ 24.000 millones a 2030. De ese paquete surge el plan de infraestructura para este período de gobierno, que fue presentado por el presidente en el 2015, por la mitad de eso, US$ 12.300 millones. De los cuales el financiamiento es en tres partes prácticamente iguales. Una toda en el presupuesto nacional, que se está ejecutando al ritmo al que se tiene que ejecutar; otra en las empresas públicas y la Corporación Vial del Uruguay, que se está ejecutando al ritmo al que se tiene que ejecutar, y en tercer lugar la participación privada –no necesariamente todo a través de la ley de PPP– en el financiamiento de obra pública. Ahí hay diferentes modalidades, están por ejemplo las modalidades que UTE ha llevado adelante de manera muy exitosa. Eso no está lento.

EC —Ahí se refiere a las inversiones en generación de energía eléctrica.

AG —Sí. De los US$ 12.000 millones nos vamos quedando con que las PPP van a ser aproximadamente la décima parte. Entonces estamos matrizando un discurso político de que el plan de infraestructura está atrasado porque la décima parte necesariamente, de acuerdo a los plazos legales, lleva más tiempo.

EC —El propio ministro Víctor Rossi se ha quejado y ha dado importancia a esa lentitud, a esos bloqueos.

AG —Tenemos matices con el ministro Rossi en varias áreas, en esta tenemos uno.

EC —Sí, es notorio que entre el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) y la OPP hay cortocircuitos, chisporroteos.

AG —Porque nosotros tenemos que controlar. Tenemos una excelente relación con el ministro, pero las cosas en que pensamos distinto hay que decirlas.

EC —¿En qué piensan distinto?

AG —En este punto, por ejemplo, en el tema participaciones público-privadas. Pero venimos trabajando conjuntamente MTOP, MEF y OPP y hemos logrado acortar enormemente los plazos en función de una serie de cambios que se han hecho, incluso con un decreto reglamentario. Pero como somos exigentes y escuchamos esas cosas, también en este tema hay un cambio de cultura en el sector privado. Esto es muy diferente de la vieja metodología de que una empresa ganaba una licitación, empezaba a hacerla y cobraba mes a mes por avance de otra. Acá la empresa –y no hay muchas grandes en Uruguay, por lo tanto hubo que generar un mecanismo nuevo como el que se ha generado a través del fondo de CAF– tiene que soportar financieramente la obra. Y son obras grandes. Por lo tanto eso implica, hasta desde el punto de vista de la gestión administrativa de las propias empresas, generar esas capacidades. Eso tampoco se genera de un día para el otro, pero es una herramienta muy útil, muy válida. Por ejemplo, lo que también impulsamos a través del fondo CAF, financiado entre otras cosas con aportes de las AFAP, que son otro jugador importante en este tema. Todo eso lleva su proceso y su tiempo.

EC —Hace pocos días, el nuevo presidente de la Bolsa de Valores, Ángel Urraburu, se quejaba de que en estos mecanismos de financiamiento no se está previendo al ahorrista individual uruguayo.

AG —En el de UTE sí, cómo no.

EC —En ese sí, pero ¿en estos otros que acaba de mencionar?

AG —Siempre estamos a tiempo. Me parece muy bien que se tiren ideas, es un buen amigo Ángel y hablamos mucho de estos temas. Hablábamos cuando yo estaba en el ministerio acerca del desarrollo del mercado a largo plazo de capitales en Uruguay. También tiene sus dificultades culturales históricas, no solo del lado del Estado. Esos son los caminos que hay que recorrer.

EC —La oposición ha dicho que UPM es la única gran apuesta del gobierno. Incluso desde dentro del FA, de nuevo, se entiende que se sobredimensiona este proyecto, cuando al mismo tiempo habría o hay carencias o debilidades por otro lado. ¿Qué contesta?

AG —Todos queremos un Uruguay en el cual se trabaje con la mayor incorporación de cadenas de valor agregado en el país. En otra época se lo llamó industrialización, en los 60 el imaginario eran grandes fábricas con miles de obreros tirando mucho humo. Ese imaginario –y no hemos hablado nada de los objetivos de desarrollo sostenible– ha cambiado radicalmente en el mundo. De cualquier manera la incorporación de industria es algo deseable por todos. No es una realidad sencilla en Uruguay, porque, entre otras cosas, también hay que tener industriales y empresarios que asuman riesgos.

Esta eventual tercera planta de celulosa en Uruguay tiene varios beneficios. Uno de ellos es la ubicación en una zona del país históricamente rezagada. Otro es el hecho de consolidar un nuevo sector económico que apuntale un cambio en la estructura económica nacional del forestal madera-celuloso. No hay que pensar que la celulosa es solo para hacer papel, esto es otro de los temas que estamos viendo en prospectiva. Estamos trabajando con BTT de Finlandia, que es una universidad que hemos contratado y estamos teniendo miradas prospectivas acerca de otros usos de celulosa, como viviendas, muebles, textiles o energía. Eso implica importantes beneficios, el proceso viene muy bien. El gobierno trabaja en equipo acá; lo digo ex profeso porque el otro día salió en la tapa de Búsqueda una noticia que es errónea, que es falsa, que me atribuía un posicionamiento dentro de la negociación que no es el correcto, con nombre propio. El gobierno trabaja en equipo, a nosotros nos ha tocado el alto honor –el presidente nos lo ha dado– de ser los coordinadores de la que podría llegar a ser la mayor inversión en la historia del Uruguay. Por lo tanto lo estamos llevando adelante con total responsabilidad y con el trabajo en conjunto con cada uno de nuestros colegas ministros, que son los que terminan definiendo los temas en cada una de las áreas. Así lo hemos hecho ahora y lo haremos; esperemos que esto termine de manera adecuada. Y sí, es un hecho que sería muy importate para el Uruguay que se diera, obviamente en condiciones que sean beneficiosas para el Uruguay, que es por lo que estamos peleando.

Video de la entrevista

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Transcripción: María Lila Ltaif

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