Entrevista con el doctor Julio María Sanguinetti.
EN PERSPECTIVA
Martes 27.12.2016, hora 8.18
EMILIANO COTELO (EC) —A punto de cumplir 81 años, Julio María Sanguinetti está lejos de quedarse quieto.
Hace pocos días, apareció firmando una convocatoria lanzada por personalidades batllistas que empiezan a movilizarse para renovar al Partido Colorado (PC) y ubicarlo como una opción real de gobierno en las elecciones de 2019.
Además, continúa escribiendo en la prensa, preparando libros y viajando al exterior para dictar conferencias o participar en seminarios.
Desde esa posición, ¿cómo observa el escenario político y social de nuestro país a finales del año 2016?
¿Qué espera en materia internacional para 2017 a partir de los cambios tan fuertes que se dieron en los últimos meses, como el Brexit en Europa o el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos?
De estos y otros temas vamos a conversar con el doctor Julio María Sanguinetti.
La semana pasada, un grupo de dirigentes, exfuncionarios de gobierno y adherentes al PC, todos ellos definidos como batllistas, divulgaron una carta en la que se comprometen a unir esfuerzos “para recuperar al PC como instrumento indispensable de la reconstrucción nacional”. Usted es uno de los firmantes. ¿Qué significa eso en cuanto a su dedicación a la actividad político-partidaria?
JULIO MARÍA SANGUINETTI (JMS) —No estoy en la actividad electoral en el sentido de las candidaturas, eso lo cerré hace muchos años, después de que cerré la segunda presidencia. Pocos me creían, porque siempre se piensa que los políticos decimos eso pero tenemos un pensamiento distinto.
EC —De todos modos, a cada rato tiene que ratificar esa posición.
JMS —A cada rato tengo que aclararla, hace poco tuve que aclararla de nuevo porque ya me postulaban como posible candidato. Lo cual no quiere decir que me haya alejado de la vida partidaria, en la cual sigo y seguiré estando hasta el último día.
En este caso, el PC tiene un rol fundamental a cumplir. Es el gran partido del Estado, es el gran partido de la República laica, es el gran partido que construyó el Estado de bienestar del Uruguay y todos esos valores esenciales. Causas que sigue representando, porque entre lo que podríamos llamar un liberalismo conservador, que predomina en el Partido nacional (PN), y una suerte de socialismo, populismo de a ratos, en el Frente Amplio (FA), el PC sigue representando el liberalismo progresista o la socialdemocracia, como queramos llamarle.
EC —¿Siempre ha calificado como liberalismo conservador al del PN? Me llama la atención escucharlo.
JMS —En cierto sentido lo es. Me refiero fundamentalmente al Herrerismo, que reivindica esa condición. Herrera fue eso, lo sintió así y lo adoctrinó así, y Lacalle, que es un hombre muy inteligente y formado, lo reivindica así.
EC —Alianza Nacional está más cerca de lo que se podría llamar socialdemocracia.
JMS —Sí, claramente. Eso creo que le da vitalidad al partido, porque el herrerismo es una cosa y Alianza es otra cosa. No solamente en lo personal, en las figuras, sino también en el sentimiento, en el pensamiento, es muy claro. Nosotros podemos tener visiones más contrapuestas en lo doctrinario con el Herrerismo y con el otro grupo, con Larrañaga, quizás más cercanas. Eso enriquece a la vida política, y nuestros partidos tienen esa tradición, no hay partidos monolíticos. El Frente ni hablar, representa cosas tan disímiles que van desde la democracia cristiana hasta las posiciones más extremas del marxismo.
Nuestro partido ha sido el actor más relevante en la historia del país. En los últimos años ha sufrido, después de la crisis del 2002 se redujo electoralmente, luego se recuperó con Pedro, en la última elección parecía que venía una elección razonable, pero hubo errores políticos y se votó relativamente mal. Eso no significa ni bajar los brazos ni desalentarse. Como en todos los órdenes de la vida, lo que importa es tener causas por las cuales luchar. Y el partido las tiene y las tenemos quienes estamos. Por eso mismo estamos postulando eso.