EC —Para usted entonces la solución era mantener el precio.
JBB —Mantener el precio, no era necesario este aumento de marzo, ni tampoco era necesario hacer un aumento tan grande para cubrirse todo el año. Con los números que tenía la Intendencia –repito, los números de diciembre– no era necesario el aumento. Si uno compara los números con los datos del Instituto Nacional de Estadística y con los datos proporcionados por la propia Intendencia, el boleto en la administración Martínez rompió una política que venía llevando a cabo la anterior administración, que era $ 1 por año; Martínez aumentó $ 2 por semestre y en este último caso $ 3, para ir eliminando el subsidio para pasar todo a costo de la gente. Y la gente realmente no puede absorber en 15 meses de gobierno $ 9 de aumento, y en los últimos cinco meses, $ 2. Es casi $ 1 por mes, es realmente un mazazo que lo que va a lograr es que la gente se baje del ómnibus. Para nosotros se debía haber mantenido el precio de boleto porque los números que manejamos con los datos y la información de la Intendencia permitían hacerlo.
EC —Usted dice que se pudo haber mantenido el precio del boleto pese al ajuste salarial y a la inflación.
JBB —Pese al ajuste salarial y pese a la inflación. Se lo dijimos en la convocatoria que hicimos el otro lunes al director Inthamoussu en la Comisión de Movilidad y creo que ayer y hoy lo están reflejando los medios de prensa, cuando el sindicato de trabajadores del transporte dice algo similar. Entonces nuestros números no estaban tan equivocados, creemos que lo que está haciendo la Intendencia es transferir a costos todos los costos del sistema de transporte, cuando en todas partes del mundo el sistema de transporte público tiene subsidios para que la gente que más lo necesita, la gente trabajadora, pueda trasladarse. Además en nuestro país el ómnibus es el único transporte público, no tenemos metro. El metro que se promete en todas las campañas electorales nunca aparece.
EC —Para usted, si ahora el precio se mantenía, si no se tocaba, ¿no iba a ser necesario aumentarlo en ningún momento del año?
JBB —No, puede ser que viendo la evolución de los números y de las ventas se pudiera llegar a necesitar en el próximo aumento de salarios, que es en setiembre. Pero repito, los aumentos que se han dado en la administración Martínez han sido el doble de la inflación y 10 % por encima del laudo del consejo de salarios. O sea que esas dos variables no son argumentos válidos para aumentar. La variable merma en la venta de boletos sí es un costo, es como cuando usted se va para afuera con cuatro amigos en un auto y le sale tanta plata, pero si a último momento se les cae un amigo tiene que redistribuir entre los que viajan. Eso sí es un costo. Pero si seguimos aumentando de esa forma el costo lo que vamos a lograr es que más amigos se bajen del auto o, en este caso, que más personas se bajen del ómnibus. No es la forma de solucionar el problema de la caída en la venta de boletos.
EC —¿Ya está fijada la sesión en la que se va a discutir esa situación con el intendente Martínez?
JBB —No, el viernes antes de Carnaval presentamos la nota que dispara el llamado a sala, que tiene que ser aprobado por 11 votos en la Junta Departamental, y después hay 15 días para que se fije la fecha de la sesión extraordinaria en coordinación entre el intendente y quien habla, que es el edil convocante.
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Transcripción: María Lila Ltaif
