EC —Pero justamente, ¿de dónde sale el dinero? Hay como una tercerización de este equipo, de la parte fútbol.
EF —Sí, a partir de ese momento de 2013 Plaza Colonia es una tercerización del fútbol.
EC —Capaz que Roberto nos puede contar algo sobre esto…
RG —Totalmente. Hicimos un convenio con el club, nosotros nos hacíamos cargo 100 % del fútbol profesional. Cuando vimos los números nos dimos cuenta de que todos los directivos de Plaza estaban cansados, saturados, de repente angustiados por todas las frustraciones juntas y totalmente sin energía. Con Carlos lo que hicimos, el aire fresco que le dimos, fue obviamente poner la mano en el bolsillo, le pusimos mucha cabeza e ingenio a conseguir recursos. Cuando llegamos, en el plantel profesional de Plaza se terminaban muchísimos contratos, de los 22 o 23 contratos que había 13 o 14 eran de Montevideo, con los cuales el club tenía mucho gasto de manutención y distintos gastos fijos. A esos prácticamente los descartamos y agarramos chicos del departamento, que yo tenía mucho conocimiento. Después se hicieron captaciones, se trajeron jugadores de distintas ciudades. Lo que queríamos era integrar el departamento, quiero integrar el departamento de Colonia, que es muy rico en fútbol. Entonces bajamos el presupuesto en los costos fijos. La plata que te da la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) por derechos de televisión y otros temas era prácticamente el 60 %, 70 % del presupuesto. Obviamente, hay que meter la mano en el bolsillo o buscar esponsorizaciones o recursos. Porque en la segunda división de las entradas que vendías apenas sacabas para mantener los gastos.
EC —¿O sea que hubo esponsors, hubo inversores?
RG —No, no, no. El sueldo de la B tiene un mínimo de $ 12.100 y nosotros siempre pagamos eso, no pagamos nunca por encima del mínimo, no hicimos locuras. No es discriminar, pero queríamos un proyecto departamental.
EC —¿Entonces no hubo que poner mucho dinero en este arranque?
RG —Hubo que poner, claro que sí, porque había que pagar el pasivo que tenía el club, que era de cerca de US$ 40.000. Se pagó, el club nos tercerizó todo el fútbol, nos lo confió todo a nosotros, y el presupuesto fijo mensual más o menos se cubrió 60 % o 70 % con lo que te pagan en la B. Porque en la B te pagan muchísimos contratos, y ahí no teníamos las formativas, de ellas se hizo cargo el club. Solamente era el plantel principal de primera división.
En ese momento teníamos ayuda de la Intendencia [de Colonia], conseguimos los ómnibus, conseguimos algunos pasajes para que los chicos viajaran. Se metió mucha creatividad. En ese momento la Intendencia de Colonia estaba comandada por Walter Zimmer, y el señor Edgar Collazo, director general, nos dio una mano muy grande con el tema logístico –pasajes y ómnibus– y gastos fijos. Ese era un gasto importante. Obviamente hubo que meter la mano en el bolsillo y conseguir más sponsors en la camiseta, que se consiguieron, nos apoyaron; de los siete sponsors que teníamos cuatro o cinco hoy siguen estando.
EC —¿Cuánto cuesta hoy el club por mes, por año?
RG —Hoy el club, con formativas incluidas, ronda los US$ 60.000-US$ 70.000 por mes.
EC —Eso implica que los jugadores ganan… ¿cuánto? ¿Cuál es el sueldo mayor que están pagando?
RG —El sueldo de los jugadores es de $ 32.248. Es el sueldo básico que tiene la Mutual [Uruguaya de Futbolistas Profesionales]. Nosotros pagamos el mínimo, salvo cuatro jugadores que ganan un poco o bastante más. [Al llegar a la A las cosas se nos facilitan un poco] Para que tengas una idea, hoy tenemos 26 contratos y la AUF paga 31. Por ende ya tenés un superávit ahí, con lo que más o menos
