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EC—El informe del comisionado parlamentario para el sistema carcelario sobre el Comcar se detiene en tres módulos: el 8, el 10 y el 11 del Comcar. Allí es donde ocurrieron cinco muertes en seis meses, esas que mencionamos al principio. ¿Qué es lo que pasa? ¿Qué diferencia a estos módulos del resto del Comcar?
JMP— Bueno, se ha acumulado cantidad de población sin tener programas acordes para su atención. Es algo que se ha venido aumentando con el tiempo y que ahora ha entrado en esta etapa de un deterioro mayor y, por lo tanto, las explosiones son cada vez más frecuentes. ¿Por qué se dio esa acumulación de población? Probablemente por falta de lugares con programas a donde canalizarlos.
Quizás es justamente lo que decíamos: el crecimiento demográfico y no tener un sistema acorde, un sistema que… el problema aumentó mucho más rápido que la solución. Y el sistema siguió creciendo y aunque se mejoraron y se crearon algunos lugares, resultó insuficiente. Y en la medida que eso no explotaba, en la agenda quedaba tapado, se seguía acumulando, y donde había lugares que eran para tres fueron para cuatro, después para cinco, después para seis, no hubo dotación de funcionarios… y eso se mantuvo allí perdido, como si fuera… digamos, un rectángulo… entramos por uno de los bordes al ingreso, a la puerta de admisión del Comcar, la revisoría, estos tres módulos están al fondo a la derecha, como una ele, para simplificar… hay un par de módulos intermedios, pero como para simplificar…
EC —Quienes nos están siguiendo en la emisión de video están viendo una foto aérea del Comcar donde están señalados [los módulos] 8, el 10 y el 11 justamente…
JMP —Y bueno, allí es donde está esa situación que…
EC —Que es una bomba de tiempo…
JMP —Yo creo que ya explotó, está explotando. Lo que pasó señala… ya no es algo que… siempre hay que prevenir, esto es fundamentalmente preventivo, pero una muerte en una cárcel es algo muy grave.
EC —El ministro Eduardo Bonomi, después que se conoció este informe, dijo que algunas cárceles tienen estos problemas porque están los presos que siguen por el camino del delito separados de los que están para el trabajo y el estudio. Bonomi señaló: "Para que existan las situaciones buenas hay que separar a los que no dejaban trabajar, a los que empujaban al delito aún dentro de las cárceles, de los que estaban para tratar de rehabilitarse mediante el trabajo y el estudio. Los peores de la clase quedan juntos, provocan problemas y tienen un trato diferencial".
JMP —Yo aportaría otra mirada… Creo que es una de las claves para pensar que todavía estas cuestiones se pueden solucionar, porque estos temas generan mucho pesimismo, mucha desesperanza… hay generalmente una visión de [gran] parte de la opinión pública, de muchas personas que entienden o que viven esto como algo sin solución, que violencia siempre va a haber en las cárceles, y cada tanto vemos la imagen que se repite… muchas veces son imágenes viejas, pero se repiten, de un motín, de humo que sale, de presos arriba de un techo, y en realidad salvo en los extremos de personas que tienen comportamientos psicopáticos severos, o personas que entraron a la cárcel por casualidad posibilidades, en el gran grueso las posibilidades pasan por generar condiciones de vida donde las personas puedan engancharse en programas educativos, en programas de salud, en [crear] un empleo, etc… o sea, las mismas personas –es notable– que estaban trepadas a los techos –y no estoy hablando de una ficción, estoy hablando de realidades y de historias de vida concretas que pudimos conocer–, las mismas personas que de pronto estaban arriba de los techos con un sable y con un pañuelo en la cara participan de actividades deportivas, culturales, de yoga, etc, cuando el ambiente pasa… y esto no es ciencia ficción, yo sé que puede parecer ciencia ficción, pero son las condiciones las que generan o deterioro o desarrollo… son los mismos presos…
