Entrevista con el doctor Gustavo Zubía, fiscal en lo penal de 8º turno y vicepresidente de la Asociación de Fiscales.
EN PERSPECTIVA
Martes 06.06.2017, hora 8.21
EMILIANO COTELO (EC) —El miércoles de la semana pasada, una fiscal y una jueza penal fueron amenazadas de muerte por un individuo vinculado al crimen organizado y acusado de homicidios cometidos en la zona del Cerro. “Tengo colaboradores, puedo ajustar cuentas con ustedes”, dijo el indagado en pleno interrogatorio. Y según informó el diario El País, otra fiscal penal también fue víctima de amenazas de muerte por una organización del Cerro vinculada al crimen organizado.
El viernes fue procesado con prisión el hombre que había intentado asesinar al abogado Gustavo Bordes. A esta persona, que dijo que trabajaba como sicario, se le tipificó el delito de privación de libertad en concurso fuera de la reiteración con un delito de homicidio muy especialmente agravado en grado de tentativa, en régimen de reiteración real con un delito de hurto en grado de tentativa. Luego de conocerse esa resolución, el fiscal que se ocupa del caso Gustavo Zubía comentó que el agresor puede terminar pagando una “pena ridícula”.
Por otro lado, Zubía ha dicho que la situación de inseguridad del sistema judicial “viene cada vez peor”. Más en general, sostuvo: “Somos una manada de rumiantes y los depredadores nos están comiendo”.
Vamos a conversar con el doctor Gustavo Zubía, fiscal letrado en lo penal de 8º turno y vicepresidente de la Asociación de Fiscales del Uruguay.
¿Está preocupado por esta serie de hechos que ocurrieron en los últimos días de mayo que mencionaba recién?
GUSTAVO ZUBÍA (GZ) —No; estoy ocupado, no preocupado; hace años que estoy ocupado en este tema y por eso amablemente le agradezco la invitación hoy. Son temas que están a la vista, difícilmente podemos cerrar los ojos y decir “esto es una casualidad”, si bien en el pasado se han dado hechos de esta naturaleza. Pero se daban en forma aislada, compartimentados, un día había un problema con un alguacil, a los varios años había un problema con un abogado. Ahora tuvimos en el correr de dos meses amenazas de juez, de fiscal, de defensor, y hace dos meses tuvimos el homicidio de una testigo, que fue muy conocido porque la mujer estaba bajo vigilancia policial, en determinado momento se muda provisoriamente y la matan. Y ni que hablar de los ajustes de cuentas entre los propios “indagados”.
Quiere decir que tenemos todas las categorías de lo que es un proceso penal, más la duda que algunos tienen y han expresado públicamente en el caso del homicidio de la alguacil en el departamento de San José. Jueces, fiscales, abogados, testigo, indagados y además esa duda. Todas en un período de un mes y medio, dos meses, todas bajo amenaza de muerte o directamente muerte.