
EC —Por eso preguntaba cómo puede estar incidiendo el aumento de las denuncias, si, como está comprobado, pasa que el hombre, al saberse denunciado, puede terminar reaccionando de manera violenta. Entonces, ¿con más denuncias no tenemos el riesgo de más cantidad de homicidios, agresiones, etcétera?
JZ —No aseguraría que el disparador sea el hecho de saberse denunciado, sino más bien la pérdida del control total, darse cuenta de que perdió el control total sobre la víctima. Eso es lo que podemos ver.
EC —¿Qué garantías tiene la mujer una vez que hace la denuncia? Va a la policía, presenta la denuncia, y a partir de ese momento… ¿qué ocurre?
JZ —Como decía, dependerá del departamento. La idea es que la policía dé cuenta a la justicia y que se dispongan, si son necesarias, las medidas cautelares. Hoy por hoy en Montevideo está demorando un poquito más, porque se manda citar, indagar y volver a enterar a la justicia.
EC —Ahí quería concentrarme. En principio tendría que ocurrir, dice usted, que la mujer va a la comisaría, hace la denuncia y se activa automáticamente la actuación judicial.
JZ —No, se entera a la justicia en forma telefónica y la justicia dispone o las medidas cautelares o citar, indagar y volver a enterar.
EC —¿Eso es lo que teóricamente tiene que ocurrir?
JZ —No, eso es lo que ocurre. La comunicación telefónica se hace, salvo esas desgraciadas excepciones como el caso del policía.
EC —Vuelvo a los detalles: cuando la mujer sale de la comisaría, por ejemplo, ¿en qué situación sale?, ¿con qué tipo de protección sale?
JZ —La independencia técnica de los jueces está siempre en el tapete, pero una de las cosas que pasan es que no es una solución única, no es que se dispara automáticamente la disposición de medidas cautelares. Algunos jueces y juezas disponen las medidas, porque son preventivas, y después se recaba el testimonio del indagado. Pero en otros casos la justicia dispone que la víctima aguarde a que el juez o la jueza conozca lo que tiene para decir el denunciado.
EC —¿Dónde aguarda la víctima? ¿Vuelve a su casa?
JZ —Probablemente. Es lamentable, nos parece que eso es contraproducente, porque de hecho el testimonio válido del ofensor va a ser en audiencia, pero lo que sucede es que se manda que la policía primero cite, indague y vuelva a enterar.
EC —Es muy preocupante eso.
JZ —Muy preocupante.
EC —¿Qué pasa si la mujer dice “no puedo volver a mi casa, no quiero volver a mi casa, yo tengo que salir de acá a otro lado”?
JZ —En ese sentido se promueve que la policía no se quede con eso sino que realice coordinaciones con las demás instituciones u organizaciones que puedan brindarle apoyo. En cualquier lugar del país se coordina con los refugios si no puede volver a la casa. Cuando nos ha pasado que están colmados los refugios, se buscan otras alternativas a través del Inmujeres o a través de los hogares de INAU.
EC —O sea que ante una demanda de ese tipo se instrumenta una solución.
JZ —Sí.









