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Entrevista central, martes 7 de marzo: Fernando Isabella

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EC —Desde ese lugar tan particular, desde esta DP, ¿cómo observaron ustedes el planteo del profesor Nahúm en la entrevista con El País Cultural?

FI —Con el interés que siempre suscita Nahúm, una referencia –de hecho fue profesor mío en facultad– a nivel histórico en Uruguay. En el tema demográfico veníamos trabajando desde antes, de hecho es uno de los pilares de nuestro trabajo. O sea que ya estaba planteado desde 2015. Y en el trabajo con expertos que estamos haciendo se recogen algunas de las cosas que dice Nahúm, pero se les da un encare distinto. La visión en general de los expertos en este tema es bien distinta. Uruguay está transitando un proceso de transición demográfica avanzada; la transición demográfica se caracteriza por ese proceso cuando las sociedades progresan y empieza a aumentar la esperanza de vida y empieza a caer la tasa de fecundidad. Eso obviamente deriva en envejecimiento poblacional, pero la primera consideración es que ese es un muy buen indicador de progreso social.

EC —Sí. En un correo electrónico que uno nos envió a raíz de unos de los abordajes que se hicieron en el programa, el editorial de Daniel Supervielle, usted decía: “Lejos de ser algo negativo y síntoma de problemas, este proceso es universalmente considerado como un poderoso indicador de progreso social”. ¿Puede desarrollar con más profundidad ese análisis?

FI —Como decíamos, hay dos características fundamentales. Una es el incremento de la esperanza de vida, por qué la gente vive más. Fundamentalmente porque vive mejor, y eso es fácil de constatar si uno mira la lista de países del mundo y mira la esperanza de vida: los países con mejor calidad de vida, con mayor desarrollo humano son los que tienen mayor esperanza de vida. El incremento de la esperanza de vida es un síntoma de una buena calidad de vida en Uruguay. Y esto no es algo de estos últimos cinco años ni de los últimos diez años, es una historia de buenas condiciones relativas o buenas condiciones de vida en la población.

¿Por qué cae la tasa de fecundidad? Este es un tema que da para más debate, en lo otro es fácil estar de acuerdo.

EC —¿Qué es la tasa de fecundidad?

FI —La tasa de fecundidad mide la cantidad de nacimientos por mujer en edad reproductiva. Más o menos 2,1 es lo que se llama la tasa de reemplazo, si en promedio cada mujer tiene 2,1 hijos eso asegura que la población va a estar estable. Más de eso implica a la larga incremento poblacional, y menos de eso, caída de la población.

EC —Y estamos en menos de 2.

FI —Estamos en 1,9 y eso es una tendencia también de largo plazo de Uruguay. En 1900 Uruguay tenía una tasa global de fecundidad de 6 hijos por mujer, hoy tiene menos de 2. Y eso es un fenómeno mundial.

EC —Impresionante, en 1900 6 hijos por mujer.

FI —Exacto. Y si uno mira en la región, Paraguay, que era uno de los casos que el editorialista mencionaba, en 1970 tenía 6 hijos por mujer y hoy tiene menos de 3. Esta tendencia a la caída de la tasa global de fecundidad es fuerte y se asocia primero al empoderamiento de las mujeres, que son libres de decidir cuántos hijos quieren tener y cuándo, y eso implica cambios, cambios culturales, la mujer tiene el derecho de desarrollar su vida, a desarrollarse profesionalmente. Está claro que hay una relación negativa entre inserción en el mercado de trabajo y cantidad de hijos, hay una relación negativa entre aumento del nivel educativo de las mujeres y cantidad de hijos. Eso es fácil de ver en Uruguay, las mujeres universitarias tienen el primer hijo después de los 32 años, y obviamente cuando se empieza la maternidad después de los 32 años la cantidad de hijos que se van a tener va a ser mucho menor.

Son fenómenos globales. España tiene 1,3 hijos por mujer, Japón 1,4, los países nórdicos tienen entre 1,6 y 1,8. Es una tendencia global muy fuerte, la tendencia de las sociedades que se desarrollan, y sobre todo las mujeres se empoderan, empiezan a participar en el mercado de trabajo, desarrollan sus estudios, tienen sus carreras y la cantidad de hijos tiende a caer.

EC —Y hay que verlo como indicador de progreso social. ¿En definitiva lo que usted dice es que no hay que asustarse por esto o no hay que considerarlo como algo grave?

FI —Hay que ocuparse de esto, porque es un proceso muy desafiante, por las consecuencias que tiene a largo plazo en las sociedades. Pero en principio es una cosa buena: altas tasas de fecundidad están asociadas a altas tasas de pobreza infantil y a altos niveles de mortalidad infantil. Disminuir la fecundidad va asociado a permitir que los niños tengan más atención, se inserten mejor en el sistema educativo, en el sistema de cuidados. Es un conjunto de fenómenos comunes a las sociedades que avanzan. Las sociedades de mayor desarrollo humano presentan esto y las sociedades en situaciones críticas, en situaciones de guerra o en situaciones de gran pobreza son las que tienen tasas de fecundidad más altas.

EC —Volviendo a Nahúm, él manifestaba su preocupación por el incremento de la esperanza de vida y la caída de la tasa de fecundidad. Decía que es fácilmente verificable cuándo los uruguayos vamos a desaparecer, es una cuenta, es cuestión de matemática. Estaba alarmado, lo decía con tono de alarma. Usted, para empezar, frena y dice: ojo, esto es una buena noticia, es un indicador de progreso social. Pero puede ser una buena noticia e implicar un enorme desafío. ¿Dónde se coloca usted si ahora mira hacia delante, si deja el diagnóstico y pasa a mirar hacia delante, que es de lo que se ocupan en la DP?

FI —Es un enorme desafío, no hay duda. Creo que en Uruguay estas cosas generan mayor repercusión, porque Uruguay tiene otra característica, que es una baja población con relación a lo que sea, con relación a la escala internacional o incluso a su tamaño. Uruguay no es tan chico de superficie, pero ese es otro tema. Por qué Uruguay tiene una población tan chica es un tema histórico muy interesante.

Las proyecciones son: Uruguay va a seguir aumentado la población hasta cerca del 2050, por ahí sería el punto de inflexión en que podría empezar a caer. La población de Japón ya hace varios años que viene cayendo, la de España viene cayendo, y las Naciones Unidas proyectan que la población del mundo va a empezar a caer. Las proyecciones originales hablaban de 2100, ya hoy hay proyecciones que sitúan ese momento bastante antes. Esa tendencia se va a dar, y obviamente eso implica desafíos. Lo que nosotros trabajamos y una de las conclusiones que recogemos de este trabajo con expertos –que se hace con mucho apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) y de Cepal– es que el cambio demográfico es inevitable, lo que hay que hacer es prepararse para las consecuencias. Esa es la conclusión más fuerte.

EC —El profesor Nahúm cuando estuvo en La Mesa de los Viernes explicaba que su preocupación partía sobre todo de la lectura del libro Importante pero urgente. Políticas de población en Uruguay, de Juan José Calvo y Pablo Mieres para el Unfpa, del año 2007.

(Audio Benjamín Nahúm)

BN —Donde se dice con caridad cuál es el conjunto de inconvenientes que ven como para que el país esté en alerta y se tomen las medidas necesarias –que se pueden tomar– para frenar esa posible, futura y lejana –esperemos– desaparición de los uruguayos […].

EC —El libro es del 2007.

BN —El libro es del 2007, pasaron 10 años.

EC —Lo que usted ve es que aparentemente no se ha tomado en cuenta esa advertencia, se ha hecho poco.

BN —Se ha hecho poco. Porque a mí me parece importante que haya disminuido la pobreza, que haya disminuido la indigencia, pero eso no alcanza para frenar la emigración de gente joven afuera, la poca cantidad de niños que nacen comparados con los uruguayos que se mueren.

(Fin audio)

EC —¿Qué dice usted? Nahúm marcaba 2007, la fecha de edición de aquel libro, y notaba que desde entonces se ha hecho poco ante aquellas advertencias.

FI —Las conclusiones primarias de nuestro trabajo son: lo que se puede hacer es generar mejores oportunidades y sobre todo poner un énfasis grande en el incremento de la productividad del trabajo. La caída de la población es un tema para después del 2050, la población de Uruguay va a seguir creciendo hasta el entorno del 2050. Hicimos varios escenarios –la prospectiva consiste en eso– con distintas hipótesis para las variables claves.

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