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Entrevista central, martes 8 de marzo: Danilo Astori

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EC —Los analistas no habían advertido que existiera el riesgo de perder el grado inversor. Y las propias calificadoras, consultadas después del discurso de Tabaré Vázquez, contestaron que no tenían la nota de Uruguay en revisión. Pero el jueves usted mismo insistió con el tema, lo volvió a poner arriba de la mesa en unas declaraciones que formuló a la Secretaría de Comunicación de la Presidencia. ¿Entonces…?

DA —Lo hago –y el presidente también lo hace– para destacar esa diferenciación y para valorarla. Hay una palabra, un concepto que tenemos que vincular directamente con este que estamos analizando, que se llama confianza. En los tiempos que corren, tener confianza en el país es absolutamente fundamental para capear esta etapa de desaceleración en la que Uruguay sigue creciendo, pero en la que crece menos. El objetivo del Gobierno desde este punto de vista es llegar lo antes posible a recuperar condiciones de crecimiento como las que tuvimos en los años precedentes y por lo tanto estar en condiciones de generar resultados similares.

EC —Este desafío, el hecho de prestar tanta atención al grado inversor, ¿se relaciona con ese otro número que yo mencioné hace un rato, el del déficit fiscal, 3,8 % del PBI a enero, un registro que con esa magnitud no se veía desde hacía 13 años?

DA —Todas las variables macroeconómicas están en juego cuando se trata de un tema de este tipo. Precisamente, las reuniones que hacemos periódicamente con las calificadoras de crédito, así como con los organismos de financiamiento multilaterales o entidades públicas y privadas que están trabajando en esta actividad, tienen que ver con las variables macroeconómicas.

EC —Y esta ¿cómo la leen ustedes?, ¿qué explicación dan a este salto?

DA —Aquí tenemos dos cosas. Voy a empezar por lo que están viendo las calificadoras y voy a vincularlo con el grado inversor. Las calificadoras ven que Uruguay sigue luchando contra presiones inflacionarias a las que les cuesta mucho ceder. Y ven también cuál es el resultado fiscal de Uruguay. Pero perciben que el Gobierno uruguayo está firmemente convencido de que aquí tenemos dos desequilibrios macroeconómicos importantes y que estamos totalmente decididos a revertirlos. Una cosa es que tuviéramos estos desequilibrios y no fuéramos conscientes de su importancia, y, es más, estuviéramos actuando contradictoriamente con su combate. ¿Qué es lo que ven las calificadoras y por eso a nadie se le ocurre decir que el grado inversor está en riesgo ahora? Ven la lucha que el Gobierno uruguayo está dando al respecto en un marco de desaceleración, en el que sin embargo también ven que Uruguay sigue creciendo y sigue atrayendo volúmenes de inversión muy importantes.

Le pongo el último ejemplo: ayer se inauguró en Uruguay una inversión de US$ 110 millones en un área tecnológica de mucha avanzada, en una rama industrial relativamente nueva para el país, que es la industria farmacéutica.

EC —Se refiere a la planta de Mega Pharma Labs.

DA —Allí se está generando empleo de calidad en un volumen muy importante.

Uruguay sigue teniendo números de inversión muy importantes. Es lo que nos da la tranquilidad de que, continuando por este camino de alimentar un clima de negocios importante, Uruguay va a retomar en un lapso razonable niveles de crecimiento más altos que los que tiene hoy.

EC —Volviendo al número del déficit fiscal, a propósito de los comentarios que ustedes reciben de las calificadoras usted señalaba que ven al Gobierno comprometido con ordenar esos números.

DA —En primer lugar, lo que no es poca cosa, ven al Gobierno muy consciente de que tiene un problema.

EC —De todos modos, cuando se discutió la ley de presupuesto que ahora está vigente, tanto analistas económicos como dirigentes de la oposición advirtieron que estaba basado en premisas demasiado optimistas en cuanto al crecimiento que atravesaría el país en el corto y el mediano plazo. Hubo advertencias en cuanto a que se estaban manejando niveles de gasto que después podían no corresponderse con la realidad. ¿Qué dice ahora que la cosa muestra estas complicaciones?

DA —El proceso de elaboración del presupuesto, necesariamente, insume muchos meses de trabajo. Para presentarlo el 31 de agosto, que era el límite constitucional, tuvimos que empezar a trabajar muchos meses antes, con condiciones internacionales y regionales totalmente distintas de las actuales. En ese corto lapso que media entre los meses de abril, mayo, junio y la actualidad las cosas han empeorado muchísimo, y eso impacta sobre Uruguay.

EC —De todos modos, ya había señales en aquel momento. La prueba está en que se discutió sobre esto.

DA —Sí, se discutió sobre esto, pero el volumen, la envergadura, la profundidad del deterioro fue muy importante. Se ve, por ejemplo, en la evolución del comercio exterior uruguayo, se ve en un escenario de desaceleración que en aquel momento de diseñar las metas fundamentales del presupuesto no pensamos llegaría a los niveles a los que llegó.

EC —La desaceleración acá.

DA —La desaceleración acá, en Uruguay.

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