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Entrevista central, martes 8 de marzo: Danilo Astori

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EC —Usted ha dicho que va a apelar a ese instrumento, que va a analizar determinadas situaciones del mercado que al Gobierno le llaman la atención.

DA —Tanto es así que de aquí me voy al ministerio a reunirme con la Comisión de Defensa de la Competencia y con un área muy importante que tenemos en el ministerio, que es el Área de Defensa del Consumidor. Las dos instituciones hacen cosas distintas pero complementarias. Una intenta defender las condiciones de competencia que deben existir en los mercados y evitar colusiones y abusos de posición dominante. La otra está fundamentalmente para informar al consumidor, para defender sus derechos, para que el consumidor esté en condiciones de manejar todos los elementos que hay que manejar para tomar una decisión de compra, por ejemplo de un bien, y muchas veces no tiene [esos elementos], lo que lo lleva quizás a no aprovechar las situaciones más ventajosas. Tanto la Comisión de Defensa de la Competencia como el Área de Defensa del Consumidor van a empezar a trabajar a partir de hoy en la detección de posibles situaciones, no estoy anunciando ninguna al respecto…

EC —¿Pero piensa en algún rubro en particular?

DA —Bueno, yo no quiero identificar rubros porque estaría prejuzgando o adelantándome a un trabajo que les voy a pedir a ellos que hagan. Pero por ejemplo cuando uno ve frutas y verduras en los estantes de los supermercados o algunos productos de limpieza e higiene, por lo menos siente la necesidad de que haya por lo menos un análisis un poco más detenido de la situación.

EC —Tamara Schandy decía el viernes que según “la teoría económica […], en situaciones en las que hay alguna empresa abusando de posición dominante […] puede conducir a precios más altos, pero no necesariamente da sustento a una inflación más alta o a una inflación sistemáticamente alta”, que es lo que estamos teniendo.

DA —Exactamente, estoy de acuerdo con ella, no necesariamente es así.

EC —O sea, el problema estructural que estamos teniendo, ese de la inflación subyacente, no podría interpretarse, aparentemente, por este tipo de fenómenos.

DA —Totalmente de acuerdo, los fenómenos estructurales encuentran explicaciones en factores un tanto más complejos que este. Pero este también hay que estudiarlo, sobre todo porque en determinadas circunstancias del proceso económico, como esta elevación a dos dígitos en el mes de febrero, y en lo posible tratar de contrarrestar. Cuando se trata de factores estructurales hay que tener en cuenta uno que viene desde hace varios años, que es el hecho de que la economía uruguaya durante buena parte de este lapso de buenos resultados económicos creció por encima de su potencial, y crecer por encima del potencial sostenidamente y durante varios años lamentablemente constituye una presión inflacionaria.

EC —Entonces, ahora, ante este escenario, ¿qué va a hacer el Gobierno? Usted señalaba que este dato de febrero con la inflación por arriba de los dos dígitos no implica que la inflación vaya a seguir subiendo. Pero ¿cómo se va a plantar el Gobierno?

DA —Retomo algo que dejé por el camino cuando estábamos hablando de los salarios y los poderes de mercado. Hay tres campos fundamentales. Uno es el monetario, que es un factor de gran influencia en la evolución de la inflación. Uruguay está manejando desde hace un tiempo una política monetaria de agregados, el Banco Central del Uruguay (BCU) ha venido –y me consta– sobrecumpliendo sus metas de volumen de dinero en circulación y creo –y lo hemos venido conversando con el presidente todos estos días largamente para seguir buscando medidas al respecto– que el BCU tiene que seguir profundizando sus metas de agregados monetarios.

EC —Dicho en términos sencillos, ¿qué significa eso?

DA —Significa que tenemos que seguir restringiendo la liquidez existente en la economía uruguaya.

EC —Podría haberse hecho antes eso.

DA —Sí, sí, se ha venido haciendo, incluso con sobrecumplimiento de metas, pero eso no impide, no debe impedir, que se siga haciendo y con más profundidad. Seguramente los detalles técnicos de la puesta en práctica de esta medida los anuncie oportunamente el BCU, en particular el Comité de Políticas Monetarias. Pero por ejemplo se puede trabajar no solo con el volumen de dinero en circulación, como los billetes, los depósitos a la vista en ambas monedas, sino que también se puede trabajar con la política de encajes del BCU. Pero eso lo anunciará el BCU en su momento. Lo que quiero señalar es que hay margen para profundizar la contracción monetaria y hay que usarlo.

Segundo, el tema fiscal. Tenemos que seguir haciendo un esfuerzo por disminuir el gasto. Lo tenemos que hacer en primer lugar a nivel de las empresas públicas, que representan una parte importante de los aportes, positivos y negativos, a la tesorería. El aporte de las empresas públicas tiene que mejorar por lo menos 1 punto del producto en el transcurso de este período; me estoy refiriendo a un volumen cercano a los US$ 600 millones. Eso requiere obviamente trabajar con mayores restricciones de gasto, mejores coordinaciones de las inversiones.

Finalmente tenemos que tener una política de ingresos flexible y consistente con el tema fiscal y el tema monetario.

EC —¿Ahí está hablando de salarios?

DA —De todos los ingresos; por eso digo ingresos y no salarios.

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