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Entrevista central, miércoles 1 de febrero: Luis Lacalle Pou

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EC —Preguntas de la audiencia a propósito de prioridades en el Parlamento de su sector político. “¿Se debe aprobar una ley que prohíba el fracking?”, pregunta Raúl Viñas, que está vinculado a las organizaciones que han venido llevando esta bandera en particular.

LLP —Conozco bien a Raúl, estamos en contacto y ha sido muy generoso en toda la etapa de Aratirí, que nos tuvo bastante solos en su momento, cuando empezamos, en el año 2009, a oponernos a este emprendimiento, que por suerte fracasó en nuestro país. Con respecto al fracking ha habido iniciativas en las cuales tenemos muchos compañeros al respecto, la senadora Carol Aviaga por ejemplo, con iniciativas locales, y hay una intención que estamos estudiando y que tiene algún sostén técnico de hacerlo nacional. Así que seguramente con Raúl vamos a estar hablando de estos temas.

EC —¿Se van a intentar estos acuerdos de los que hablaba recién en torno a ese tema?

LLP —Desconozco si hay un proyecto de ley presentado. Sé que algunos legisladores han manifestado el interés de presentarlo. Después de tener asesoramiento técnico, entre los cuales seguramente estarán Raúl y la experiencia mundial, vamos a trabajar para cuidar esta parte del planeta que nos ha tocado.

EC —Una segunda pregunta en el correo electrónico de Viñas es qué posición tiene su sector con respecto a una segunda planta de celulosa, “¿qué gana Uruguay si se instala otra planta de celulosa en zona franca?”.

LLP —Estaba revisando ayer, a raíz de una reunión que tenía con Azucena Arbeleche para planificar la actividad del año, un artículo que escribí en el 2007, creo que en Montevideo Portal, que se llamaba “Botnia sí, ¿y el resto qué?”. (Recordemos que ese fue el primer nombre de la papelera.) Básicamente, nosotros votamos el tratado con Finlandia; vale recordar que el FA no votó el tratado de protección de inversiones con Finlandia y que fue muy crítico de la planta de celulosa. Hoy, aparentemente, si uno piensa con la cabeza de los gobernantes, estamos en la República Oriental de UPM, porque es el tema que nos podría salvar. En ese momento, teniendo en cuenta el grado de inversión, los beneficios fiscales y obviamente, no puede estar afuera de la pantalla un gobernante, el cuidado del medio ambiente, tuvimos una valoración positiva al respecto, que es la misma que tenemos hoy. Quizás lo que nos deja con gusto a poco es que el gobierno esté jugado todo al 9, jugado a UPM, cuando en nuestro país hay gente que hace el esfuerzo, que produce, que pone trabajo, materia prima, capital, esfuerzo físico e intelectual, y no está viendo cómo la infraestructura, la parte tributaria le genera algún tipo de alivio en su vida diaria. Entonces estas tensiones son naturales. Desde mi punto de vista es una buena cosa esta instalación, siempre y cuando cumpla con los requisitos ambientales, legales, etcétera.

EC —Una parte del debate es si vale la pena y si tiene sentido tal cual está planteado el proyecto: por un lado, nuevamente la planta instalada en zona franca, por otro, “exigiendo” que el Estado uruguayo realice una inversión importante en infraestructura.

LLP —Hay reuniones que son de índole privada, pero me parece que, como son de interés público, algunas cosas podemos relatar. Estuvimos reunidos con la gente de UPM, y me parece lógico que convocaran a los partidos para decir cuál es su proyecto. Como soy muy directo y me gusta tener relaciones lo más claras posible, y después lo dije públicamente, debo decir que si nos hubiera tocado a nosotros gobernar habría elegido otro lugar para la instalación de la planta. Habría tratado de estimular la instalación más cerca de donde tiene una masa forestal importante, que es Arévalo, esa zona. Y habría utilizado el puerto de La Paloma y no el puerto de Montevideo, donde tenemos serias dificultades, ya no solo dentro del puerto, sino al ingreso de los trenes.

Hay que ponerse a hacer números: cuánto significa el beneficio tributario de participar en una zona franca y cuánto significa la inversión del país. Un país que no ha podido cumplir con las seis o siete PPP que significaban US$ 640 millones de inversión en infraestructura hoy difícilmente pueda aportar US$ 1.000 o un par de centenas de millones de dólares para preparar las vías. Entre otras cosas, porque si esto se genera a través de más deuda complicamos más el déficit fiscal, que está al borde de lo aguantable.

EC —¿Entonces, en resumen?

LLP —Está en una situación compleja, no se pudo cumplir con la infraestructura, que tiene un rezago de hace muchos años, con los mismos gobernantes que estaban antes y los que están ahora, y ahora tenemos esta posibilidad. No se preparó el país. Por eso cuando hablamos de despilfarro, de mala administración y de gasto, se fue el dinero a otro lado y no se dejó lo que hace que un país progrese, que es, primero, la educación, segundo, la tranquilidad que hace a la seguridad y a otros elementos, y tercero, una buena infraestructura física para el transporte de mercaderías y de gente. Eso sumado a las nuevas tecnologías, pero ahí creo que estamos mejor que otros países del mundo. Y sí, estamos en un momento en que hay que decidir. Cuando existió abundancia no se aprovechó, y ahora cuando hay no escasez pero no estamos a nuestras anchas con abundancia, hay que elegir. Y elegir va a significar sacar de un lado para poner en otro, lamentablemente.

EC —Pero hay que hacerlo, para usted hay que hacerlo, hay que sacar de un lado para poner ahí.

LLP —Me gustaría tener un financiamiento de otra índole. Se habla de un canon, de peajes, para amortizar una inversión de ese porte, pero eso lleva muchísimos años. Ahí es donde está el tire y afloje entre una empresa y un gobierno, el gobierno tiene que tener como interés central el bien nacional y encontrarse en un punto intermedio con la empresa, que quiere, como toda empresa, tener lucro y es lógico que así sea.

***

EC —Mencionó al pasar que cuando llegue el 1.º de marzo usted hará por un lado una evaluación de qué fue lo que pasó con las medidas que le propuso al gobierno un año atrás, en otro documento, y por otro lado, va a dirigirse otra vez al presidente Tabaré Vázquez con una serie de iniciativas. Uno de los puntos de aquella carta que le dirigió al presidente Vázquez, el único que se refería a seguridad, era sacar de su cargo al ministro Eduardo Bonomi. No había propuestas como tales, era Bonomi afuera. ¿Cómo va a manejar esta vez ese tema? ¿Volverá a pedir la renuncia de Bonomi?

LLP —Como decía un amigo mío, a modo de chiste, “¿por qué no pedís que dejen a Bonomi? Capaz que lográs el resultado que toda la población entiende necesario que se dé”. ¿Por qué esa propuesta, más que propuesta, esa solicitud, ese razonamiento? Porque el resto de las propuestas están hechas desde el 2005 a la fecha. Si uno ve el camino que tomó el gobierno del FA desde que sumió por primera vez Tabaré Vázquez y el camino que han tomado el PN y otros partidos de oposición, son claramente paralelos, aparentemente a lo largo tenían algún punto de conexión, esas líneas no eran tan paralelas, generaban un ángulo y se juntaban: aparentemente las reuniones que se dieron acá enfrente (en la Torre Ejecutiva) por seguridad. Resalto aparentemente, porque no lograron resultados específicos o contundentes.

Primera y segunda medida del gobierno del doctor Vázquez en el 2005, y hay una línea de continuidad al respecto, aunque creo que se han desayunado de que ha fracasado. Primera medida: la ley de liberación de presos, que se llamó Ley de Humanización del Sistema Carcelario, que tenía en su corazón una injusticia, que era una liberación objetiva de reclusos, tal delito, tantos años, afuera y bailando, cuando debió haberse evaluado la conducta de ese recluso en el establecimiento, etcétera, como se hace en la visita de cárceles, como se hace en algunos institutos que existen. Segunda medida: la derogación del decreto 690, que permitía a la policía pedir la cédula.

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