Entrevista con Rafael Mandressi.
EN PERSPECTIVA
Martes 10.01.2018, hora 8.15
ROMINA ANDRIOLI (RA) —Las noticias falsas son noticia. Parece paradójico pero no lo es. Las campañas electorales del Brexit y de Donald Trump estuvieron signadas por esta difusión de noticias falsas que se multiplican en las redes sociales y que aparentemente tendrían detrás, al menos en algunos casos, los intereses del gobierno ruso.
El año pasado, este problema afectó otras campañas electorales de gran escala. Potenció a los radicales de derecha de Alternativa para Alemania, que lograron una votación sorpresiva en ese país, y en España embarró la cancha a favor de la independencia de Cataluña.
Uno de los más afectados fue el presidente francés, Emmanuel Macron. En la campaña presidencial del año pasado, las noticias falsas impulsaron a su rival principal, la ultraderechista Marine Le Pen. Ahora Macron anunció un proyecto de ley que buscará regular este fenómeno, y eso despertó un montón de interrogantes.
Para profundizar en este tema y en su impacto en Europa, estamos con Rafael Mandressi, colaborador de En Perspectiva en París, a quien hoy tenemos aquí en estudios.
Empecemos por una definición de qué son las fake news, las noticias falsas, y de qué hablamos cuando hablamos de este tema.
RAFAEL MANDRESSI (RM) —Tal vez lo primero es la traducción de fake news, si realmente ‘noticias falsas’ a secas es lo que mejor corresponde, porque fake también es ‘artificial’, ‘construido’. Es decir que en un sentido estricto lo que se llama fake news podrían ser noticias falsas deliberadamente construidas y difundidas
A su vez eso corresponde a una serie de casos distintos. Están aquellos casos en los cuales se trata de individuos que crean una versión y la lanzan, a sabiendas.
RA —Que puede haber existido siempre.
RM —Que puede haber existido siempre. Después están aquellos individuos que lo hacen de buena fe. Pero hay algo que no me parece mal recordar: que también es plata. Si vos creás una noticia impactante, qué sé yo, que vuelve Luis Suárez a Nacional, y la lanzás, el número de clics factura. Así que también esa intencionalidad existe.
RA —A las agencias de publicidad les interesa que se facture, que se haga clic, sin importar si es verdad o no, pero que esa noticia sea compartida.
RM —Exacto. Hay pequeñas “oficinas” que producen eso con ese objetivo. Y después hay, como en el caso del que más se ha hablado, que es el caso de Rusia u otros, organizaciones estatales o paraestatales que de repente con una intencionalidad de incidir políticamente tienen servicios que generan este tipo de cosas. De esto se ha acusado fundamentalmente al gobierno ruso o a organizaciones al servicio o relacionadas con el gobierno ruso, en particular en campañas electorales como la de Estados Unidos, pero también en Europa y en el caso de Francia en particular.
