
EC —Alude a compromisos en la interna del FA.
LLP —No me cabe la menor duda.
EC —Bonomi pertenece al Movimiento de Participación Popular (MPP), habría allí un compromiso con el sector que encabeza nada menos que José Mujica, dice usted.
LLP —Y el subsecretario es el hermano del presidente. Ahí hay una trenza que desconozco y que aparte no puedo dar por válida, pero es la única explicación que uno puede encontrar a mantener un ministro que ha fracasado. No estoy discutiendo si es buena o mala persona porque no lo conozco; sí sé que esa cartera, que ese equipo tiene que hacer lo imposible y después tener logros para que la gente pueda vivir en paz. Sobre todo un ministerio que ha multiplicado por cuatro su presupuesto, que tiene una densidad de policías de las más altas de América Latina –si no la más alta–, que tiene una Policía Científica que se ha tecnificado –yo fui a recorrer la Policía Científica–, que tiene una Guardia Republicana –que también estuve recorriendo como tres horas las instalaciones y los entrenamientos– que está capacitada, no es por falta de recursos.
EC —¿Y si lo que está primando es el criterio del presidente en cuanto a que este es un proceso, al estilo de la selección uruguaya de fútbol, que hay que dar tiempo y por eso deja en el cargo al ministro que viene del Gobierno anterior? Lo anunció, lo planteó en la campaña electoral, no fue una sorpresa para nadie.
LLP —Sí, si en algo dijeron la verdad –después en mucha cosa no dijeron la verdad– fue en esto.
EC —Entonces, si lo que está en juego es eso, la confianza en que hay que desarrollar un proceso que tiene varias etapas, al que hay que darle tiempo, pese a que en el medio las complicaciones todavía aparezcan y los delitos en algunos rubros incluso sigan aumentando?
LLP —A mí me queda claro que mientras esté Bonomi y Vázquez hermano en el MI la seguridad no va a mejorar.
EC —¿El problema es de personas para usted, ya a esta altura?
LLP —De gestión, de relacionamiento, de cadena de mando, de respaldo a la policía. Muchísimas cosas. Uno no puede simplificar las conductas humanas, es mucho más complejo. Obviamente estamos hablando del final de la etapa, que es cuando una persona se decidió a delinquir, está decidida a delinquir. Toda la etapa anterior, de la que nos tendríamos que haber encargado en estos años de bonanza, ahí ya no está, la persona, por distintas razones, ya tiene una decisión personal de delinquir. Entonces la prevención y la represión para que no surjan consecuencias, que en muchos casos significan vidas de uruguayos, es lo que está fallando. Desde mi punto de vista allí hay algunas herramientas que hay que modificar a nivel legal, algunas figuras delictivas de menores, de mayores, hay 29 propuestas al respecto. Tiene que haber alguna modificación de las herramientas policiales, ya no las herramientas de armamento, sino las herramientas jurídicas de la policía, y después tenemos que trabajar sobre un sistema penitenciario muy complejo.
El otro día estuve reunido con Álvaro Garcé y hablamos de cárceles que lejos de ser lugares donde la gente se pueda rehabilitar para reinsertarse en la sociedad, son de las más violentas del país. Si no, contemos la cantidad de muertos y de heridos que hay en los establecimientos de reclusión de nuestro país. Allí el Gobierno ha fallado, y no ha sido por falta de plazas de cárceles. Reitero, no es por falta de presupuesto, porque la primera excusa de un gobernante es “me gustaría hacer esto, pero no tengo plata”. Entonces si un presupuesto se multiplica por cuatro, tiene blindaje político, tiene herramientas técnicas, pero no mejora, no me cabe la menor duda de que la conducción de ese ministerio y la relación con los cuerpos policiales están dañadas.









