
EC —Ahí no había medida, curiosamente en ese capítulo no había medidas.
LLP —De hecho era una medida de riesgo y para mí de las más importantes. Pero las otras 21 medidas desde eran muy importantes mi punto de vista. Para alguna se perdió la oportunidad, porque estaban enmarcadas –sobre todo las que hacen a las relaciones exteriores– en la presidencia pro témpore del Mercosur de Uruguay. Termina la presidencia tirada en un esquina, totalmente ilógico cómo se procede a ese supuesto cambio, y sin haber avanzado ni en la decisión 32 del 2000, que es la que hay que flexibilizar para que Uruguay se relacione con el resto del mundo, ni las trabas legales y paraarancelarias burocráticas de Brasil, ni la formalización de algunos acuerdos. Sin ir más lejos, hoy en nuestra audición respaldamos la visita del presidente de la República a China, creo que se abre una gran oportunidad.
EC —Iba a mencionarle eso, que en materia de política internacional ahora el Gobierno está intentando la posibilidad incluso de un tratado de libre comercio (TLC) con China. Falta, faltaría mucho tiempo, pero está pensando en eso. Y acaba de firmar un TLC con Chile.
LLP —Lo de Chile es muy relativo porque ya teníamos una relación muy estrecha en muchas cosas en lo que hace al comercio. Cuando el TISA ni siquiera nos sentamos a negociar. El TLC con Estados Unidos en el primer gobierno de Vázquez, que era una oportunidad única de discutir y negociar, es muy difícil que se dé de nuevo.
Sigo, las 22 medidas del 2 de marzo, las 29 medidas relativas a la seguridad pública. Vamos a seguir tratando de decir “si se entiende que hay una mayoría del país que necesita estas medidas, acá está el PN”. Tenemos que tener puntos de contacto. Si apelamos a lo que dice el presidente de la República, aunque últimamente habla poco, estaríamos de acuerdo. Pero entre el discurso y la acción vemos un cortocircuito enorme.
EC —Ustedes insisten en definirse como “oposición constructiva”, el documento utiliza ese término.
LLP —Sí, quizás hasta sea una redundancia, porque si alguien entiende al PN sabe que no es hijo del cuanto peor, mejor.
EC —¿Y cuánto está jugando en este cuadro, en este análisis tan crítico que ustedes hacen de la marcha del Gobierno y de lo que está pasando en el país, su vínculo con Vázquez? O debería decir el “no vínculo”, ese vínculo inexistente, ¿cuánto pesa en todo esto y en la forma en que ustedes se plantan?
LLP —No debería pesar.
EC —¿No ha habido cambios?
LLP —No.
EC —¿Ni una paloma mensajera fue o vino? ¿Nada?
LLP —[Se ríe] No, no tenemos.
EC —¿Un correo electrónico?
LLP —Nada. Pero no hay problema, no se trata de que yo tenga buena o mala relación personal con el presidente de la República, al cual he elogiado. De mi parte digo que es un tipo que ha sido exitoso profesionalmente, como político ha logrado lo que ningún dirigente del FA logró en la historia, es un hombre hecho de esfuerzo propio. No tengo ningún problema con el doctor Vázquez.
EC —Pero en la campaña electoral se pudrió todo entre ustedes dos.
LLP —No, no, yo no lo veo así.
EC —Pero arrancó ahí, fue ahí.
LLP —No, hay que ser extremadamente sensible para ponerse tan mal por alguna cosa. No creo que sea así, el doctor Vázquez ha pasado muchas cosas en su vida y no creo que esto pese tanto. Sentiría una gran desilusión si pesa tanto que lo haya agarrado un minuto en Melo para decirle que había que bajar la pelota, cosa que me parecía de estricta lógica y fue de manera diplomática.
EC —¿Para usted ese factor fue determinante?
LLP —No sé, habría que preguntarle a él. Pero el presidente de la República tiene cosas más importantes que encargarse de la relación con Lacalle Pou.









