
EC —¿Cuál es la cantidad de niños que simultáneamente están asistiendo a las actividades para los más chicos?
N von M —Son unos 400 de entre 2 y 6 años. Estuve el otro día, y los chiquitos empiezan a venir por primera vez, así que hay gritos, lloran –las mamás tanto como los hijos–, pero vienen, que es lo importante, y la mayoría siguen.
EC —Tienen convenios con otras instituciones cercanas, por ejemplo para las clases de natación.
N von M —Sí, cerca hay un centro militar que nos presta su pileta para nadar, porque me di cuenta de que hay muchos uruguayos que no saben nadar, van hasta [que el agua les llega a] la rodilla y después miran el agua pero no saben nadar. Tengo una amiga muy cercana a la que le enseñé a nadar, tiene mi edad. Nadar es un deporte muy importante para todo el cuerpo. Además hay fútbol, canchas de deportes. Es lo más completo que se puede, como cualquier buena escuela.
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EC —Comenzamos a recorrer lo que ocurre en el predio que en el año 2002 adquirió la Fundación Retoño en Puntas de Manga. Hablamos de lo que fueron las primeras líneas de acción, en particular del Centro Educativo Espigas, que tiene dos grandes columnas. Por un lado, el proyecto CAIF, que atiende a 235 niños desde el nacimiento hasta los 3 años inclusive, con diferentes modalidades, experiencias oportunas, prácticas de crianza, educación inicial, atención y educación en salud. Los niños concurren medio horario, reciben desayuno, almuerzo y merienda, según el turno en el que asisten. Y por otro lado, el Club de Niños en convenio con INAU, que atiende a 129 niños, desde los que cursan educación inicial hasta los de quinto año de primaria en escuelas de la zona. Los niños asisten a Espigas en contrahorario de educación inicial o la escuela. Allí hay un equipo técnico conformado por maestra coordinadora, psicóloga, psicomotricista, trabajadores sociales, tres maestros para apoyo escolar, cinco educadores, talleristas de informática, inglés, música, percusión, danza y educación física. Y vale la pena conocer cómo ha evolucionado y cuáles han sido las etapas que han ido tomando forma más recientemente.
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EC —El año pasado se puso en funcionamiento en el predio de Puntas de Manga el Liceo Espigas. Cuéntenos por qué se dio este paso, por qué, aparte de lo que ya se venía desarrollando en ese lugar, entendió que había que crear un liceo.
N von M —Soy acuariana, el acuariano nunca para, siempre quiere hacer algo nuevo. Me di cuenta de qué pasa con estos chicos que tenemos a veces durante 10 años una vez que terminan la escuela primaria. No los puedo largar, no los podemos largar. Por ahí no siguen o las familias no los apoyan para seguir. Ahí vino la idea de tratar de que terminen sus estudios. Hemos iniciado algo que se llama Simiente, con alumnos escolares que van a hacer primer año de liceo. En el grupo que finalizó primer año en 2016 siendo apoyado y preparado para entrar al liceo, de 76 alumnos que finalizaron el primer año de Simiente solamente cuatro deben rendir materias en febrero. Así que fue un éxito la idea de hacer ese liceo, por lo menos los tres primeros años.









