Entrevista con Fernanda Castaño, Esteban Carbajal y Alejandra Viglietti, egresados de UTEC.
EN PERSPECTIVA
Miércoles 17.01.2018, hora 8.27
(Audio José Mujica.)
El Uruguay tiene un límite para ser un país desarrollado. Y ello determina que durante muchas décadas le hemos pasado la espumadera a la inteligencia del interior. Porque para que el nene o la nena pudieran estudiar, la clase media los tenía que mandar a Montevideo. Difícil que volvieran. Nos jugamos el Uruguay del futuro, dentro de 20 o 30 años, en cómo salga esto. Ni más ni menos.
(Fin audio.)
ROMINA ANDRIOLI (RA) —El 28 de diciembre de 2012, el Gobierno de José Mujica promulgó la ley que creaba la Universidad Tecnológica del Uruguay (UTEC), apostando a extender el conocimiento al interior del país. La UTEC, como escuchábamos de palabras del ex presidente, era por entonces un proyecto de importancia vital. Cinco años después, la primera generación de estudiantes obtuvo sus títulos universitarios en esa casa de estudios.
Estamos ante la segunda universidad pública del país. Una que apostó a la descentralización y estableció sus centros de estudio exclusivamente –por ahora al menos– fuera de Montevideo. Que recurrió a financiación de organismos internacionales para ganar en autosuficiencia y a instituciones privadas. Y que ha trabajado sin hacer mucho ruido, pero ya tiene 11 carreras y se propone llegar a 3.000 estudiantes para el 2020.
¿Qué resultados ha dado en la práctica? ¿Qué significa ser los primeros egresados de la UTEC?
DANIEL SUPERVIELLE (DS) —Vamos a conversarlo con tres de ellos: Fernanda Castaño, oriunda de Durazno y recibida en la carrera de Tecnólogo en Manejo de Sistemas de Producción Lechera; Esteban Carbajal, de Carmelo, departamento de Colonia, que cursó la Licenciatura en Ciencias y Tecnología de Lácteos, y Alejandra Viglietti, de Ciudad de la Costa, recibida en Tecnologías de la Información.
RA —Esteban y Alejandra están en estudios y Fernanda por teléfono.
Recién dimos un pantallazo de lo que estudió cada uno, pero vamos ahora a una presentación un poco más pormenorizada.
Fernanda, tú eres de Durazno, tienes 29 años y te recibiste del Tecnólogo en Manejo de Sistemas de Producción Lechera. Trabajás actualmente en un tambo en San José. Y estabas cursando Agronomía en Montevideo cuando decidiste entrar en la UTEC. ¿Qué implicó ese cambio? ¿Cómo comparás las experiencias?
FERNANDA CASTAÑO (FC) —No sé si son comparables, hay que decir que son diferentes. Son carreras diferentes y apuntan a cosas diferentes. Una cosa es la carrera de Agronomía y otra cosa es la carrera de Tecnólogo que plantea UTEC. Si bien se comparten cosas, me parece que lo que yo hice es una buena oportunidad para la gente que realmente se quiere especializar en el rubro lechero.
RA —¿Qué te llevó a dejar Agronomía en Montevideo para irte a estudiar en la UTEC en el interior?
FC —Cuando me fui a Montevideo no tenía 18 años y ya me fui con un planteamiento diferente. Me fui a trabajar y a hacer la carrera en el tiempo que me llevaba. Obviamente Agronomía es una carrera preciosa, no tengo nada que decir en cuanto a la carrera en sí –ya dije que son diferentes–, pero tiene una carga horaria muy pesada y obviamente cuando empezás a avanzar tenés que renunciar a materias para poder seguir trabajando. Es difícil hacer ese nexo entre laburar y llevarla adelante en los años que corresponde, se te empiezan a atrasar materias, es complicado. Aparte tiene mucho trabajo extracurricular, tenés que reunirte con personas y al que trabaja se le complica. Ahí fue que decidí que no quería estar muchos años en Montevideo, que quería hacer una carrera más corta, más práctica también, porque Agronomía es una carrera divina pero son muchos años dedicados al estudio y de repente la parte práctica, que es lo que realmente necesitás, la adquirís después de cinco años.