DS —Vos habías hecho un curso en la Escuela de Lechería. En una zona muy lechera, cuando recorremos la ruta hacia Colonia vemos ahí los puestitos con los quesos y hay muchas cooperativas.
EC —Sí. La vivencia de muchos estudiantes en Uruguay es que nos tenemos que trasladar a Montevideo porque es la alternativa final y si no es esa no hay otra. Y con la UTEC ese vacío se pudo completar.
RA —A ti igual te implicó un traslado, pero a un lugar más cercano y capaz que más parecido a Carmelo.
EC —Sí, por supuesto, de Carmelo a Rosario hay 120 km, no hay mucha diferencia. Al comienzo viajaba, lo hacía de muy buena voluntad todos los días, pero llegó un momento en que por la exigencia de los horarios era mejor mudarse y lo hice.
DS —Allí hay un gran laboratorio, muy moderno. ¿La carrera es más adentro del laboratorio o más afuera, en el campo?
EC —Mi perspectiva es orientada hacia laboratorio, hacia estudios de laboratorio, pero el estudiante puede elegir y decidir qué rumbo quiere tomar, si más orientado hacia la producción de determinados productos, si hacia ciertas tecnologías que se están desarrollando o hacia un plano más de investigación. En mi caso tenía muchas curiosidades para orientarme hacia el plano de la investigación y la UTEC me dio ciertas ofertas educativas para poder llevar a cabo un proyecto a nivel estudiantil que estuvo muy bueno.
RA —Tengo entendido que es un pequeño banco de bacterias. Contanos de qué se trata.
DS —Estás emprendiendo un proyecto.
EC —Sí, exactamente. Es una propuesta muy interesante, para la que la UTEC me dio las posibilidades y las facilidades, de otra manera en la industria no podría haberla llevado a cabo en las condiciones y en el tiempo en que la llevé a cabo, por costos y por otros motivos. Fue muy enriquecedor en lo personal, y más allá de eso por las oportunidades que se dan con ese banco de bacterias en el que se pueden hacer estudios muy interesantes.
RA —¿Qué implica? ¿Por qué es importante el banco de bacterias?
EC —Por muchos motivos, en primer lugar por el avance en el conocimiento científico de los diferentes productos lácteos. También por el conocimiento de los microorganismos, su comportamiento y sus posibles aplicaciones tecnológicas, no solamente en el plano teórico sino en el práctico, para lo cual se tienen que desarrollar diferentes investigaciones en diferentes rumbos y ver qué aplicaciones se pueden desarrollar a partir de ellas.
DS —¿Cómo era la vida estudiantil en La Paz, en el departamento de Colonia? ¿Cómo es la cotidianidad del estudiante que decide estudiar allí? Bien diferente por ahí de la experiencia montevideana.
EC —Sí, en ese aspecto me tocó vivir algo asombroso, porque éramos mayormente de la localidad, si bien había gente de Montevideo…
DS —Del departamento.
EC —Sí, la gran mayoría éramos de la localidad de Colonia y también de San José, algunos ya nos conocíamos de la Escuela de Lechería. Se llevó a cabo en un ambiente muy lindo, de mucho compañerismo entre los compañeros y los profesores también y las carreras, la convivencia fue muy agradable desde esa perspectiva.
