
RA —¿Cuándo estiman que pueden terminar los trabajos, o por lo menos que va a estar solucionado lo principal?
AP —No me aventuro a dar una fecha porque siempre surge alguna dificultad. Estamos trabajando con todas nuestras capacidades. Hay viviendas que están esperando porque no tenemos mano de obra, las viviendas que no tienen capacidad de recuperación por sí mismas van a demorar más. Estamos priorizando para que la gente entre a su vivienda. Después queda trabajo fino, las viviendas que no tienen techo están sin energía eléctrica, por ejemplo, y en muchas hay que hacer toda la instalación eléctrica nueva. Realmente fue un golpe fuerte.
NB —Usted decía que la ayuda ha llegado, que los esfuerzos han llegado de varios lados, del Sinae, de la solidaridad de los vecinos. ¿Cuánto afecta la planificación presupuestal de la Intendencia un evento como este, que obviamente no estaba en los planes de nadie?
AP —Tenemos que ir acostumbrándonos, lamentablemente. El año pasado tuvimos tres eventos climáticos que nos generaron situaciones de este tipo, empezamos en abril y el último fue el 31 de octubre. Cada tres meses, más o menos, tenemos situaciones de estas que nos golpean y requieren no solo recursos presupuestales, sino también de planificación y de recursos humanos. Tenemos cuadrillas que estaban en otra prioridad de ejecución que tuvimos que llevar allí porque esa era la prioridad, reconstruirles la vivienda a las personas que fueron afectadas. Tenemos que ir desviando recursos y buscando formas, dentro de las normas legales, para contemplar estas situaciones.
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RA —Volviendo a la temporada, hablando con el matutino La Diaria usted decía que en el primer fin de semana del año hubo 100.000 visitantes en los distintos centros turísticos del departamento, y que “Rocha reventó”. ¿Qué ha pasado en estos días? ¿Se mantiene esa sensación?
AP —No, a partir de la segunda quincena la tendencia es a bajar. Si bien hay gente, sin duda, sigue habiendo una buena cantidad de gente, mucha cantidad de gente, no es la presencia de los primeros 15 días.
RA —¿Y con relación a otras segundas quincenas de enero, a otros años?
AP —No me aventuraría a dar una cifra , cuando damos elementos los damos con certeza.
RA —Todavía no tienen números.
AP —Todo indica que estamos por encima del año pasado, que se mantiene la tendencia a ser una temporada con características muy buenas. Tenemos la cantidad de ingresos de vehículos al departamento de Rocha por el peaje Garzón de diciembre y los primeros 15 días de enero, que amentaron considerablemente. Ayer lo publicamos en la página del gobierno de Rocha. En los primeros días de enero hubo que liberar 20 veces el peaje para el tránsito, por las trancaderas de kilómetros de vehículos.
NB —¿Tienen datos de cuál es el principal origen de los visitantes que están llegando a Rocha este verano? ¿Qué es lo novedoso por ese lado?
AP —La movida joven, que es la que hace la diferencia mayor en los primeros 15 días, tiene la característica de que se mueve, como que tiene vida propia, no hay nada que determine hacia dónde va, salvo la movida propia de los boliches. Sin duda este año se concentró –y eso hizo la diferencia fuerte– en La Paloma, La Pedrera y La Aguada. Calculamos que en los primeros días de enero La Paloma –que es un lugar donde las personas que viven durante todo el año no llegan a 6.000– llegó a tener cerca de 45.000 turistas. Se multiplicó por siete la cantidad de personas que estuvieron durante equis cantidad de días en ese lugar. Y calculamos, por la movida de los boliches, que la mitad, unos 20.000, eran jóvenes que todas las noches iban a diferentes movidas, a los boliches en La Aguada o a la movida propia nocturna que había en La Paloma o a la movida particular que tiene La Pedrera. Punta del Diablo este año no tuvo la movida joven que en los años anteriores venía dándose con fuerza; tuvo un lleno total, pero con turistas de otras características. Toda la costa de Rocha estuvo a full, con presencia de gente, y sigue, no con los niveles de la primera quincena, pero con una presencia muy por encima de lo que fue la temporada anterior.
RA —Y en materia de turistas extranjeros, ¿hay alguna novedad, algo que haya llamado la atención respecto a los argentinos, los brasileños, por ejemplo?
AP —La tendencia nacional se mantiene, el turismo interno creció un año más. A pesar de que nos anuncian durante todo el año que estamos en crisis, en Rocha –puedo hablar por Rocha– año a año el turismo interno es el más fuerte, el de mayor presencia. No tenemos la evaluación para saber qué porcentaje es este año, pero el año pasado fue el 65 % de los turistas. El turismo argentino es mayor, sin duda; el brasileño, que el año pasado había caído fuerte, este año se nota, y hemos visto también turistas chilenos. Tenemos 25 puestos de informes turísticos, y aparte tenemos informantes que hacen encuestas permanentemente, que nos van dando una evaluación momento a momento de lo que sucede, de los problemas que se generan y de la situación que tenemos. Ahí vemos esa tendencia y cómo es la presencia de turistas en nuestras playas.
NB —¿En qué aspectos trabajó la Intendencia el año pasado de cara a la temporada?
AP —Trabajamos para que pasara esto, para que venga mucha gente. Por eso decía, medio en broma y medio en serio, que quejarnos siempre nos vamos a quejar por algo, porque si no perdemos la capacidad de tener ese deporte a mano. Pero nos quejamos de aquello por lo que peleamos, que hubiera mucha gente. Porque los problemas que se generaron en Rocha en particular este verano se deben a la cantidad de gente que vino. Y si uno hace algún tipo de comparación de la cantidad de problemas que tuvimos con la gente que hubo, son absolutamente mínimos los problemas.
RA —En materia de infraestructura en la que hayan invertido en el departamento a lo largo del año, de cara a la temporada, o en materia de promoción del departamento como tal, ¿qué se había hecho?
AP —La promoción es un elemento que año a año fortalecemos, porque es fundamental. La promoción dentro del país, en diferentes eventos de llegada nacional e internacional que se desarrollan en nuestro país, y en la región, fundamentalmente en Argentina y Brasil, y este año también participamos en instancias en Paraguay y en Chile. Son las instancias de promoción en las que debemos participar durante todo el año y lo hacemos, en conjunto con el Ministerio de Turismo.
En materia de infraestructura, a pesar del año que tuvimos, de las dificultades, de que tuvimos que desviar maquinarias, de las inundaciones de abril y otros problemas que tuvimos, o de lo que pasó en Aguas Dulces…
NB —¿Cómo se llegó con Aguas Dulces?
AP —Llegamos perfecto. A pesar de todas las dificultades que tuvimos –las instancias judiciales, las acciones de amparo, ante las cuales luego la Intendencia presentó su fundamento y se le dio lugar–, pudimos limpiar la playa y Aguas Dulces llegó a la temporada con una de las mejores presentaciones de los últimos años. Es así, no dicho por nosotros –porque dicho por nosotros puede sonar a autobombo–, dicho por la gente que trabaja en las comisiones, por veraneantes o por pobladores permanentes. En Aguas Dulces hubo que sacar de la costa más de 6.000 camiones de escombros, hubo que recuperar calles, hubo que hacer el ingreso nuevo al balneario. Hubo un trabajo importante que la presentó de manera óptima, y a su vez todo lo que es la nueva inversión, como el ingreso a Valizas, que se asfaltó. Todo eso a pesar de las dificultades que se tuvieron.
También tuvimos que reponer 23 casetas de guardavidas que el agua se llevó. Contrarreloj, con lo que implican los plazos de compras públicas, en 40 días hubo que hacer todo el proceso para instalarlas e incluso mejorar sus características, hacerlas de dimensiones un poco mayores. Todo eso nos pasó el 31 de octubre, y comenzamos la temporada con algún retraso en la instalación de casetas, que era lógico, pero llegamos, la temporada llegó bien. Siempre hay cosas para mejorar, lo que tiene que ver con infraestructura y servicios es una tarea siempre pendiente, siempre hay algún escalón que tenemos que seguir subiendo, no podemos quedarnos conformes con lo que tenemos.
RA —¿Cuánto se juega Rocha en cada temporada? Me refiero sobre todo a ingresos económicos, fuentes laborales.
AP —Se juega mucho, la temporada es una actividad que genera ese plus, y para mucha gente un empleo que durante meses no consigue.
RA —¿Tienen cifras del impacto que tiene el turismo en el departamento?
AP —No tengo ahora las cifras de los años anteriores, pero es un impacto importantísimo. Basta con determinar que un departamento como Rocha tiene en el entorno de los 70.000 habitantes y en la primera quincena hay 100.000 más, más que se duplica la cantidad de personas que viven en este territorio, con lo que eso genera. Gente que viene a disfrutar, que viene a gastar un poco más, viene a estar bien, viene a invertir, que va a los restaurantes. Desde que tengo memoria no recuerdo haber visto una temporada en que hubiera colas en los restaurantes en La Pedrera, en La Paloma, en diferentes lugares donde estuve. Porque me gusta salir, así como de mañana temprano voy al lugar afectado por el temporal, de noche recorro algún lugar para ver cómo funciona, más allá de los informes me gusta verlo y hablar con la gente. Y nunca había visto colas en restaurantes, en mi vida, y había colas de media cuadra en algunos restaurantes en la zona turística. Todos los servicios tuvieron esas situaciones los primeros días. Y bienvenido eso, porque es lo que queremos, que venga mucha gente, vamos a seguir trabajando para eso.
NB —A propósito de eso, ¿qué tan bueno está que un balneario “explote”, como ha dicho usted? ¿Cómo se logra el equilibrio entre el descanso que buscan las familias y la movida del público joven, que busca diversión, que tiene otros horarios? Ese ha sido el dilema que desde hace algunos años se le presenta al intendente de Rocha de turno.
AP —En particular en un departamento turístico se da, no solo en Rocha. Pasa en todas las ciudades. En Montevideo hay conflicto en la Ciudad Vieja, por nombrar alguno. Son conflictos que las sociedades se generan y que tenemos que resolver de la única manera que se pueden resolver: interpretando la realidad, dialogando y generando normas de convivencia que incorporen a unos y a otros. Porque estos conflictos siempre terminan en uno sobre el otro que quiere imponer lo que quiere a los demás. Eso es imposible, si tú querés tener una paz total en La Pedrera, ven en Turismo, o en otro mes, que hay sol, pero en enero sabes que tienes movida y en Carnaval también. No puedes pretender aquella Pedrera de hace 40 años, donde prácticamente eras dueño del lugar –que es lo que la gente añora, el que ha vivido toda la vida, el que hace 60 años que veranea ahí–, y a la vez alquilar tu casa en US$ 400 por día, no puedes tener la chancha y los cuatro reales.
Rocha es un departamento que ofrece, en sus 180 kilómetros, todas las propuestas que te puedas imaginar para descansar, para divertirte, para disfrutar de tus vacaciones. Ese va a ser nuestro énfasis. La foto más clara es esta: en La Pedrera los propietarios me hacen una denuncia penal diciendo que yo desacato la norma, que la Intendencia no hace nada –cosa que no es así, hemos enviado al juzgado correspondiente todas las actuaciones, todo lo que demuestra que efectivamente hacemos cumplir lo que tenemos que hacer cumplir–, y por otro lado los boliches dicen que la Intendencia no los deja trabajar.
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