RA —A propósito de lo que decía de los propietarios que alquilan su casa y las facilitan para estas fiestas privadas, hay quien pregunta de la audiencia: “¿Cómo diablos se entera uno de que su casa alquilada se transforma en una ‘casita’? ¿Cómo se le avisa al propietario?”. ¿Hay algo establecido, algún tipo de mecanismo en ese sentido? Porque usted está culpabilizando a los propietarios, pero hay quienes señalan que quizás no tienen los elementos para enterarse de que una noche se da ese tipo de evento.
AP —Yo no estoy culpabilizando, estoy diciendo que tenemos todas las medidas para que esto no suceda. No estoy hablando de culpables, estoy diciendo cómo se generan las situaciones. Yo sé de casos de gente que alquiló, fue una señora de 60 y pico de años a alquilar, y a la semana cuando la notificamos no se imaginaba que había 15 chiquilines que le habían dado vuelta la casa. Cada propietario busca garantías de protección de la vivienda, pide depósitos, etcétera. Esos son los mecanismos que existen. El único mecanismo que tenemos nosotros es la multa, que es sobre el padrón, no es sobre el inquilino, porque no tenemos forma. Esos mecanismos son elementos que van en el sentido de tratar de garantizar el equilibrio y el funcionamiento de los lugares. Imagínese cómo podría ser la cosa si nosotros no estuviéramos haciendo lo que estamos haciendo. Estamos haciendo bastante, no es cierto que la Intendencia esté en falta, de ninguna manera.
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La transcripción de esta entrevista es un servicio de:
Facal & Cía., desde 1958 asesores en comercio exterior y aduanas
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Transcripción: Maria Lila Ltaif
