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Entrevista central, miércoles 1º de noviembre: Gustavo Leal

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EC —Lo curioso es que en la difusión de esa versión falsa hubo un policía.

GL —No, lo del policía fue posterior. Se calmó lo de la ruta 8, se hizo la investigación, se judicializó el caso, y cuatro o cinco días después, ya en otra zona, en la zona de Millán y Lecocq, un policía que trabajaba en la seccional 24 viralizó un audio sosteniendo que habían intentado secuestrar a su hija. Un audio que además viralizó inicialmente un grupo de 20 personas que eran todos policías y que convocaba a los policías a difundir ese audio, y después a un grupo de familiares.

EC —Un policía comunicaba que habían tratado de secuestrar a su hija. Y lo curioso es que eso no había pasado.

GL —No, no solamente no había pasado, sino que todo el relato era absolutamente falso.

EC —Se basaba, a su vez, en su esposa.

GL —En su esposa, que había ido a llevar a la niña, que tiene cuatro años, a la escuela, y al volver de la escuela, una madre con la cual venía caminando le comentó que había visto una mujer con actitud sospechosa en la escuela. La mujer llegó a la casa y empezó a preocuparse por lo que pudiera pasar. Y ahí resuelve llamar a su esposo y le cuenta que la había llamado la maestra de la escuela porque había una persona –que describió con lujo de detalles, hasta su ropa describió– que estaba queriendo retirar a su hija diciendo que era amiga de ella.

EC —¿Y esa llamada de la maestra había existido?

GL —Tampoco, nunca existió esa llamada. La mujer inventó la llamada.

EC —La madre de la niña habla de una llamada de la maestra de la escuela que no existió, eso le llega al padre de la niña, el esposo de esa señora, que es el policía que después hace la retrasmisión.

GL —Exactamente, fue exactamente así.

EC —¿Y cómo explicó el policía su comportamiento cuando fue interrogado?, porque se lo localizó.

GL —Sí, claro, y a la esposa también. La esposa al principio sostuvo que todo eso era cierto. Pero ya se había hecho antes una investigación con la directora de la escuela y con la maestra, que pusieron a disposición además todos los teléfonos. No había habido ninguna llamada telefónica a la madre, ni siquiera una llamada que pudiera haberse interpretado en el transcurso de esa conversación con una característica determinada. No había habido comunicación alguna. Es más, la madre había ido a buscar a la niña a las 12, normalmente, y la retiró. La mujer al final, después de decir varias mentiras, reconoció que ella se asustó “por las cosas que están pasando” –esa frase la repitió–, habló con el esposo y cuando habló se embarulló, mintió, y mentira tras mentira armó semejante situación, que se la comentó al esposo. Y el esposo, de manera también muy irresponsable –y por eso hoy está sumariado, porque tiene estado policial, era un policía–, en vez de hacer la denuncia –porque estaban hablando de su hija–, lo primero que hace, sin chequear absolutamente nada, es escribir esto en Facebook, con mucho detalle, y hacer un audio que envía inicialmente a sus compañeros de trabajo.

Pero esta situación de fabulación no fue la única, porque en el eje de la ruta 8, donde estábamos hablando de esta situación del secuestro del niño, hubo una persona, que es una comerciante de la zona de Pando, que viralizó un audio que fue muy importante y generó mucha desestabilización, en el que aseguraba que ella había llamado al 911 haciendo una denuncia por un auto sospechoso. Todos estos hechos estaban vinculados a la existencia de unas camionetas que merodeaban, que describían con mucha exactitud, algunas de las cuales incluso fueron fotografiadas y subidas en Facebook.

Algunas eran del extranjero, pero algunas eran de personas de acá, una era de un comerciante que había ido a cenar a una parrillada y la fotografiaron. La persona llamó al 911, dijo que había una camioneta merodeando, que quería tener más patrullaje. La llamada duró casi cinco minutos, la policía le dice que si vuelve a aparecer esa camioneta se comunique inmediatamente con la policía, etcétera. La mujer corta y elabora un audio que trasmite a una cantidad de personas, en el que dice que acaba de hablar con el 911, que en el 911 le acaban de confirmar que ese auto –que describe– es un auto que la policía tiene identificado como uno de los que están utilizando para secuestrar personas, que no son los únicos, pero que la policía le había pedido que por favor no divulgara eso porque no se estaba pudiendo abordar esta situación.

Ese audio está, se puede escuchar, fue muy divulgado, y es increíble, porque esa persona cuando se la detiene declara en Inteligencia y lo primero que dice es que eso es efectivamente cierto. Cuando se la hace escuchar la grabación del 911 –porque eso quedó registrado– y se compara la conversación que ella había tenido con el 911 con ese audio, la mujer dice “yo en el audio de WhatsApp me confundí, porque es verdad que el 911 no me dijo nada, pero el policía que vino a mi casa sí”. “¿Y cuál fue el policía que vino a su casa?, ¿dónde estuvo?”, y al final la mujer termina diciendo “no es verdad, no hubo ningún policía, es cierto, lo que pasa es que como se estaba hablando de todo esto yo le quise dar un poco de color a la situación para que la gente estuviera más alerta”.

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