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EC —Hace muy pocas semanas tratábamos este tema en el ciclo Ventana al Futuro con el doctor Luis Barbeito. Y él ponía el énfasis en algo que resulta un poco chocante: pese a todo lo que se ha avanzado en materia de ciencia, el alzhéimer todavía no tiene cura. ¿Qué pueden agregar ustedes sobre este aspecto?
RV —Que si bien se va conociendo la cascada de eventos neurobiológicos que van destruyendo el tramado neurobiológico, todavía no se han logrado formas de intervenir para detener formalmente el proceso. Luis Barbeito es una persona de primer nivel, que está muy en eso, ha trabajado mucho en eso y te lo puede explicar tal vez mejor.
EC —Pero la síntesis es esa: cura no tiene.
RV —No, para nada.
EC —Y una vez detectado, ¿es posible, mediante tratamiento, frenar su evolución, evitar que siga agravándose?
RV —Podés aliviar el proceso para el paciente y para la familia, con medicación y con psicoeducación familiar, con reestructuuración ambiental, educación del personal que está cuidando. Podés aliviar la curva de descenso, pero no frenarla.
EC —A ver si estos apuntes son correctos. La enfermedad comienza en el cerebro 30 años antes de presentarse en forma clínica. Y cuando se expresa clínicamente ya hay regiones cerebrales que han perdido más del 80 % de las neuronas, una información que no puede ser recuperada. ¿Es correcto?
RV —De alguna manera sí; no sé si tanto tiempo. El párkinson, por ejemplo, empieza 10 años antes de las manifestaciones motoras, y el alzhéimer 10, 15, puede que 30 años, sí, pero es mucho.
EC —Lo dice el psiquiatra Gabriel Lista.
RV —Gran amigo también. Muchos años antes de la eclosión clínica, porque pasa como con el locus niger en el párkinson, cuando se pierde el 80 % de las neuronas locus niger empieza la sintomatología. Un primer síntoma de aviso tanto en el párkinson como en el alzhéimer es la anosmia, el trastorno del olfato.
EC —El trastorno del olfato…
RV —El cambio de gusto en las comidas. Es un síntoma bastante temprano, que no se da en todas las personas, pero nadie consulta por eso. Una vez que tenés el diagnóstico vas hilando para atrás –pasa lo mismo en el párkinson– y ves un montón de síntomas que ya tenían que ver con el comienzo de la enfermedad.
EC —Qué difícil es, supongo, para quienes nos están escuchando, porque queda clarísimo, por lo que ustedes dicen y lo que ya hemos conversado otras veces sobre el tema, que el diagnóstico temprano es fundamental. Pero por otro lado también está esa sensación en la gente de “che, no puedo consultar al médico por cualquier cosa, no debo volverme paranoico”.
RV —No, y de parte nuestra informar sin asustar.
EC —¿Cómo se logra el diagnóstico lo más temprano posible?
VR —Sensibilizando a la población sobre estos primeros signos, porque si no, no llevan a su familiar al médico. No lo llevan hasta que manifiesta más de estos signos, pero tiene que pasar un largo período. En Uruguay no lo llevan al médico antes del año y medio, dos años. El diagnóstico precoz es fundamental para establecer el tratamiento farmacológico, y en Audas también contamos con un tratamiento psicoterapéutico. Tenemos un centro diurno especialmente diseñado para activación cognitiva y sociabilización entre los integrantes de ese centro diurno.
EC —Se relaciona con el diagnóstico a tiempo.
VR —Absolutamente.









