Entrevista con el sociólogo Elías Jaua, exvicepresidente, excanciller y actual diputado en Venezuela.
EN PERSPECTIVA
Miércoles 22.06.2016, hora 8.23
EMILIANO COTELO (EC) —Mientras la oposición venezolana encara desde el lunes el proceso de validación de las firmas que podría conducir a un referendo revocatorio sobre el mandato del presidente Nicolás Maduro, el oficialismo juega su partido sobre todo fuera de fronteras.
Mañana el secretario general de la OEA (Organización de Estados Americanos), Luis Almagro, presentará oficialmente ante el Consejo Permanente el informe que hizo público el pasado 31 de mayo cuando invocó con relación a Venezuela la Carta Democrática Interamericana, un mecanismo previsto para atender casos de “alteración del orden constitucional” de los países miembros. Desde Caracas este lunes se pidió la suspensión de la reunión y la canciller Delcy Rodríguez reclamó lisa y llanamente la renuncia de Almagro.
Por estas horas, Montevideo palpita con mayor intensidad que de costumbre el escenario de confrontación política que está planteado en torno a Venezuela. Porque una delegación de legisladores de la Asamblea Nacional de ese país ha estado participando de las sesiones del Parlasur aquí, en suelo uruguayo.
Entre esos parlamentarios, se cuenta el sociólogo Elías Jaua, exvicepresidente, excanciller y actual diputado, a quien recibimos esta mañana.
ELÍAS JAUA (EJ) —Gracias por permitirnos conversar contigo y con tu audiencia. A los uruguayos los extrañará por qué tanto tienen que debatir y escuchar de Venezuela.
EC —Para empezar, porque somos socios en el Mercosur. Hay una relación que viene por ese lado y que hace que Venezuela sea de los países cercanos.
EJ —Así es. Lo decíamos en el sentido de que a veces los temas de Venezuela se convierten en temas nacionales en muchos países. Cosa que para un ciudadano común debe ser extraño, ¿por qué se habla tanto de ese país en mi país? En todo caso, valoramos mucho las buenas preocupaciones sobre nuestro país y sobre nuestro pueblo.
EC —Usted es una de las figuras más importantes del chavismo. Incluso es extraño entrevistarlo en su calidad de diputado, porque durante más de una década fue hombre de Gobierno: ministro de varias carteras, en particular canciller, vicepresidente de la República Bolivariana de Venezuela. ¿Cómo se lleva con esta otra responsabilidad, la legislativa?
EJ —Aprendiendo. Siempre quise ser diputado, la vida no me lo había permitido hasta ahora, pero soy ahora diputado de una bancada minoritaria en Venezuela.
Quiero señalar que en Venezuela no hay una alteración del orden constitucional. La mejor muestra es que hubo unas elecciones, ganó la oposición, obtuvo una mayoría de diputados, se instaló la Asamblea Nacional y esa Asamblea Nacional funciona y ha entrado en conflicto con otros poderes, como el Poder Ejecutivo, el Poder Judicial, pero en ningún caso ninguno de esos poderes está anulado ni inhabilitado, están en perfecto funcionamiento en el marco de la vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Eso es un claro indicador de que en Venezuela no hay ni alteración del orden constitucional, ni ruptura de orden constitucional, para que sea discutida la aplicación de la Carta Interamericana, como ha presentado el secretario Almagro.