
WA —A raíz de toda la discusión sobre esta votación, lo que ocurrió en la asamblea, ¿cuánto pesó el comunicado y la postura de los jugadores de la selección uruguaya en todo este tema, y cómo pesó –si es que pesó– dentro del ejecutivo lo que dijeron los jugadores uruguayos, primero Godín y después el resto de los futbolistas, incluso algunos jugadores que hoy ya no forman parte de la selección?
IA —En el Consejo Ejecutivo el comunicado no tuvo ningún peso, porque la decisión ya estaba tomada hacía un buen tiempo en virtud de las diferencias económicas entre ambas propuestas. Luego en los equipos eso es toda una pregunta, yo entiendo que de acuerdo a cómo venía dada la votación no tuvo una incidencia práctica. Creo que sí tuvo incidencia en la población en general, fue un mensaje de los jugadores muy profundo, con aseveraciones con algunas de las cuales uno puede estar de acuerdo y otras con las que no, pero desde el punto de vista práctico no veo que haya tenido grandes consecuencias en la votación de ayer.
WA —Es cierto que no se dice públicamente, no se puede comprobar, pero hubo mucho cambio de voto del viernes a ayer, votos que incluso se habían expresado públicamente y después terminaron cambiando. Eso es una realidad.
IA —En primera división no observé ese fenómeno.
WA —En segunda sí, segunda el viernes votaba afirmativamente.
IA —No, el viernes la Mesa Ejecutiva de la divisional segunda lo que llevaba era un mandato de apoyo al Consejo Ejecutivo sin compromiso de voto.
WA —Y terminaron votando en contra después.
IA —No se llegó a expresar eso, y en el consejo que se determinó para el día lunes, luego de dar una mayor difusión a algunos términos del contrato, el resultado fue 7 a 7 con la ausencia de una institución que terminó votando a favor. Tampoco lo tomamos como un rechazo en sí mismo, más allá de que no sumara una adhesión, porque lo que se necesitaban eran adhesiones, votos positivos. Pero nosotros en particular, como Consejo, no lo tomamos como un rechazo a nuestra gestión.
EC —Los jugadores de la selección se expresaron en términos muy terminantes, hablaron de que están peleando para que la AUF pueda librarse del “yugo de intereses ajenos y no siga vendiendo su rico patrimonio al bajo precio de la necesidad. Estamos a favor del fútbol uruguayo y no estamos en contra de nadie, salvo aquellos que quieran atacar al fútbol uruguayo”. Hablaron además de democracia, por ejemplo. Pero es un hecho que también estaban defendiendo intereses propios en esta pulseada: ellos habían acercado a Nike con su oferta, entre otras cosas porque con un contrato diferente podían empezar a manejar los derechos de sus propias imágenes de otra manera.
IA —Correcto, hay que dejar claro que este contrato con la empresa Nike, de concretarse, no involucra ningún tipo de compromiso acerca de los derechos de imagen de los jugadores hacia el futuro. Eso será materia de una negociación posterior al 1.º de enero de 2017 y que puede verse cristalizada en pagos o contraprestaciones por diversos rubros.
EC —Pero es un hecho que los jugadores están desconformes con el contrato que hoy está vigente a propósito de los derechos de sus propias imágenes. ¿Cómo es eso, Wilmar?
WA —Sí, es algo que perdieron, ya desde hace unos años no cuentan con ese privilegio que pueden llegar a tener otros jugadores en otras selecciones, y es lo que están reclamando para en cierta medida también poder tener mayores ingresos que los que tienen actualmente.
IA —Sí, pero no tiene que ver con el contrato que se firmó y no tiene que ver con la contratación directa con la Asociación, eso se hará después del 1.º de enero.
WA —Claro, se vuelve a negociar.
IA —La vestimenta deportiva es un campo en el que se pueden cruzar derechos de imagen de las dos partes, de la AUF y de los jugadores, es la combinación del concurso de una persona dentro del ámbito de representación institucional deportiva de nuestra Asociación. Ahí se cruzan, hay un cruce de conjuntos en el que se da una combinación entre el derecho de imagen de la AUF con los derechos de imagen de los jugadores personalmente. Eso en Uruguay históricamente se negociaba de una manera diferente, se socializaba dentro de la estructura de la agremiación de futbolistas, la Mutual, y luego se maneja a partir de ahí, hasta el momento se ha hecho así. Pero los jugadores desde hace un tiempo vienen reivindicando otro formato de gestión de sus derechos, cuestión que no tiene nada que ver en este momento con la Asociación, sí a partir del 31 de diciembre de este año.
WA —Hay muchos que entienden que esto es una victoria, una batalla política ganada por la AUF, que el Ejecutivo sale fortalecido de esta situación, que se planta ante Tenfield, cosa que no es muy común, y sale victorioso.
EC —Hay quienes hablan de una “declaratoria de independencia”.
WA —Exacto, muchos dicen que la AUF y el fútbol uruguayo recuperan en cierta medida independencia. ¿Cómo lo ven ustedes?
IA —No, nosotros lo que vemos es que estamos consagrando una posibilidad de manejo comercial y de gestión comercial distinta de la que tradicionalmente se había dado. La Asociación del año 2016 es distinta de la de 1998, y está preparándose para gestionar sus productos de manera profesional y comercial satisfactoria para sus intereses. Estamos preparándonos, hemos creado un Departamento de Marketing, hemos profesionalizado las estructuras apostando a funcionarios con mucha preparación, con mucha baquía en el tema de gestión, por lo tanto creo que estamos preparados para gestionar particularmente bien estos derechos. No lo tomamos como una independencia en los términos poéticos o en los términos épicos que hemos escuchado, es simplemente un tema que circunscribimos al campo de lo comercial.
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Transcripción: María Lila Ltaif









