La transcripción de esta entrevista es un servicio de:
Facal & Cía., desde 1958 asesores en comercio exterior y aduanas
Entrevista con el intendente de Montevideo, ingeniero Daniel Martínez, y el intendente de Canelones, profesor Yamandú Orsi.
EN PERSPECTIVA
Miércoles 25.01.2017, hora 8.13
EMILIANO COTELO (EC) —La construcción de una tercera fábrica de celulosa en Uruguay parece, claramente, una buena noticia para el país. Pero para el área metropolitana en particular, ¿será también una buena noticia?
Desde la nueva planta de UPM, que se instalará en las inmediaciones de Paso de los Toros, viajarán hacia la capital unas 4.000 toneladas de celulosa por año. Esto implicará –según los anuncios de la propia empresa– que al menos ocho trenes de entre 500 y 800 metros de longitud cruzarán todos los días a unos 70 kilómetros por hora por varias zonas pobladas de Canelones y de Montevideo.
Cómo administrar el impacto de ese flujo es un desafío importante, que demandará cambios en el sistema de transporte y la estructura vial, grandes obras de infraestructura y hasta eventualmente una nueva planificación territorial.
Con la idea de empezar a analizar esta situación y encaminar una solución, el presidente de la República, Tabaré Vázquez, recibió ayer a los intendentes de Montevideo, Daniel Martínez, y de Canelones, Yamandú Orsi.
¿Cómo transcurrió ese encuentro? ¿Dónde están las inquietudes? ¿Qué alternativas se presentan?
Vamos conversarlo con ellos.
¿Cómo surgió esta audiencia? ¿Fue una iniciativa del presidente o de ustedes?
DANIEL MARTÍNEZ (DM) —Fue una iniciativa nuestra. Con Yamandú venimos coordinando muchísimas políticas –obviamente no hay que desarrollar mucho una explicación acerca de la vinculación Montevideo-Canelones–, pero en particular en este tema. Estamos totalmente de acuerdo en el desarrollo de la inversión, queremos colaborar para que esta sea posible. Y a su vez sabemos que cualquier inversión de estas trae un impacto, y mucho más cuando hay que transportar un volumen de pasta de celulosa tan importante que implica la circulación de trenes yendo y viniendo de forma permanente. Eso requiere un nivel de estudio, de análisis y buscar mitigar los impactos. La traza que se venía manejando implicaba mucho impacto en Las Piedras y a partir de algún punto más densificado de Montevideo en adelante una distorsión importante.
EC —Según la información que la producción de En Perspectiva había recogido, la preocupación de ustedes no se concentraba solo en lo que va a pasar cuando esos trenes ya estén operativos, sino también en lo que va a pasar cuando se desarrollen las obras que hay que efectuar para bancar, para administrar todo ese flujo. La distorsión que esas obras van a provocar en la circulación en la ciudad, casualmente en tiempos preelectorales.
DM —Sea lo que sea, porque aparte, en el caso de Montevideo, vas a tener camino Cibils construyéndose, San Martín, Belloni –Belloni ya estaría del otro lado, no incidiría tanto, San Martín tampoco–, más 21 obras viales, algunas en el oeste y en esa zona. Yo decía en broma que hay que pedirles al 1.400.000 montevideanos que se tomen licencia y vuelvan dentro de dos años. Hay que buscar las cuestiones. Por eso apoyamos el proyecto, busquemos qué puede mitigar el impacto. De ahí el pedido de entrevista.
