
EC —Está bien, pero mi pregunta era si no están conversando esto con el Gobierno, justamente, con el Poder Ejecutivo.
DS —En realidad aquí a Treinta y Tres vino el director nacional del Sistema Nacional de Emergencias, tuvimos el apoyo, el Comité de Emergencia funcionó muy bien; y luego tuve una llamada de un integrante de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP). Pero nosotros no fuimos citados al Poder Ejecutivo, como muchos departamentos no fueron citados. Parecería que hay departamentos A, B y C, y nosotros estamos ahí, y vivimos del sector primario.
EC —Usted dice que el departamento de Treinta y Tres no está siendo bien atendido por el Poder Ejecutivo, que no lo está teniendo en cuenta. También usted puede comunicarse; ¿piensa tomar la iniciativa?
DS —Sí, estamos evaluando. Pero hasta que el último desplazado de Treinta y Tres no vaya a su casa y su casa esté limpia, tenga todos los artículos de limpieza, no vamos a empezar a hacer ningún tipo de evaluación. Lo primero para mí es la gente, y sobre todo la gente humilde, que es la que vive en los barrios más bajos del departamento. Esa gente todavía está alojada en gimnasios y centros de barrios. Esa es la centralidad de nuestro Gobierno, la gente. Después viene la producción…
EC —Pero mi pregunta es si usted no puede comunicarse con el Poder Ejecutivo para tratar de sortear ese cortocircuito que por lo visto está habiendo, no están entendiéndose, o en el Gobierno central no están entendiendo la situación de Treinta y Tres.
DS —Yo tengo una muy buena relación con la OPP, con el Gobierno nacional, no tendría ningún problema. Ayer fue el tema del CNI; posiblemente sí llame y hable con ellos, no tengo ningún tipo de problema. Pero me parece que pusieron la lupa en algunos lugares y en otros no tanto, porque la suplementación alimentaria es fundamental para los ganados de Treinta y Tres, pero es no solamente eso.
EC —Pensando en el futuro del departamento de Treinta y Tres, con respecto a la gente que se ha visto perjudicada por las inundaciones y que ha tenido que dejar su casa, ¿hay decisiones de fondo, estructurales, que tomar para que esas zonas no sean habitadas, para que no se repitan en el futuro estas experiencias?
DS —Obviamente sí. Ya tomamos la iniciativa, estuvimos hablando con el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), puede haber algunos planes que vienen de fondos del Ministerio de Vivienda, estamos transitando ese tema para realojar gente que vive en los barrios más bajos de Treinta y Tres. Sí, es un tema estructural que hay que hacer con el ordenamiento territorial. Eso ya lo estamos viendo y lo vamos a hacer, porque es fundamental para la gente que vive en esos barrios, que son unos cuantos, alrededor del río Olimar, y también están Vergara y La Charqueada. Ese es el tema prioritario para nosotros.
Y el segundo tema prioritario es que a la industria, al sector agropecuario se le dé el tratamiento que se le tiene que dar acá en Treinta y Tres.
EC —Me pregunto, por lo que usted señalaba hace unos minutos, cómo depende la economía del departamento de Treinta y Tres de todas estas actividades del sector primario. Usted mencionaba que otros proyectos que existieron después no prosperaron, al pasar habló de Aratirí. Su Intendencia, ¿qué está haciendo en procura de una diversificación de la matriz productiva de Treinta y Tres?
DS —En esto tenemos un apoyo muy importante de OPP. Creemos en las cadenas productivas, tenemos un programa de proveedores, para capacitar a las micro y pequeñas empresas para que puedan mejorar su competitividad. Ya hace cuatro años que venimos en esto y me parece que tenemos que ir más allá, porque si falla todo lo que está fallando tenemos que tener un desarrollo local basado en otra cosa. Estamos en un programa de desarrollo local a través de la cultura, que es transversal, en convenio con el Claeh; estamos haciendo un convenio con la Facultad de Arquitectura.
EC —¿Cuáles podrían ser esos otros rubros de actividad?
DS —La cultura es una muy buena cosa, hay experiencias importantes en Medellín, en Colombia, y en otros países de América que creo que tendríamos que transitar. Pero el 80 %, 90 % de la actividad nuestra es la actividad primaria.
EC —Por eso, ¿y las alternativas vienen por el lado de la cultura, decía usted?
DS —Sí; la cultura puede ser generadora de riqueza, generadora de desarrollo local, es una experiencia que ya estamos transitando con el Claeh, con la Universidad de la Cultura. Hemos hecho un convenio y estamos trabajando con Rilla, con Grieco; estamos trabajando con la OPP en ese sentido y también con la Facultad de Arquitectura, con el rector, y se está terminando una universidad, se va a inaugurar en estos días. Creo que puede ser una buena opción la cultura como desarrollo local y como riqueza para un departamento, para una ciudad.









