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EC —Ante esa facturación de US$ 26 millones por multas, que triplica la de años anteriores, aparece el fantasma de la búsqueda de mayor recaudación. Sobre todo teniendo en cuenta que cuando asumió Daniel Martínez tenía por delante el reto de no aumentar los impuestos pero la necesidad de sanear las cuentas de la Intendencia. La fiscalización electrónica ha sido vista por algunos como una herramienta en ese sentido. Después de todo, con estos números que estamos dando, resulta que este plus de recaudación por multas de tránsito equivale al 3 % del presupuesto de la IM, que es de US$ 600 millones. No está nada mal… ¿Qué contesta usted?
PI —Quiero ser claro. Estos temas fiscales no son los nuestros y no tiene nada que ver una cosa con la otra. Lo digo con total sinceridad. En ningún momento cuando se manejan estos temas como soluciones a los temas de movilidad tienen algo que ver la recaudación y la fiscalización. Insisto en que es una especie de mito que se repite, se repite, se repite, y al final se instala como una verdad que no es.
EC —Pero por ejemplo Pablo Brenner, un hombre vinculado a las tecnologías de la información en Uruguay, escribía en Twitter, a raíz de este debate: “Si no es para recaudar y solo por educar, lo pueden demostrar muy simplemente: que lo recaudado por multas se redistribuya en bonificación de patente entre aquellos que tienen 0 multa”.
PI —Tomamos las ideas con mucha apertura. Ahora yo redoblo la apuesta: ¿por qué entre automovilistas? ¿Por qué no en ciudad?, ¿por qué no en espacios públicos?, ¿por qué no en veredas? Porque tenemos esa visión de que los que andamos en auto somos dueños de todo, y no es así. Esta administración tiene una definición muy clara que tiene que ver con una movilidad y con una ciudad para los ciudadanos, andemos o no andemos en auto. Yo les puedo asegurar al señor mencionado y a todos los oyentes que todos y cada uno de los recursos que se obtengan por estos sistemas van a ser reinvertidos en la ciudad. Obviamente ya están siendo invertidos, no se está viendo todavía, pero les puedo asegurar que dentro de un año vamos a mostrar una cantidad de obras viales que no son solamente calles para autos, tienen mucho que ver con ciclovías, con veredas para peatones, con espacios públicos. Hay toda una línea de obras que comienza en este año 2018, tengan la seguridad de que cada uno de los pesos que se recauden por concepto de multas del CGM que tanto preocupan va a ser reinvertido en ciudad para todos los ciudadanos, no solo para los automovilistas.
EC —Entre los mensajes de los oyentes también hay quienes salen en defensa de la Intendencia o, mejor dicho, cuestionando a quienes cometen las infracciones. Dicen: “No es la Intendencia quien tiene que ser interpelada, tampoco el problema es la recaudación. El problema son los que infringen los reglamentos de transito”, señala un oyente de celular terminado en 384.
PI —Exactamente, todo aquel que esté preocupado por este tema de la famosa recaudación –insisto, chocolate por la noticia, si instalamos tecnología lo preocupante sería que no hubiera un aumento, estaríamos siendo ineficaces– que salga a la calle y mire diez minutos, sin ser ningún experto, ningún técnico en tránsito, y vea cuántas infracciones pasan delante de su vista sin que sean sancionadas.
EC —Otra pregunta es a propósito de los montos de las multas. ¿Quién los definió? ¿Cuáles son los criterios?
PI —Eso tiene una historia que no es de ahora, se está revisando. Por suerte el acuerdo nacional de la patente abrió una cantidad de puertas, entre ellas la del permiso de conducir en el que Montevideo acaba de ingresar y hoy tenemos un permiso nacional. Los montos de las multas vienen de larga historia, hace mucho tiempo que no se revisan, y había una disparidad, sigue habiendo una disparidad importante dentro de un país tan chiquito, no tiene mucho sentido. Se logró un acuerdo nacional, que se está empezando a implementar, porque tiene que pasar por todas las juntas departamentales. Salvo en materia de velocidad, en lo que no hubo acuerdo y como no hay acuerdo vamos a promover el año que viene –ya lo tenemos bastante avanzado– un criterio que nos parece justo, que es graduar las multas. No es lo mismo una persona que circule a 90 km/h en zona de 45 km/h que una persona que exceda por uno o dos kilómetros el límite. Vamos a hacer una propuesta gradual que nos parece justa.
EC —Muchas de las preguntas de los oyentes van por el lado de qué está haciendo la Intendencia en materia de prevención, de educación.
PI —Bastante abarcativa la pregunta. Se sigue haciendo un trabajo, ahora mucho más focalizado en secundaria. En eso estamos trabajando con la Unasev, hay un grupo de inspectores que así como visitaban escuelas, y siguen visitando algunas escuelas, ahora se están encaminando más para el lado de los adolescentes de secundaria, que están más cerca de acceder a un vehículo. Tenemos un problema para resolver: la vieja escuelita de tránsito que teníamos en el zoológico; como el zoológico está siendo repensado, tenemos que ver en qué espacio la colocamos. Por otro lado yo insisto mucho en que la propia tarea que hacen los inspectores tiene mucho de educación.
EC —No es lo que la gente imagina, no es lo que la gente percibe.
PI —Ese es otro de los mitos o las leyendas urbanas.
EC —El mito es: el inspector está para recaudar, y sobre todo para cobrar la comisión correspondiente de la multa.
PI —Exactamente. Sin embargo cuando tenemos eventos en la rambla, cuando tenemos cortes de tránsito, cuando tenemos problemas de tránsito, el inspector muchas veces está dirigiendo el tránsito en lugar de multar, y eso capaz que pasa desapercibido. Y no tengo un número exacto, pero por cada multa que se aplica debe de haber habido ocho o nueve observaciones verbales de los inspectores. Muchas veces el inspector detiene al conductor y lo observa por una conducta, y eso también es educar.
EC —Algunos oyentes plantean que faltan carteles por ejemplo en cuanto a la velocidad máxima autorizada en algunas zonas.
PI —Faltan carteles. Dentro de esos proyectos que te contaba que comienzan a ejecutarse a partir de los primeros meses de 2018 hay uno específico que tiene que ver con reforzar toda la señalización de la ciudad y específicamente, porque sabemos que es un déficit, la cartelería que indica las velocidades máximas.
EC —¿Qué va a pasar en esta materia? ¿Qué va a pasar con el sistema de control con cámaras de videovigilancia? Va a crecer, eso quedó dicho al pasar.
PI —Va a crecer en territorio, con puestos fijos. En ese sentido en la fase 2 del CGM se van a agregar solamente tres lugares de control con cámara, que todavía no están definidos. Y vamos a introducir en principio tres móviles. Esto también tomó estado público en las redes sociales porque estábamos haciendo una prueba.
EC —¿Qué son esos móviles? En lo que circuló en redes sociales se veía un auto con varias cámaras en el techo. El edil del Partido Nacional Diego Rodríguez advirtió que se venía un escalón más en ese afán recaudador, y el intendente contestó que el auto no fiscaliza sino que está realizando pruebas para controlar carriles preferenciales de transporte, los estacionamientos indebidos y la zona tarifada. De todos modos, algo hay en esta materia.
PI —Hay, claro que sí. Y lo dijimos en la propia Junta, donde estaba el edil Rodríguez.
EC —Ese vehículo estaría haciendo pruebas, pero después va a empezar a trabajar.
PI —Sí, claro, la idea es incorporar tecnología para el control de estacionamiento, que es otro déficit que tenemos. Todos somos simples observadores de lo que es el estacionamiento en doble fila, del estacionamiento en los carriles de solo bus. La gente cuando para en un lugar de esos no se imagina lo que complica al resto de la ciudad y al resto de los ciudadanos. Entonces tenemos que poner orden en la ciudad, y aparte de apelar a la conducta de los ciudadanos, todos sabemos que los sistemas de fiscalización ayudan a poner ese orden y es lo que estamos haciendo. Dejar de hacer lo mismo para obtener resultados distintos.
EC —Así que vamos a una expansión del control mediante tecnología.
PI —Exactamente, con la intención de reducir la cantidad de infracciones, como está ocurriendo con el CGM. Esto pasa en seguridad pública, yo estoy haciendo prevención porque hay una sensación de control. Si la sensación del ciudadano es que yo paro en doble fila, dejo el auto, a los diez minutos vuelvo, el auto está ahí y no me pasó nada, lamentablemente la conducta de muchos seres humanos –no digo que sea la mayoría– termina perjudicando la circulación en la ciudad, una ciudad básicamente con las mismas calles que duplicó su parque automotor en 10 años. No podemos plantearnos seguir en la misma situación, tenemos que hacer cosas distintas para tener resultados distintos.
EC —Por otro lado, según anunciaba el economista Juan Voelker, que es el director general de Recursos Financieros –lo vi en una entrevista que le hicieron en La Diaria–, la Intendencia va a colocar 15 cámaras para fiscalizar deudas de patentes de vehículos. Ese es otro tipo de control, pero también con cámaras.
PI —Obviamente estoy informado, estamos diariamente con Juan, pero es el área de él y me gustaría que lo convoquen a él para que lo explique mucho mejor que yo.
EC —Él decía “la patente es uno de los tributos con morosidades más altas en la IM. Hoy está en 16,7 %, cuando en el resto de los tributos es de 11,8 %”. Entonces se ha hecho una prueba piloto con una cámara colocada en una avenida que en una semana detectó 8.000 vehículos, el 14 % de los que pasaron, con deuda de patentes, y 1 % con deuda de cinco o más años.
PI —Exacto. O sea que el 84 % de los contribuyentes de Montevideo, que pagan su patente, tienen que soportar en sus hombros al 16 % que no paga.
EC —¿Y qué se va a hacer con esos que se detecte que circulan con la patente atrasada?
PI —Me estoy metiendo en el tema, cosa que no quería, pero se va a hacer lo que se ha hecho históricamente: el infractor, el que no paga la patente, recibe una multa que es un equivalente a la deuda y tiene que pagarla para seguir circulando.
EC —¿Se lo va a sacar de circulación?
PI —No, sería una locura. En principio la primera vez no, porque tampoco habría logística disponible para poner todos esos vehículos. Pero se aplica una infracción que es altísima.
