
EC —Usted hace esta aclaración, pero agrega: “No me gustan esos números”.
HF —No me gustan. Tenemos que hacer un enorme esfuerzo para mejorar los resultados de aprendizaje en toda primaria. Es lo que está haciendo hoy el Consejo, estamos trabajando en especificaciones de logro, elaboración de materiales, seguimiento a través de evaluaciones trienales. La última evaluación que efectivamente estableció una comparación entre escuelas de similar contexto de cuatro horas y de ETC dio una ventaja a ETC estadísticamente no significativa, absolutamente menor, en Matemática y en Lectura, y una ventaja significativa en Escritura, en sexto año en particular. Estamos haciendo un seguimiento en el año 2013 y a fines del año 2016 de estos mismos alumnos para ver cuál es la ganancia, es decir, cómo han evolucionado las escuelas comunes de cuatro horas y de igual contexto social y las ETC estos tres años.
La preocupación por que la mejora de aprendizaje, que fue muy intensa al comienzo, con aquel grupito de ETC muy protegidas, no se mantuvo y estamos como en un llano, con escasos avances, forma parte de los debates permanentes de los maestros. Eso no permite abusar en el sentido de decir que se revirtieron los resultados y que hoy una escuela de cuatro horas obtiene mejor resultado que una ETC. Espero que esta entrevista haya permitido corregir esa percepción. Sí nos está obligando a ser muy exigentes en la evaluación para retomar esos resultados. Porque más allá de que sean ETC o escuelas de tiempo común, no puede ser que la mitad de los niños…
EC —A eso iba, porque en definitiva lo que está señalando la Prueba Nacional de Aprendizaje es que en sexto año más de la mitad de los niños tienen evaluación insuficiente, van a dar el salto al liceo en malas condiciones. Y después pasa lo que pasa, la repetición en primero de liceo es mucho más alta que en sexto de escuela.
HF —Sí, hay que discutir algunos instrumentos de evaluación. El primer censo de aprendizaje fue en el año 96, allí la suficiencia de Matemática se ubicó en un tercio, el 35 %. Si lo vemos en 20 años, da la impresión de que ha habido alguna mejora. Y ahora no estoy hablando de formatos escolares, estoy hablando en general, de todos los niños que concurren a escuelas públicas y privadas, porque se les ofrece participar también a instituciones privadas.
Es un gran debe, pero si lo comparamos en la región, en América Latina, Uruguay sigue siendo de los tres o cuatro países que tienen mejor resultado, junto con Chile, Costa Rica y en algunos casos Colombia y en otros casos Argentina, depende de la materia. Pero nada de esto puede ser excusa para dejar de hacer un gran esfuerzo. Y ese esfuerzo lo estamos haciendo desde Inicial, cuando empiezan a los 3 años, hasta el egreso. Pasa por los cursos de calidad de egreso, pasa por reducir el promedio de alumnos por clase, que pasó de 30 o 29 a 24, que es hoy. Pasó por crear 5.000 cargos en los últimos 10 años, hoy tenemos 21.000 maestros, teníamos 16.000. Pasa por personalizar la enseñanza y tener proyectos como el Proyecto Mandela de inclusión. Todas esas cosas tienen que ser especialmente exigentes con aquel formato escolar que tiene además más tiempo para enseñar y más tiempo para aprender.
EC —Entonces, ¿qué medidas se van a tomar con la ETC? Porque usted mismo marcaba que en la medida en que fue creciendo la cantidad de estas escuelas, hubo que “aflojar” con algunos de los mecanismos que le daban más fortaleza.
HF —De excelencia y de selectividad.
EC —Por ejemplo, ya no hay una inspección específica, el sistema de selección de los maestros ya no es tan riguroso, con aquella doble vuelta, etcétera. ¿Entonces? Usted decía que eso no se pudo mantener, entre otras cosas porque faltan maestros. ¿Cuáles son las medidas alternativas?
HF —Sobre todo, insisto, porque pasamos de un grupito de escuelas a tener miles de maestros, cientos de escuelas y una vocación de seguir creciendo. Tengo acá un informe que me entregaron ayer de otras escuelas a transformar. La inspección permanentemente le está acercando al Consejo otras escuelas para seguir esa tendencia de crecimiento. Creo que todas las familias en Uruguay deberían tener el derecho a optar por una ETC o por una ETE, no como obligación, por eso no hablo de universalizar las escuelas, hablo de un derecho. Porque en este formato escolar también se complementa el aprendizaje tradicional con inglés presencial, portugués, campamentos, educación física, recreación, talleres, mayor autonomía de los alumnos, arte, literatura, teatro. Todo esto hace una educación integral.
Estamos trabajando en políticas generales para todas las escuelas públicas. Esta tendencia de mejora tiene que converger a un punto en el cual la repetición sea un último recurso excepcional, no por una decisión administrativa, sino porque los aprendizajes sean suficientes. Y la ETC tiene que alcanzar excelentes resultados, pero como toda escuela tiene que alcanzar. Por ahí la producción de materiales, por ahí 5.000 maestros que están haciendo cursos, por ahí el acompañamiento que se hace desde Papeu (Proyecto de Apoyo a la Escuela Pública Uruguaya) a las ETC. Por ahí una asignación presupuestal para mejorar equipamiento y edificación, y la producción de libros y de cuadernos de apoyo a la lectura y a la escritura que se distribuyeron este año y que en el año 2017 van a alcanzar a Matemática. Creo que el camino, el rumbo es el correcto. El ritmo lo están marcando estos datos de resultados insatisfactorios en un porcentaje alto de nuestros niños. Menor que hace 20 años, pero igual de acuciante.
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