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Entrevista central, miércoles 27 de setiembre: Ricardo López Murphy

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EC —Las medidas que tomó Macri al comienzo de su gobierno resultaron bastante impopulares y de algún modo fueron capitalizadas por el kirchnerismo. Si se hubiera hecho un shock como el que usted propone, ¿no habría que imaginar un escenario político peor todavía para el oficialismo?

RLM —No, porque probablemente no habría tenido que hacer lo que va a tener que hacer en los próximos años. Lo que yo proponía lo va a tener que hacer, el problema es si le va a cortar la cola al perro de a poquito o de una vez. Creo que haber corregido las tarifas –que no era nada más que ir a las que tienen los uruguayos, acá no se muere nadie por eso– habría balanceado, habría evitado colocar deuda en cantidades exorbitantes y habría fortalecido mucho la posibilidad de inversión en el país. Porque una de las cosas que debilitan es tener que colocar deuda a costos mucho más altos que los uruguayos.

EC —De todos modos, habría hecho esa corrección de las tarifas de manera segmentada.

RLM —Mi hipótesis es que habría sido mejor una corrección fuerte del desequilibrio que teníamos.

EC —¿Abarcando a todos los sectores de la población?

RLM —Si usted tiene que dar algún subsidio a los sectores de más bajos ingresos, prefiero que les dé un subsidio directo y no que subsidie el consumo de gas y de electricidad, porque eso a largo plazo es inconveniente. Acuérdese del Acuerdo de París, de los problemas de contaminación. En todos los países bajaba la intensidad energética por unidad de PBI, se usaba cada vez menos energía por unidad de PBI. El único país que rompía esa regla era Argentina, usábamos cada vez más energía por unidad de PBI. Eso contaminaba el planeta, es muy costoso y es muy ineficiente para el largo plazo.

EC —¿Cómo ve esta medida de estos días, la liberación del precio de los combustibles en las estaciones de servicio?

RLM —Que el gobierno vigile de manera minorista los precios es una cosa que no se hace en ningún país serio del mundo. Así que me parece bien que eso se corrija.

EC —¿Puede incidir positivamente, o es intrascendente?

RLM —Las distorsiones nunca estuvieron en los combustibles líquidos, estuvieron en el gas y en la electricidad. Siendo un país gasífero, habiendo construido las cañerías para venderles a todos los vecinos, esa política causó una crisis tal que tuvimos que importar gas, traer un barco y ahora por las cañerías traemos gas cuando deberíamos estar exportando. Lo más gracioso es que somos uno de los países con las reservas de gas más ricas del mundo. Pero hicimos todo lo posible para no explotar la riqueza. Dejamos el gas abajo de la tierra cuando era caro y lo estamos sacando ahora que es barato. ¿Le parece inteligente? Es como si los uruguayos decidieran hacer trabajar Punta del Este durante el invierno y cerrarla en el verano.

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EC —El gobierno presentó hace dos semanas su proyecto de presupuesto para 2018 y allí se prevé una baja del déficit fiscal a 3,2 %. ¿Lo ve viable?

RLM —Eso va a requerir un esfuerzo grande. Porque a lo largo del año que viene no vamos a tener los recursos de la regularización impositiva –lo que en Argentina se llama “el blanqueo”– y vamos a tener una baja de los impuestos a las exportaciones. Entonces el verdadero esfuerzo no es 0,8 %, como dice ahí, de 4 a 3,2, sino que va a ser un esfuerzo de más de 1,5 %. Va a ser muy decisivo ese esfuerzo, porque necesitamos colocar algo así como US$ 40.000 millones en los mercados todos los años. Ese número depende mucho de que los guarismos sean creíbles. Si el gobierno no ejecutara ese programa sus dificultades para colocar deuda serían mucho mayores. Recuerde que nosotros pagamos un spread, un margen sobre la tasa básica, que es 200 puntos más alto que el que paga Uruguay. Solamente si fuéramos al riesgo uruguayo nos ahorraríamos 1,5 puntos del PBI, mire qué baja de gasto gratis haríamos simplemente llevando el riesgo al valor del riesgo uruguayo. Y si lo lleváramos al riesgo peruano, que es mucho más bajo que el uruguayo, nos ahorraríamos casi 2 puntos del PBI. Es una cosa extraordinaria. Si lográramos abatir el riesgo país, eso es que nos crean.

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EC —Desde la audiencia, a propósito del ajuste de tarifas, le plantean lo siguiente. Dice Sergio: “Algunas tarifas se ajustaron fuertemente y eso llevó a fallos judiciales contra el gobierno. ¿Cómo se hace para llevar a cabo lo que usted propone?”.

RLM —Había que hacer audiencias públicas, había que seguir el procedimiento legal establecido. El problema fue porque no se hicieron las audiencias públicas. Y no se hicieron audiencias públicas al principio –después hubo que hacer– por esta cuestión de no dar malas noticias. El plan alegría, globos, divertido, no mala noticia. En la audiencia pública usted tiene que explicar que no puede ser que en Argentina el gas cueste 5 y en Uruguay 100, no es razonable.

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EC —Hace dos semanas entrevistamos a Rosendo Fraga. Él sostenía que el gobierno Macri se verá obligado a suavizar las medidas de ajuste porque va a tener que negociar con sectores del peronismo no kirchnerista después de las elecciones legislativas de octubre. ¿Coincide en esa apreciación

RLM —Argentina tiene un régimen de división de poderes, este gobierno no tiene mayorías en el Congreso, va a tener que hacer un acuerdo con algunos sectores de la oposición, como se hace en Uruguay, para poder aprobar las medidas. Eso es inevitable. Aunque le vaya muy bien en las elecciones, el gobierno no va a alcanzar mayorías. Entonces ese procedimiento es inevitable y además forma parte de lo que lo hace sostenible en el tiempo. Ninguna de las cosas que acá estamos discutiendo tiene contraindicación, nada de lo que propongo necesita discutirse ocultamente, todos son problemas que rompen los ojos. Entonces enfrentado a eso hay caminos de solución y hay gente a la que es más razonable plantearle y más conveniente. Lo que veo difícil es que el presidente Macri pretenda que los demás le arreglen los problemas para hacerlo un candidato más fuerte para el 2019.

EC —¿Cómo es eso?

RLM —En general ceo que va a ser más fácil plantear que los dos últimos años de su mandato sean años de saneamiento y consolidación –con mi lenguaje– y que él se comprometa a no ser reelegido. Eso le daría un espacio para que el resto esté dispuesto a apoyar ese saneamiento que no sirva a su reelección. Si el presidente va a buscar la reelección, me parece que esa negociación va a ser mucho más compleja.

EC —Pero con esas medidas de consolidación y saneamiento, ¿él se fortalece como candidato a la reelección, o al revés, más bien se le puede complicar?

RLM —Si usted no se consolida se vuelve muy frágil y una crisis de confianza lo voltea. Entonces consolidar siempre es bueno. El sistema político argentino va a estar más dispuesto a pagar ese costo si no es para ayudar a Mauricio Macri a la reelección, si es para crear condiciones mejores para todos. Por eso creo que si él renunciara a la reelección y dijera “yo soy el presidente de la transición y de la consolidación y saneamiento”, el margen que tendría disponible sería mucho mayor.

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