EC —¿Y qué haría Cambiemos en ese caso?
RLM —Tendrá otro candidato.
EC —¿Quién?
RLM —No lo sé, pero seguramente María Eugenia Vidal, lo que sea. No prejuzgo sobre eso, sino que estoy diciendo que es más fácil hacer el proceso de consolidación y saneamiento si no es para el que está en el poder. Eso creo que todo el mundo lo va a entender. Esta idea de que vamos a poder estar endeudándonos todos los años en US$ 40.000 sine die no es razonable, no va a ser posible.
EC —¿La ve bien a María Eugenia Vidal para tomar la posta?
RLM —La menciono porque es la política más popular que tiene Argentina. No tengo nada que ver con ella, simplemente digo que es una política muy popular. Seguramente habrá dirigentes justicialistas que saben que tenemos que enfrentar los problemas y que van a estar dispuestos a que el costo lo pague Macri. Eso me parece que es ideal. Y Macri a su vez va a ser visto históricamente como un presidente que saneó un desequilibrio muy grande.
EC —Los resultados de las PASO, las elecciones primarias, abiertas y simultáneas, mostraron para Cambiemos un 40 % a nivel nacional y para el kirchnerismo un 22 %. Pero por otro lado estaban los peronismos disidentes, los otros perfiles peronistas, los de Sergio Massa y Florencio Randazzo, con 16 % y 6 % respectivamente. ¿Qué imagina que va a pasar en las elecciones de octubre? ¿Se va a repetir una distribución así?
RLM —Mi sensación es que al gobierno le va a ir mejor. Porque la economía cuando las PASO estaba creciendo, pero no al ritmo al que está creciendo ahora, el crecimiento se ha acelerado, las expectativas positivas se han acelerado fuertemente. Entonces me parece que vamos a ir a la elección de octubre en condiciones mucho más atractivas para el bolsillo de la gente que cuando fuimos a las elecciones en las PASO. En Argentina, y creo que en Uruguay, en Estados Unidos, en Europa, la gente vota por el bolsillo: si la economía va para arriba al oficialismo le va bien, si la economía va para abajo no importa cuán buen gobierno sea. Porque a veces la economía va para abajo porque el contexto externo es desfavorable y a veces va para arriba, usted tiene viento de cola y es un pésimo gobernante, pero si la gente ve que las cosas van mejor en general eso se traduce en un voto al oficialismo. Hay una dificultad en la opinión pública para identificar si a usted le va bien por buena gestión o por circunstancias favorables.
EC —Usted ve al oficialismo, a Cambiemos, mejorando, por arriba de ese 40 %.
RLM —Mejorando respecto a lo que ha sido la elección en las paso. Y no lo digo arbitrariamente, lo digo porque las expectativas han mejorado fuertemente, eso es fácil de ver en los indicadores cualitativos, y porque también la economía va a estar creciendo. Usted dijo bien, el crecimiento va a estar en el orden del 3 %; el 3 % va a ser el fruto de un crecimiento de 1,5 % en el primer semestre y 4, % en el segundo, en el momento que usted va a votar la economía va a estar volando.
EC —¿Y cómo ve al kirchnerismo?
RLM —Creo que ellos diagnosticaron mal cuál era la situación, cuál era el estado de ánimo de la opinión pública. Diagnosticaban falsamente que había habido un gran ajuste. Si algo no hizo Macri fue un ajuste.
EC —Pero lo que anuncian es que se viene el gran ajuste.
RLM —Cuando dejaron de hablar del…
EC —“Vótennos a nosotros porque hay que frenar el gran ajuste”.
RLM —Fíjese cómo fue la narrativa, la narrativa fue: estamos sufriendo un gran ajuste, por eso nos van a votar a nosotros. Cuando vieron que no los votaron, dijeron… “usted dijo que había un gran ajuste y ahora reconoce que no lo hubo. “Me equivoqué, pero ahora en el futuro va a haber”. Es como el pastorcito mentiroso, usted no puede estar anunciando todo el tiempo que si no lo votan a usted va a haber una catástrofe. Y además cuando antes el argumento era que ya estaba la catástrofe. Entonces creo que esa narrativa se ha derrumbado y eso se nota en la opinión pública.
