
EC —¿Qué es la ronda?
AN —Es una ronda en que estamos todos abrazados y ponemos el orden del día, las cosas que vamos a hacer, y al final resaltamos algunas actitudes, ponemos ejemplos positivos y obviamente los invitamos a la siguiente sesión. De esta manera buscamos roles para todos, y si bien hay de todas las edades, por suerte ya están en una etapa de contacto, entonces podemos trabajar aún más cosas.
EC —¿Tienen vestuario, tienen equipamiento de rugby o juegan con la ropa que tienen?
AN —Juegan con la ropa que tienen. La URU nos ha dado ropa de rugby para que entrenen, para evitar que se rompan sus cosas. Pero igual no les rompe, porque el contacto no es tan real aún, estamos haciendo una fase introductoria. Se ensuciarán, no mucho más que eso.
EC —¿Cómo es la división entre varones y niñas?
AN —Intentamos que no haya división.
EC —¿Equipos mixtos directamente?
AN —Sí. Somos unos 15 por práctica e intentamos que jueguen mezclados. Obviamente respetando a las chicas y las chicas intentando hacer lo mismo que hacen entre ellas. A veces ellos se mezclan, pero…
SP —Eso se usa mucho a nivel internacional, sobre todo en las edades tempranas, hasta los 14 años, se hace un rugby de menos contacto, más de pases, más como un juego, y se mezclan chicos y chicas. Como decía Alejandro, esto es un programa inicial, como Unión apoyamos en todo lo que podemos y estamos muy detrás del tema, porque creemos que cumplimos un rol dentro de la sociedad haciendo este tipo de cosas. Pero en sí el foco de la Unión está mucho más en las escuelas públicas, en ver, antes de que los chicos puedan caigan en problemas, cómo darles actividades, darles deportes, darles una cantidad de cosas, para preservar el ambiente sano y que el tiempo esté ocupado, porque creemos que muchas veces es ese tiempo no ocupado lo que te termina llevando por el mal camino.
EC —En las escuelas públicas y los liceos, en esa otra línea de trabajo de la URU que no está vinculada ni con la prevención ni con la rehabilitación, ¿cómo van encontrando el ambiente?
SP —Muy bien, tenemos muchísimo apoyo. Tenemos un acuerdo con ANEP y con Educación Primaria, hicimos un programa para 380 escuelas, empezamos a poner el rugby ahí. Primero capacitamos a los profesores de esas escuelas, después conseguimos materiales para esas escuelas, mediante convenios que tenemos con el exterior, con la fir. Y armamos un programa deportivo con esas escuelas, las apoyamos permanentemente y los chicos empezaron a jugar al rugby. Hay unos 15.000 chicos en ese programa.
EC —Quince mil chicos de escuelas y liceos están jugando al rugby hoy…
SP —Están en ese programa jugando al rugby.
EC —Estás contando todo el país.
SP —Sí, y está bastante repartido, hay bastante presencia del interior del país. Básicamente se hace un programa que va evolucionando a medida que el chico va creciendo, el objetivo es que el chico a los 14 años termine vinculándose a algún club o que se terminen formando equipos nuevos. En el interior muchas veces se forman equipos nuevos, en Montevideo son más propensos a irse a clubes que ya están formados.
Funciona muy bien, los chicos empiezan jugando en las escuelas, después tenemos ligas de barrios, tratamos de juntar dos, tres, cuatro escuelas cercanas y hacer algunas competencias entre ellas, los llevamos a visitar el estadio Charrúa, permanentemente estamos interactuando para que vayan a ver los partidos de Los Teros. Otra cosa que está buena, que está funcionando muy bien y que empezamos a aplicar este año, para mejorar el programa, es que cada escuela tenga un padrino, un exrugbista veterano que va a la escuela, participa en la actividad, de repente no tan involucrado en la parte logística de la actividad, pero está al tanto de todo y le da soporte a la escuela en el sentido de que está siempre a disposición para lo que necesite. Tratamos de que sean personas que hayan jugado muchos años al rugby y que entonces tengan muy bien toda la parte de valores y le den sustento al profesor de la escuela que está trabajando o a los mismos chicos del Área de Desarrollo. La URU tiene un Área de Desarrollo en la que trabajan una cantidad de chicos, que son los que van tirando las semillitas en las escuelas.









