Entrevista con Renée Pereira de Méndez Requena y el arquitecto Álvaro Sorrondegui, del estudio Gómez Platero.
EN PERSPECTIVA
Miércoles 03.01.2018, hora 8.24
EMILIANO COTELO (EC) —El Argentino Hotel es un símbolo de Piriápolis, casi tanto como el cerro San Antonio. Pero desde el año 2014 tenía un futuro incierto. Ahora las cosas cambiaron, a fines de diciembre el panorama se aclaró: una inversión de US$ 22 millones lo revitalizará, llevándolo a la categoría cinco estrellas.
Quien tendrá a su cargo esta reforma es la empresa que viene gestionando el establecimiento desde hace cuatro décadas, encabezada por la familia Méndez Requena, que ahora lo operará por 30 años más. El diseño del proyecto corresponde al estudio Gómez Platero.
¿Cómo se va a financiar esta obra? ¿Qué papel juega la galería comercial que se agregará del lado de la fachada oeste? ¿Por qué el casino queda por fuera del contrato?
Para explorar esas preguntas, estamos en contacto telefónico por un lado con la señora Renée Pereira de Méndez Requena, que dirige el hotel junto con su hijo, y por otro con el arquitecto Álvaro Sorrondegui, del Estudio Gómez Platero.
Empecemos por ubicar en el tiempo a la familia Méndez Requena. Ustedes han estado largamente vinculados a la hotelería, primero en Salto, con el Gran Hotel Salto desde los años 50; luego en Paysandú, con el Gran Hotel Paysandú; en La Paloma, con el hotel Cabo Santa María. En definitiva, si agregamos luego el Argentino Hotel desde los años 70, usted está vinculada al rubro desde hace más de 50 años.
RENÉE PEREIRA (RP) —[…] Estoy desde el año 58…sin saber nada entonces de hotelería. En aquella época era una cosa muy distinta. Empezamos con la hotelería con el Gran Hotel Salto, que también era un hotel importante, el más importante, y sigue siendo el más importante en Salto también. Así empezamos.
EC —En particular desde 1977 la familia, con el liderazgo de Carlos Méndez Requena durante buena parte de este lapso, tiene a su cargo el Argentino Hotel, bajo distintas modalidades. […] El último contrato venció en 2014, y desde entonces se intentó varias licitaciones internacionales que no tuvieron interesados. En la última, el año pasado, se presentaron solo ustedes y el Gobierno terminó aceptando la propuesta. ¿Qué fue lo que cambió esta vez para que se pudiera llegar a buen puerto?
RP —No solo en la última, en la anterior también, que declararon desierta porque estaba incluido el casino, que es un rubro que no conozco, entonces no podía presentarme. Solamente me presenté con el hotel y con el proyecto que está ahora.