Entrevista con Daniel Carranza, cofundador de DATA.
EN PERSPECTIVA
Miércoles 03.02.2016, hora 8.19
EMILIANO COTELO (EC) —¿Cuánto cobran las mutualistas por estudios y tickets de medicamentos? ¿Cuáles de ellas tienen menores tiempos de espera para las consultas? ¿Todas cumplen con las metas asistenciales fijadas por el Ministerio de Salud Pública (MSP)?
Estas preguntas suelen aparecer cada 1º de febrero, fecha en la que se abre el llamado “corralito mutual” y durante un mes los usuarios con más de tres años de antigüedad en una institución están habilitados, si quieren, a cambiarse de prestador.
Desde el año pasado existe una página web, atuservicio.uy, que permite contestar algunas de las dudas de los usuarios, porque pone al alcance información sobre las mutualistas que les puede ser útil si están pensando en un cambio.
¿Qué impacto tiene esta transparencia en la calidad de los servicios? ¿Cuánto más podremos saber de los distintos prestadores?
De estos y otros temas vamos a conversar con Daniel Carranza, uno de los desarrolladores de atuservicio.uy.
Tú eres cofundador de DATA, la organización que está detrás de atuservicio.uy. ¿Qué es DATA?
DANIEL CARRANZA (DC) —DATA Uruguay es una organización que trabaja en tecnología cívica, que es el ámbito que combina todo este mundillo del desarrollo de aplicaciones, el uso de tecnología para la visualización de datos, etc., con fines sociales. El desarrollo humano es nuestro gran objetivo y trabajamos a través de las áreas de datos abiertos, Gobierno abierto, transparencia, acceso a la información pública, etc.
EC —¿Forman parte de ese movimiento que algunos denominan infoactivismo?
DC —Exactamente. El infoactivismo en concreto tiene que ver con mostrar información de una manera que permita hacer activismo, que permita impulsar determinados cambios, determinadas mejoras. A eso se agrega, que es el otro condimento fuerte, la parte de Gobierno abierto. Atuservicio.uy es uno de los mejores ejemplos porque ha sido cocreado con el MSP. Uno podría hacer infoactivismo con datos que son públicos o que se consiguen de alguna manera, pero no colaborando para hacer algo. En este caso, son el Gobierno y la sociedad civil trabajando juntos para sacar un producto de estas características; Atuservicio.uy ha recibido varios premios y esa es una de las cosas que más se han reconocido.
EC —…También se da la otra hipótesis, la de plataformas como esta, o si se quiere ONG como esta, trabajando pero enfrentadas a un Gobierno…
DC —Absolutamente. De hecho, junto con Codeando México, que es una organización amiga, y Sonora Ciudadana estamos tratando de llevar A tu servicio al estado de Sonora en México, donde la obtención de datos es completamente distinta, no hay ningún tipo de colaboración. El sistema de salud mexicano, más allá de complejidades, de desafíos que tiene, es complejo en sí mismo, en su armado, entonces la forma en que están recolectando los datos es mediante millones de pedidos de acceso a la información pública y recolección hasta manual y artesanal. Es bien distinto de lo que tenemos acá.
EC —Esta página, atuservicio.uy, empezó a funcionar el año pasado. Antes ustedes habían dado otros pasos parecidos, con otras iniciativas de este estilo. Por ejemplo, un sitio que se llama ¿Qué Sabés? ¿Qué es ¿Qué Sabés??
DC —¿Qué Sabés? fue el primer proyecto de DATA. Es un portal para hacer pedidos de acceso a la información pública. La Ley de Acceso a la Información Pública le permite a cualquier persona –no tiene por qué ser uruguaya– preguntarle cosas al Estado y, siempre y cuando esa información no esté reservada por alguna razón justificada, el Estado tiene que contestar. Más allá de que la ley no funciona de forma perfecta, funciona y este portal permitió hacer esos pedidos sin ir personalmente, sobre todo para gente que vive en el interior o que tiene cualquier tipo de problema de desplazamiento. Se han hecho un montón de pedidos desde el sitio y buena parte de ellos han sido respondidos.
EC —O sea: Ustedes por un lado ayudan a la persona a encarar esa solicitud de información de acuerdo con la Ley de Acceso a la Información Pública, la asesoran, pero además directamente le permiten hacer la consulta, construir la consulta.
DC —Exactamente. Hay una plantilla sobre la cual se escribe. Tenemos la base de datos de contactos que hemos obtenido de los datos abiertos de la Unidad de Acceso a la Información Pública. Datos abiertos es otro de nuestros temas muy grandes. La Unidad de Acceso a la Información Pública publica los referentes para el acceso a información pública dentro del Estado y a esos correos les escribimos. Otros tantos los conseguimos aparte nosotros.
EC —En DATA también crearon Por Mi Barrio. ¿Esta otra qué es?
DC —Por Mi Barrio es otro de los proyectos grandes junto con atuservicio.uy, de los que más impacto han tenido. Es un sistema para enviar reclamos, en el caso de Uruguay a la Intendencia de Montevideo. Básicamente desde la web –y dentro de muy poco con aplicaciones móviles– se hacen los reclamos, que quedan en línea. Antes de que haya alguna solución ya tenemos una ganancia, que es que se pueden visualizar todos los reclamos, no es solamente lo hice y quedó en mi ámbito. Si quiero reclamar algo que está ahí y entro a la aplicación y veo que ya está, simplemente me puedo sumar a esa información, entonces se hace más eficiente todo el proceso. Después se da seguimiento a los distintos pasos hasta la resolución; se puede ver cuáles fueron solucionados, qué tiempo llevó, etc. Tenemos estadísticas de las distintas áreas de la Intendencia. Es un proyecto en colaboración con un área de Gobierno.
EC —Una parte importante del trabajo que ustedes realizan se apoya en información que, si bien es pública, es divulgada originalmente en formatos poco accesibles como para que los usuarios puedan hacer comparaciones.
DC —Claro. Básicamente hay tres ámbitos de trabajo. Armamos comunidad alrededor de estos temas, la parte humana, hacemos activismo, porque así como decimos que colaboramos con partes del Gobierno, muchas veces también nos peleamos, como por ejemplo en un intento de reforma de la Ley de Acceso a la Información Pública. (Hace poco estuvo por acá Fabrizio Scrollini, también de DATA, con temas de vigilancia y seguridad.)
Y tenemos la parte de las herramientas. En la parte de las herramientas lo que hacemos es consumir esos datos; me gusta mucho la descripción de un amigo, que la llama infraestructura pública digital. Los datos en sí son una forma de infraestructura, de la misma manera que una carretera no hace negocios pero sobre ella se hacen cosas. Estos datos en sí mismos tienen un gran potencial, pero mirarlos en una plantilla no tiene mucha gracia, entonces construimos sobre ella herramientas que les sirvan a las personas.
EC —Ustedes intermedian, “traducen”.
DC —Sí, de alguna manera sí. Una pequeña aclaración: todo lo que hacemos además es software libre, lo que significa que otros pueden reutilizarlo. Y nunca intermediación en el sentido de mantener una barrera de control.
EC —¿Cómo juega lo del software libre?
DC —Software libre significa que todo lo que desarrollamos a nivel de software queda disponible, la gente lo puede ver y reutilizar. Esto es importante por dos razones. Por un lado, como decíamos, atuservicio.uy se va a hacer ahora en México, Por Mi Barrio ya se hizo en Costa Rica; se reutiliza el software para seguir agregándole valor. Por otro lado, la gente puede ver cómo construimos las visualizaciones que están en atuservicio.uy, si no confía en algo, está ahí disponible –se necesita cierto conocimiento, por supuesto– para auditar lo que hacemos.
EC —¿Cómo les ha ido con esas iniciativas? ¿Estos portales efectivamente están en conocimiento de la gente? ¿Se usan?
DC —Nos ha ido bastante bien, estamos muy contentos. La organización está por cumplir cuatro años y en este tiempo ha tenido un crecimiento impresionante. A nivel de visitas también nos ha ido bastante bien, por supuesto querríamos que nos fuera muchísimo mejor, porque la ambición siempre es llegar a la mayor cantidad de personas posible. En particular en atuservicio.uy, que es lo que hoy nos trae, no solo tuvimos unas 35.000, 40.000 sesiones el año pasado, sino que recibimos un montón de reconocimientos y premios internacionales por los impactos que generó. Estamos supercontentos. Además la respuesta de la gente ha sido superbuena, desde el año pasado. Lo primero que pasó fue que empezó a viralizarse, las personas lo compartieron, los medios lo levantaron, etc. Pero después el otro campo, que seguramente es el más interesante, es lo que pasó con los prestadores de salud mismos.