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Entrevista central, miércoles 4 de octubre: Julio Pintos

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EC —Pero ¿por qué el hecho de chipear un perro ayuda a todo eso que usted está diciendo, a la tenencia responsable?

JP —Porque el perro está identificado con su dueño, con su propietario. Uno parte de la base de que si vivimos en una sociedad cada uno de nosotros es responsable de sus acciones y tratamos de generar la menor cantidad posible de problemas a la sociedad. Por ejemplo, el año pasado recibimos 1.500 denuncias; en esas denuncias a veces podemos llegar al final, a un final feliz de terminar el expediente, y a veces no porque no se sabe quién es el dueño del animal. Sabiendo quién es el dueño del perro podemos mejorar la eficiencia en la gestión de las denuncias. En el caso de personas que tienen perros en la calle que están molestando que sabemos de quiénes son, porque a veces la persona asume la responsabilidad y a veces no. Eso ayuda a una mayor responsabilidad social cuando se reciben denuncias por ejemplo de gente que tiene que dar un rodeo a la manzana para llegar a su casa porque hay un perro agresivo suelto de un vecino.

EC —Ahí aparece una de las objeciones o por lo menos una de las dudas más razonables. Supongamos que Juan Pérez lleva a su perro a la veterinaria y le colocan el chip. Ese perro, a partir de ese momento, exteriormente, a la vista, ¿es un perro chipeado? ¿Hay algo que lo identifique como perro chipeado?

JP —No, pero va a haber dispositivos para eso. En este momento hay 800 veterinarios habilitados que van a tener dispositivos en las veterinarias. Hemos recibido 200 solicitudes nuevas de veterinarios que quieren hacer el curso y además están los dispositivos de los veterinarios que trabajan con la trazabilidad, de la policía que hace el control.

EC —Pero de aspecto el perro chipeado es igual a otro que no está chipeado.

JP —Exactamente. Pero suponga que hay un accidente, se cae una persona de una moto y el perro muere en el momento; el chip puede ser leído y se puede saber de quién era.

EC —Siempre que fuera un perro chipeado.

JP —Exactamente.

EC —¿Y todos los demás? Los perros chipeados van a convivir con quién sabe cuántos perros “clandestinos”.

JP —La idea nuestra es trabajar en este tema como se trabaja en muchas políticas públicas, no vamos a inventar nada, y específicamente en el tema castraciones.

EC —Pero ese mismo ejemplo que usted manejaba, el siniestro…

JP —Si no está chipeado no podemos hacer nada.

EC —Se coloca un perro en la calle, un auto lo atropella y el perro muere; vaya a saber qué consecuencias hubo para el vehículo, para las personas que iban en él, pero el perro muere. Se le busca el chip, no tiene. ¿Entonces?

JP —Ahí no podemos hacer mucha cosa más. Pero la idea es que como sociedad vayamos avanzando hacia la identificación.

EC —Si tiene chip va a haber algún tipo de sanción para el propietario.

JP —No, si tiene chip hay una responsabilidad civil, como en cualquier acto irresponsable que uno comete. La idea es que si el perro está identificado con su dueño, ese dueño tenga las precauciones necesarias para evitar que el perro ande en la calle.

EC —Ahí vamos a una de las quejas. Dicen varios oyentes: “Yo voy, cumplo, y entonces paso a tener un peso enorme arriba, que el que no cumplió no tiene. Mi vecino tiene un perro, no lo chipeó, ese perro provoca un accidente, a mi vecino no le pasa nada”.

JP —Capaz que ahí se instala el debate sobre la obligatoriedad o no. Nosotros pensamos que eso tiene que ser para todos los animales. La ley lo dice, todos los animales tienen que estar inscritos en el registro, porque la ley tiene que ser pareja para todos. Ahí hay otro debate. Pero el problema que tenemos es tan grande y los riesgos sanitarios son tan importantes que el gobierno decidió asumir esta tarea. Podía haber dicho “yo en esto no me meto”, pero decidió asumirla porque estamos realmente con problemas. Los ministerios que la integran con sus respectivas competencias les dan mucha fuerza a las decisiones de la Cotryba, y son ministerios que están directamente involucrados en temas sanitarios. Por eso está el MSP.

Estamos trabajando en todas las líneas del plan estratégico, menos en castraciones. Todavía no tenemos los recursos, pero estamos elaborando proyectos para el gobierno para poder estimular que nos otorguen recursos para eso. Queremos trabajar en un ambiente colaborativo, porque este problema es muy complejo. Le piden a Cotryba que tenga todo resuelto, que diga qué va a pasar hasta con el último perro; es como pedirle a cualquier política pública que tenga todo resuelto, hasta lo que va a pasar con el último ciudadano. Y las políticas públicas por lo general avanzan, van generando avances; la fortaleza es que tenemos una política pública con respaldo científico, con respaldo social, con acuerdo del Consultivo, y tenemos que llevarla adelante en conjunto. Esa es nuestra fortaleza y a eso apuntamos.

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