
EC —El anuncio del proyecto de esta oficina de Zonamérica en China se hizo en medio del optimismo que reinaba por la posibilidad de un TLC Uruguay-China. Esa alternativa después se desinfló por la negativa de Argentina y Brasil a que Uruguay negociara por fuera del Mercosur. ¿Eso cambió en algo el plan, incide de algún modo, negativamente por ejemplo en este […]?
GR —Diría que hasta nos favorece, porque hace más difíciles los negocios con China no tener un TLC, con un TLC sería más fácil. Creo que a algún acuerdo comercial se va a llegar, porque a Uruguay le importa entrar con las mismas condiciones con que entran Australia, Nueva Zelanda, con los que competimos todos los días.
EC —Pero las oportunidades están. Pese a esa ventaja que no va a concretarse, por lo menos a corto plazo, ustedes ya saben que las alternativas existen, que el potencial está.
GR —Sí, el potencial está, hay que mirar a China como dos China.
EC —¿Cómo es eso?
GR —Hay unos 300 millones que viven sobre todo en las costas del Pacífico que son un comunidad consumista, que compra los Audi y los Jaguar. Uno mira incluso los reclames de las ropas de moda y muchos son con gente occidental, no china. Muchos chinos prefieren comprar cosas importadas que cosas locales. Entonces el mercado es casi infinito para una cantidad de cosas que Uruguay y América Latina pueden producir.
JM —En la medida en que uno desarrolle marcas y tenga valor agregado final, el público chino consume mucho lo occidental y está dispuesto a pagarlo. Entonces vemos marcas como Starbucks, tiendas internacionales, Versace, hay un gran consumo en esa franja de 300 millones. Ahí los aranceles evidentemente influyen, pero el consumidor chino está dispuesto a pagar el valor agregado que le da un producto occidental.
***
EC —Vamos a la ciudad de Foshán. Estamos en contacto con Javier Bahut, que es country manager de Zonamérica en China.
Tú eres español, pero llevas unos cuantos años en China.
JAVIER BAHUT (JB) —Sí, llevo 11 años viviendo y trabajando en China.
EC —¿Y cómo terminaste en Zonamérica? ¿Qué pasó?
JB —Hubo un proceso de selección, me contactaron a través de […] y me pareció una oportunidad excelente. Creo que hay un potencial y un recorrido en las relaciones de América Latina y China muy grande, con muchas oportunidades. Por otro lado Zonamérica es una empresa con mucho prestigio, y entre el proyecto y la empresa me pareció que era una oportunidad que no debería rechazar.
EC —Un español representando intereses latinoamericanos. ¿Cómo es eso? ¿Sirve?, ¿no sirve?
JB —Creo que aporto un valor de neutralidad, porque no se trata de un proyecto de Uruguay con China, sino que tratamos de abarcar América Latina, y en ese sentido realmente aporta valor alguien que pueda hablar español y que conozca bien China. Sin tratar de halagarme a mí mismo, esa ha sido mi trayectoria y por tanto es un valor.
EC —Foshán está en el sur de China, tiene más de 7 millones de habitantes, se encuentra en la provincia Guandong, a una hora y media de tren de Hong Kong. ¿Qué más podemos contar a propósito de ese lugar?
JB —Cuando se decidió implantarse en China, hay que tener en cuenta que China es un continente, entonces hubo que acotar. Y se decidió por el sur de China, por la provincia de Guandong, porque es la provincia que aporta más producto interno bruto a China. Es una provincia donde ha comenzado la apertura de China al exterior, por tanto es una región muy dinámica y con una base industrial muy importante.
Una vez seleccionada la provincia, se buscaron localizaciones. Y encontramos Foshán, porque está muy bien situada, está en el extrarradio de Guangzhou, la capital de la provincia. Por ejemplo, la red de metro de Guangzhou alcanza Foshán, entonces en 40 minutos estamos en el centro de la provincia, en el centro de la capital, en Guangzhou, y también tenemos muy cerca, en un radio de menos de 200 km, dos puertos muy importantes como son los puertos de Hong Kong y de Shenzhen, que son los principales a nivel mundial, están siempre en el top 5 mundial. Y el aeropuerto de Guangzhou está a menos de una hora también.
Aparte de esta situación geográfica, nos pareció muy interesante el desarrollo de la propia ciudad. Por poner un ejemplo, casi la mitad de los refrigeradores del mundo se producen aquí, un dato muy curioso. También hay una muy importante industria cerámica, una industria del mueble. Y creemos que es muy importante el hecho de que se trata de una ciudad de segundo nivel. No estamos hablando de la capital Pekín, ni de Shanghái, el centro financiero, ni de Guangzhou misma, sino de una ciudad de segundo nivel en la que la competencia es menor y las oportunidades son mayores.
Otro aspecto muy importante son los costes operativos. En las ciudades de primer nivel en China los costes operativos de mano de obra […], etcétera, son muy altos, y eso pone una barrera todavía mayor a las empresas que quieren comenzar su actividad en China.
EC —Es interesante esa descripción porque responde a una pregunta que algunos oyentes se hacían o que yo mismo podía plantear: cuál era la ventaja de una ciudad “chica”, si desde allí efectivamente se podía tener un desembarco en China.
GR —Es que nuestros exportadores miran a China, pero China es grandísima, uno tiene que elegir, tiene que elegir ciudad, tiene que elegir ciudades, tiene que elegir provincias. Y en realidad, como dijo Javier, la industria del mueble, hay edificios enteros que únicamente tienen showrooms para muebles y están en Foshán. Uno tiene que desembarcar en China y tener una experiencia en China; puede ser que después de unos años vayas a Shanghái o a otro lado, pero lo importante es estar en China y experimentarla.
JM —Otro punto importante que mencionó Javier es que hay menos competencia. Se refiere a que hay menos latinoamericanos o europeos o americanos entrando a ese mercado, porque empezaron por Shanghái y Beijing y todavía no han descubierto esta zona. Entonces uno entra a un lugar un poco más “virgen” desde el punto de vista de entrada a un mercado.
EC —¿Cómo es el tiempo? ¿Cómo están por ejemplo en este momento allí en China y en la ciudad de Foshán? ¿Qué temperatura tiene, qué humedad? ¿Cómo es esta época?
JB —Es un clima tropical, estamos en pleno trópico, por lo tanto ahora hace calor, estamos con 30° y un clima tropical cálido. Tenemos poco invierno, dos o tres meses al año, el resto del año un tiempo muy agradable y en algún momento un verano con mucho calor.
GR —Tú preguntaste cómo terminamos con un español como country manager. La verdad es que no crecen en los árboles los que hablan español, inglés y conocen China habiendo vivido más de 10 años. Le encargamos a una firma profesional y no aparecieron muchos.
EC —¿Y cómo es el manejo del español en el personal de la oficina? Supongo que básico, elemental…
JM —No te creas, además de Javier tenemos una asistente que se llama Esmeralda…
EC —¿Se llama Esmeralda?
JM —Su nombre español es Esmeralda. Está trabajando con nosotros y estudió español como carrera profesional. Habla perfecto español, habla perfecto inglés y es china. Esos son los valores que queremos poner a disposición de nuestros clientes.
EC —¿Qué dirías sobre la parte física, sobre el edificio, Javier?
JB —Estamos en el distrito financiero, en uno de los edificios más representativos de la ciudad, y lo cierto es que las oficinas tienen una calidad muy destacable. Las visitas que ya hemos tenido de posibles clientes, de autoridades chinas destacan la calidad y lo bonito que es el entorno que se ha construido aquí.









