Entrevista con el intendente de Cerro Largo, Sergio Botana.
EN PERSPECTIVA
Miércoles 07.09.2016, hora 8.24
EMILIANO COTELO (EC) —Dentro del Partido Nacional (PN) se insinúan cambios profundos y, una vez más, llegan desde el interior del país.
A finales de los 90, Jorge Larrañaga, entonces intendente de Paysandú, fundó Alianza Nacional (AN), junto con otros colegas blancos, con el objetivo de renovar la conducción del partido. Ahora, varios intendentes de su sector y otros dirigentes vienen reuniéndose, preocupados por impulsar lo que llaman una línea “popular” nacionalista que podría traducirse en una tercera corriente dentro del partido.
En estos encuentros han participado Enrique Antía de Maldonado, Adriana Peña de Lavalleja, Dardo Sánchez de Treinta y Tres, y Sergio Botana de Cerro Largo, junto con Eber Da Rosa de Tacuarembó, a quienes muchos ubican ya fuera de AN.
¿Está en entredicho el liderazgo de Larrañaga? ¿Dónde en el espectro se situaría este nuevo sector? ¿Qué renovación precisa el partido?
Vamos a conversar de estos temas con el intendente de Cerro Largo, Sergio Botana, uno de los intendentes que toman parte en estas conversaciones.
¿Cuándo empezaron estas reuniones? ¿Qué inquietud es la que hay detrás?
SERGIO BOTANA (SB) —Ni idea de cuándo empezaron, porque venimos coincidiendo en distintos lugares y en definitiva la reunión que se ha hecho pública es una de las tantas que hemos tenido y en las que hemos participado estos actores, pero somos muchos los que estamos preocupados por estas cuestiones del país primero y por supuesto del partido después.
EC —Usted vio la aclaración que dio a conocer ayer su colega Adriana Peña: “El país está transitando un camino de desmejoramiento generalizado de su economía, los uruguayos tienen grandes dificultades para conseguir trabajo y sustento, vivimos un período de inseguridad de una gravedad jamás conocida, la educación necesita una transformación importante y radical, etcétera. Ante esta severa crisis de la situación nacional me pregunto a quién le parece que es el momento indicado para hablar de política partidaria y electoral, para hablar de candidaturas. A mí no”.
SB —Me pareció brillante esa carta abierta preciosa que hizo conocer Adriana Peña ayer, se lo hice saber. Es exactamente en lo que andamos. Sería muy pequeño lo nuestro si estuviéramos pensando en disputarle el liderazgo a alguien, en candidaturas, en quién va en una lista. En definitiva somos todos gente que políticamente está realizada, que no se plantea liderazgos ni los quiere, ni tiene ningún tipo de apetencias de ese tipo, salvo la de estar en un partido que incorpore lo popular como su cultura permanente y en un país donde se pueda vivir y convivir y donde se pueda trabajar.
EC —La intendenta Peña dice: “Un grupo de intendentes nos hemos venido reuniendo para buscar soluciones a temas que nos son comunes, para intentar atraer por todos los medios a nuestro alcance inversiones para los respectivos departamentos y de esta manera aumentar la oferta de trabajo de nuestros vecinos”. Pero también reconoce “no podemos dejar de hablar de política”. Señala que la prioridad de estas conversaciones es otra, pero que estos otros temas de la interna partidaria aparecen.
SB —Es obvio, porque queremos un partido que incorpore a los que más saben, que le dé espacio a la gente que sabe, que no se encierre en decisiones entre cuatro paredes y que incorpore a los que están viviendo las cosas.
EC —Vamos a las declaraciones suyas en Búsqueda del jueves pasado: “El Partido Nacional corre el riesgo de transformarse en un partido ‘pituco’, […] a los líderes nacionalistas ‘se los ve poco en los partidos de fútbol o en las tribunas de Carnaval’, es necesario desarrollar ‘una línea de nacionalismo popular’”.
SB —El partido es pueblo, por lo menos el partido que los wilsonistas aprendimos, y el partido que aprendió toda la otra generación de Herrera. Los tiempos buenos del partido son con el partido de pueblo, no son con el partido encerrado en un núcleo de dirigentes que solo piensan en política y política y política y más política. Tenemos que no digo ya estar al lado del que […] las cosas, tenemos que dar espacio a que esa sea la gente que represente al partido, ese es el partido.
EC —Ustedes ven problemas en el funcionamiento del PN hoy.
SB —Queremos enriquecer el partido y sabemos que por esa vía el partido se enriquece. No estamos para ser críticos de nada…
EC —De hecho lo son, lo están siendo.
SB —Estamos señalando, estamos avisando, estamos diciendo. No estamos pidiendo para nosotros, estamos pidiendo que el partido sea la herramienta que debe ser. Por supuesto, estamos queriendo que el partido les abra las puertas en todos sus ámbitos a todos los que viven las cosas.
En algún tiempo el dirigente político marcaba la línea, decía un discurso estructurado. Un día la gente dejó de comprender eso, el político tuvo que hacer todo un esfuerzo con encuestadoras, focus groups, mil técnicas, para ver qué pensaba la gente. Creo que llegamos a una etapa de la política mucho menos ideologizada, mucho menos estructurada en el pensamiento, en la cual lo intuitivo ha ganado tanto espacio que ya no basta con saber lo que piensa la gente, hay que ser la gente, y si no, te descubren al ratito.
EC —Ser la gente significa… ¿qué?
SB —Que un partido tiene que tener una dirigencia compuesta por el que está viviendo las cosas, es imprescindible. Ese es el partido que queremos, y cada uno de nosotros en lo cotidiano de nuestros departamentos construimos y vivimos ese partido.
