EC —¿Cómo viene la innovación en las empresas del Estado?
FB —Hay muchas variantes. Las empresas del Estado, digamos Ancap, UTE y Antel, las tres tienen áreas de investigación y desarrollo y esas áreas en algunos puntos son más activas, en otros son menos activas. En el Fondo de Energía tenemos una relación importante con Ancap y con UTE; Antel se incorporó al Centro Tecnológico de Tecnologías de la Información hace poco tiempo y está trabajando con este club el tema del Datacenter y la disposición de datos en la nube, etcétera. Se está trabajando de manera intensa, pero tenemos que trabajar más y tenemos que ir a buscar más resultados concretos.
EC —Si mira para adelante la ANII, ¿cuál es el énfasis principal?
FB —Dos. El primero es esto de tejer la trama, hay muchísimo para hacer, muchísimo para arrimar los sectores, y el segundo es la sofisticación de los instrumentos. El instrumento que comentábamos del Ministerio del Interior es un fondo sectorial mucho más sofisticado, tiene mucho más foco que los primeros fondos sectoriales que la ANII lanzó. Además, en la medida en que tenemos muchos fondos sectoriales, podemos copiar lo que aprendemos en uno para aplicarlo en otros. Ya tenemos un círculo virtuoso interno, estamos proponiendo a la gente de criminología cosas que aprendimos o que nos animamos a hacer en el fondo sectorial que tenemos con el Plan Ceibal, y viceversa. Tenemos un cruce ahí. Entonces la trama y la sofisticación.
EC —¿Y en materia de presupuesto?
FB —En materia de presupuesto, por supuesto siempre falta.
EC —¿Hoy en cuánto está el presupuesto de la ANII?
FB —Hoy el presupuesto de la ANII está en más de US$ 30 millones.
EC —¿Esa es una demanda, un aumento del presupuesto?
FB —No, nosotros negociamos el presupuesto y participamos en los ámbitos correspondientes. Además del presupuesto, movilizamos dinero de socios. Cada vez que hacemos un proyecto con una empresa ponemos la mitad y la empresa pone la otra mitad. Cada vez que hacemos un fondo sectorial con el Ministerio del Interior, con el Ministerio de Salud, esos ministerios ponen dinero para investigación. Cada vez que hacemos un convenio internacional con Chevening, con la Fundación Fullbright, con Campus France, tenemos ahorros muy importantes. Además de nuestro presupuesto movilizamos más de US$ 10 o 15 millones anuales de socios.
EC —Estamos hablando de un presupuesto real del orden de los US$ 45 millones.
FB —Y nos falta. Tenemos que trabajar más.
EC —Está la promesa aquella que había hecho el presidente Vázquez de destinar el 1 % del PBI a ciencia y tecnología, a lo que no se ha llegado.
FB —No, a eso no se ha llegado. Y nosotros tenemos algunas metas internas, queremos tener socios privados en los fondos sectoriales, queremos que haya empresas que estén financiando investigación y queremos que haya más desafíos. Hemos ido a las rondas presupuestales, hemos hecho nuestros planteos, lo que anduvo anduvo, lo que no anduvo no anduvo y estamos buscando socios. Por ejemplo, en el Fondo para Industrias Creativas participa el Fomin con una donación de US$ 990.000, que no es poca cosa, y está funcionando bien. Y estamos en conversaciones –no puedo decir con quién porque da mala suerte– para tener el primer fondo de investigación con una empresa privada, que la empresa privada ponga un monto directamente para investigación en un llamado abierto.
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Transcripción: María Lila Ltaif
