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Entrevista central, miércoles 9 de diciembre: Javier García

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Entrevista con el senador Javier García (Todos, Espacio 40, PN).

Video de la entrevista

EN PERSPECTIVA
Miércoles 09.12.2015, hora 8.17

EMILIANO COTELO (EC) —¿El Partido de la Concertación (PdelaC) se les fue de las manos a blancos y colorados?

Esta pregunta se instaló en el escenario político el mes pasado cuando se conoció que Edgardo Novick estaba registrando ante la Corte Electoral una agrupación nacional perteneciente a ese lema que había sido creado por los partidos tradicionales para disputarle al Frente Amplio (FA) la Intendencia de Montevideo.

La idea de Novick provocó inquietud en varios dirigentes nacionalistas y colorados, que promovieron para este lunes una reunión del Consejo Directivo Nacional (CDN) del PdelaC. Allí se resolvió que de ahora en adelante no se aceptarán más agrupaciones nacionales y se emitió una declaración que reivindica el carácter departamental de esta coalición.

¿Cómo hay que interpretar esta decisión? ¿Qué rumbo tendrá la Concertación de ahora en adelante?

Vamos a conversarlo con el senador nacionalista Javier García, del sector Todos, Espacio 40.

Según informaba el jueves Búsqueda, esta reunión de este lunes del CDN del PdelaC había sido impulsada por dirigentes del Partido Nacional (PN) preocupados por la creación de agrupaciones nacionales dentro de la Concertación y en particular por los pasos que está dando Edgardo Novick. ¿Es así? ¿Usted lo confirma?

JAVIER GARCÍA (JG) —No. Yo creo que es una decisión, primero, muy positiva la que tomaron las autoridades de la Concertación. La Concertación es un partido conformado por el PN y por el Partido Colorado (PC) en porcentajes iguales, fue una creación de la ingeniería electoral aprovechando las disposiciones constitucionales y legales para presentarse con un objetivo departamental. La llave del tema está en comprender nuestro sistema electoral. Con el PdelaC tratamos de tener una herramienta que nos hiciera competitivos a nivel departamental, porque la legislación departamental no tiene algunas posibilidades que sí tiene la legislación nacional a nivel electoral: la doble vuelta, el balotaje.

Si en lo departamental comparecíamos separadamente, antes de votar ya sabíamos que iba a ganar el FA. Reunidos, concertados, había una posibilidad. Tanto es así que no se ganó, pero el porcentaje que obtuvo la Concertación se arrimó al 40 %, cuando individualmente habría llegado a veintipico por ciento. Y con muy poco tiempo tuvo una primera expresión electoral que confirmó que es un camino que, todavía con mucho trecho por delante, puede servir. A nivel nacional es innecesario, porque tenemos la doble vuelta electoral. Entonces nos permite comparecer en octubre cada uno con su lema, votar con el corazón, y un mes después, a los partidos que no comparecen en la segunda vuelta, votar con la razón. Esa segunda vuelta permite unir aquello que a nivel departamental no es posible unir.

Entonces dijimos: para elegir el intendente, la Junta Departamental, la forma de ser más competitivos, al no haber segunda vuelta, es hacer un lema que nos permita comparecer en lo departamental, innecesario a nivel nacional. La política es un arte, no participa de una ciencia exacta. Si usted tiene 10 personas que adhieren al partido A y 10 personas que pertenecen al partido B, suma A y B y da 20. Pero no necesariamente da 20, puede haber gente que diga: “Yo soy blanco y no voto a otro lema que no sea el PN, no me obliguen a hacerlo”. De hecho, en las encuestas que han salido últimamente, hace dos o tres semanas, preguntando sobre esto, había un porcentaje de 15 % o 20 % de blancos y colorados que decían que no estaban dispuestos a votar un partido. Quiere decir que por más que nos unamos eso no significa que ese partido sea más que el otro. Quizás esa unión signifique restar.

EC —Es interesante esa exposición, porque da, de manera muy contundente además, una visión a propósito de cómo deben moverse los partidos tradicionales de aquí a la próxima elección nacional a efectos de competir con el FA por el Gobierno nacional. De todos modos, si bien se acerca a la explicación que yo buscaba, no me contestó por qué se pidió esta reunión del lunes del CDN del PdelaC.

JG —Porque hay que reafirmar el compromiso que se hizo ante la ciudadanía: que era una opción electoral de tipo departamental. Nosotros hicimos un compromiso PN y PC.

EC —Pero todo viene por estos hechos de los últimos meses, de las últimas semanas.

JG —No; viene porque hay elementos incluso de la vida cotidiana política que llevan a la necesidad de decir que estamos en un proceso, que el PdelaC tiene que madurar.

EC —¿La maduración se estaba dando de manera desordenada?

JG —No…

EC —Concretamente, ¿cómo se entiende que el CDN de la Concertación haya aceptado varios pedidos (por lo menos siete) para crear dentro de ese lema agrupaciones de carácter nacional?

JG —Entre ellas de compañeros blancos.

EC —Exactamente. Blancos, colorados…

JG —Pero las de nuestro partido…

EC —… de Novick.

JG —Claro. Porque quizás hubo una confusión de cuál era el objetivo del instrumento Concertación. Y nos parece oportuno clarificarlo, porque nosotros hicimos un compromiso público.

EC —¿Qué pasó con los nombres que el PC y el PN pusieron al frente del PdelaC?, ¿se distrajeron?

JG —Es una experiencia nueva. Los compañeros que están al frente del PdelaC son compañeros que se han dedicado a eso, que no tienen por qué tener una militancia activa ni estar en los organismos del PN y el PC. Y me parece bueno, llegado este instante, que se clarifique la opción.

Nosotros reivindicamos el instrumento PdelaC como partido de opción departamental. Porque para tapar un pozo, para levantar la basura no se requiere mucha concepción ideológica, se requiere gestión. Por lo tanto usted puede juntar partidos que no necesariamente tengan una misma visión del país y del mundo, de la realidad económica internacional, se tienen que juntar porque piensan diferente de lo que está haciendo el oficialismo en Montevideo y quieren gestionar. Otra cosa es juntar partidos para ponerlos de acuerdo en la visión internacional, la política tributaria, la política de educación. Un partido político es mucho más que una elección, es un bagaje de ideas, de concepciones. El Gobierno departamental se dedica a cosas que no tienen nada que ver con la opción nacional. La Concertación está hecha para el Gobierno departamental.

EC —Claro, pero pasó esto, que dentro de ese lema empezó a generarse una tendencia a la creación de agrupaciones nacionales.

JG —Por eso es bueno, llegado el momento… tampoco es tanto, llevamos cuatro o cinco meses del Gobierno departamental. Por eso es bueno ordenar el instrumento.

EC —Suena raro que se hayan aceptado agrupaciones nacionales promovidas por dirigentes blancos y colorados sin que nadie advirtiera ningún problema, y que las alarmas saltaran cuando Novick dio ese mismo paso. Al punto de que es ahora y a raíz de lo de Novick que se resuelve revertir todas las decisiones ya tomadas y no aceptar agrupaciones nuevas.

JG —No es así, ¿sabe, Emiliano?

EC —¿No?

JG —Incluso le puedo hablar, por la información que tengo, de agrupaciones que integran compañeros blancos, que se presentaron con ese cariz, que fueron presentadas no ahora, que vienen presentadas desde antes de la elección departamental, que se presentaron formalmente para formar una agrupación nacional ocho meses atrás.

EC —Claro, pero las alarmas saltan ahora con lo de Novick.

JG —[…]

EC —Según la información que hemos recogido, el trámite de la agrupación de Novick en la Corte Electoral fue devuelto por la Corte por vicios formales que había que corregir, y en ese momento, aprovechando esa circunstancia, el CDN de la Concertación resuelve “revisemos todo”.

JG —Pero no personalice la actividad política. Esto es mucho más que la actividad que puedan tener una agrupación del PN o Edgardo Novick. Hay que tener claro cuál es el objetivo; si no, transformamos la política en una cuestión de personalismos.

EC —¿El factor Novick no está pesando de manera importante acá?

JG —No quiero hablar de Novick, porque me parece legítimo lo que está haciendo. Creo que fue un aporte a la actividad política. Pero el PN tiene derecho, no se nos puede pedir que no tengamos opinión. Tenemos un partido que funciona, funcionan sus autoridades, sus organismos, y que tiene una opinión política. No podemos funcionar en virtud de reacciones, funcionamos en virtud de nuestros objetivos políticos. A nivel nacional existe un sistema electoral que permite la doble vuelta; a nivel departamental no, para el nivel departamental optamos por el PdelaC, y lo reafirmamos. Y corremos el peligro, si nos confundimos –por eso quisimos clarificar–, de quedarnos sin el pan y sin la torta. Si no fortalecemos el PdelaC a nivel departamental, puede ser que el instrumento no sea útil en la elección que viene.

EC —¿Cómo observan el fenómeno Novick poselecciones departamentales? Es un hecho, ante todo, que le fue muy bien, en las departamentales fue el candidato más votado de los tres que llevó la Concertación. Tuvo 211.000 votos contra 104.000 del candidato blanco, Álvaro Garcé, y 15.800 del colorado Ricardo Rachetti. A partir de ese momento dijo “voy a seguir trabajando por ser intendente”, ese fue el primer anuncio que hizo. Pero después las cosas evolucionaron. Primero, no abandonó la actividad política y al mismo tiempo fue generando una movida que se extiende más allá de Montevideo, ha empezado a recorrer el interior. Y además en sus apariciones públicas no solo se ocupa de temas de Montevideo, sino que, al mismo tiempo, está en una polémica frecuente, constante, con el expresidente José Mujica, discutiendo temas nacionales. ¿Cómo ven ustedes esa estrategia?

JG —Yo no soy analista político. Usted quiere que yo hable de Novick y yo quiero hablar del PdelaC.

EC —Pero Novick lo está haciendo apoyado en el PdelaC.

JG —Usted tiene un instrumento, que es invitarlo a esta misma mesa, pero me pide a mí que opine sobre los demás dirigentes políticos. Yo opino sobre el PN, sobre nuestra actitud. Me parece que no está bien, porque si usted me invita para hablar de otra persona que me parece que hizo un gran aporte a la actividad política…

EC —Vuelvo a la crónica de Búsqueda del jueves pasado.

JG —Permítame cerrar, por favor, la frase. Pregúnteme sobre nuestra actitud política, no sobre lo que hacen los demás. Nuestra actitud política en el PN es decir: en estas horas hay muestras claras de que a nivel departamental nos falta mucho en el PdelaC.

EC —¿A qué alude?

JG —A todo este episodio del Fondo Capital, para demostrarle cómo es necesario clarificar los caminos para poder mantener el PdelaC como opción política para la elección departamental que viene. Hace cinco meses que asumió el intendente Martínez. La primera decisión importante es el fideicomiso, el Fondo Capital, que endeuda a los montevideanos por US$ 250 millones más. ¿Qué es lo que va a pasar? Según los mismos medios que usted leía recién, seguramente mañana ese fondo salga aprobado no solo por los votos del FA…

EC —Se necesitan 21 votos. El FA tiene 18, hay que agregar tres. El PN ya dijo no, se pronunció ayer por la negativa…

JG —Exacto. ¿Y cómo lo hizo el PN? Se reunieron sus sectores, el sector Todos, el sector Alianza Nacional, analizaron el tema, tomaron su decisión y después van al organismo partidario, a la comisión departamental y dicen: “Los cuatro ediles del PN votan en contra”. Un funcionamiento orgánico, analizable, orgánico.

¿Cuál es el problema? Mañana, según los medios que todos leemos, ese Fondo Capital puede salir aprobado con votos de ediles de la Concertación, en este caso de tres ediles que votaron al sector de Novick.

EC —Novick ya ha dicho que no avala esa conducta. Es más, ha señalado que quienes siendo de su agrupación voten en la Junta el Fondo Capital quedan desvinculados.

JG —Si hacemos un instrumento departamental y en la primera decisión ese instrumento se quiebra, ¿cómo podemos pensar en abrir ese instrumento a nivel nacional? Tanto no hemos podido organizarlo que dos o tres ediles que fueron elegidos con un discurso opositor ahora van a votar con el oficialismo en Montevideo. Eso es una muestra clara de cómo la actividad política es mucho más que una elección. Una organización política se reúne, analiza, funciona orgánicamente. Porque la cuestión no es votar, la cuestión es gobernar después. Y para gobernar se requiere más que el episodio electoral, se requieren funcionamientos orgánicos. El razonamiento efectista es juntémonos para ganar, pero el sistema electoral nacional tiene un instrumento, que es la doble vuelta, que permite juntarse. ¿Qué es juntarse? ¿Cómo va a hacer usted para juntar a todos aquellos que no votaron al FA cuando…?

EC —En el sector de Novick y el propio Novick hablan de la experiencia del FA, dicen: “Hagamos lo que hizo el general Seregni, lo que encabezó el general Seregni en el año 71”.

JG —¿Me permite hablar de lo que estoy hablando? Usted me quiere llevar a una cancha, me parece muy bien que quiera llevarme porque es el periodista, pero yo tengo derecho a dar la opinión desde nuestra visión política.

EC —Está bien, pero usted está aludiendo a planteos de Novick, aunque no lo menciona expresamente.

JG —No, no, no lo estoy aludiendo, estoy hablando de la opción del PN, que es mi partido. Quiero cerrar mi razonamiento, si me lo permite. ¿Cómo se puede juntar a nivel nacional a quienes no lo han querido a nivel departamental? ¿Hay una sola oposición en el país? No, hay diferentes partidos, hay muchos partidos en la oposición, que no son el oficialismo. Algunos con más peso electoral, otros con menos. El Partido Independiente (PI) es un partido de la oposición. El PI no quiso estar en el PdelaC a nivel departamental, tuvo la posibilidad y dijo legítimamente que no compartía ese camino. Entonces, ¿es real un camino de decir “juntémonos todos los que estamos en contra”? Cuando ya el PI no quiso estar a nivel departamental, ¿uno puede suponer que querría estar en una unidad de blancos y colorados a nivel nacional? Es mucho más complejo que decir “júntense todos”. Por eso es mucho más efectivo que los partidos tengan sus perfiles a nivel nacional y llegado al momento tengan la opción de tener un acuerdo para votar en la segunda vuelta.

***

EC —Usted decía “estamos acostumbrándonos a esta nueva herramienta”. Hace pocos días, en su columna de los domingos en el diario El País, Juan Martín Posadas, ex senador, dirigente de Por la Patria en su época, planteó un diagnóstico muy crudo a propósito de cómo se gestó el PdelaC y las decisiones que se tomaron en él. Hablaba de un “error de concepto”.

Como la Concertación era una alianza del PN y el PC, “lo lógico, lo que se desprendía de la idea original bien entendida”, era que ese nuevo lema “hubiese presentado dos candidatos, uno blanco y otro colorado. La elección funcionaría entonces como cotejo automático entre los dos socios autores de la alianza electoral y el que votaba mejor se ganaba el cargo (como sucedió durante años con la ley de lemas).

Pero alguno creyó mejorar el proyecto si en el Partido de la Concertación se creaba espacio para un tercer candidato, concebido o llamado independiente. El argumento para el tercer candidato era que así se abrían las puertas a aquellos montevideanos que no se sintieran atraídos o convencidos por el candidato blanco o el colorado. Esto se resolvió antes de tener los nombres de los candidatos (o cuando se suponía que serían otros).

Me resulta directamente incomprensible que dirigentes partidarios habiliten mecanismos para que la gente pueda evitar a los Partidos; generalmente se buscan formas de atraerlos a entrar, nunca a facilitar lo contrario. Muestran poca confianza en su Partido los que idearon facilidades para obviarlos.

¿Qué dice de un análisis así?

JG —Primero, que Juan Martín, que es un hombre muy inteligente, desafía al debate. Está bien bueno el análisis que hace. Insisto, creo que está muy bien el dar la capacidad, porque no todo el mundo es blanco o colorado, hay ciudadanos que perfectamente pueden tener una visión de cambiar sin tener un origen blanco o colorado. No hay que encasillar a los ciudadanos. Por eso el PdelaC a nivel departamental dio la opción de votar candidato un blanco, un candidato colorado o un candidato que no tenía una militancia activa, pese a su origen colorado, como Novick. Creo que eso es muy bueno.

EC —¿Para usted fue bueno?

JG —Muy bueno.

EC —Porque Posadas dice:

El supuesto atractivo del “outsider” se le puede ocurrir a cualquiera menos a los “insiders”, es decir a los dirigentes partidarios (so pena de convertirse en algo así como cornudos complacientes).

JG —Creo que es muy bueno que haya diferentes opciones electorales. Insisto, a nivel departamental, por eso la definición de la Concertación, lo que está en juego son tareas que básicamente hacen a la gestión de la ciudad, que no pasan por el tema ideológico. Levantar la basura, bachear las calles, iluminar, gestionar todo el sistema de movilidad. Eso es un tema de gestión pura. Eso permite, en un sistema electoral que no tiene segunda vuelta, unirnos personas que tenemos una visión de cambio. A nivel nacional esas sumas quizás resten, porque hay gente que no está dispuesta a eliminar todos los partidos y encerrarse en una opción electoral nueva. Las propias encuestas lo dicen.

Uno mira el ejemplo argentino –mañana asume Macri– y se pregunta: si hubieran tratado de meter en un mismo partido político, en un mismo lema, a todos los que votaron a Macri y a Massa, que básicamente los de Massa son peronistas, ¿mucha gente que votó a Massa porque el candidato era Massa habría votado a Macri? No, habrían dicho: “Yo no puedo votar a un candidato que no es peronista contra un peronista, que es mi partido”. Entonces votaron en una primera vuelta a Macri, a Massa, a Scioli, y en una segunda los votantes de Massa, a partir de un acuerdo político, votaron a Macri. Pero si se hubieran juntado antes, quizás mañana asumiera Scioli, no Macri. Eso pasó del otro lado del río.

No es lo mismo, no se puede decir “juntémonos”, pensando que dos, dos y dos da equis. A nivel departamental la opción se puede tomar, ese instrumento se puede usar, primero por una necesidad que impone el sistema electoral, porque no hay segunda vuelta, pero aparte porque las tareas son básicamente de gestión. Pero juntar gente para ponerla de acuerdo en la decisión de la política tributaria, educativa, industrial, exterior es muy difícil, es una tarea casi imposible. Sí se puede votando cada uno al partido de su opción y en una segunda vuelta hacer un acuerdo programático que permita, después de haber votado a su partido, votar una opción, balotaje de por medio.

EC —Me quedó sin redondear el análisis autocrítico, si es que lo hay, a propósito de la decisión de llevar un tercer candidato.

JG —No, yo creo que fue muy bueno.

EC —¿Para usted fue bueno?

JG —Se lo dije de entrada. Es muy bueno el análisis de Juan Martín, pero creo que fue muy buena la opción de tener un candidato blanco, un candidato colorado y otro más independiente.

EC —Porque él dice: “Fuese quien hubiese sido el tercer candidato y le hubiese ido bien o mal, el invento del tercer hombre fue un error de concepto y un error político, graves ambos”.

JG —Esa es la opinión de Juan Martín.

EC —Y yendo a los hechos dice: “En la práctica sucedió que el tercer candidato, imaginado casi como de relleno, resultó más votado que ningún otro”. ¿Cómo entra en el análisis ese factor, que haya sido el más votado?

JG —Para mí ratifica lo bueno que fue el instrumento a nivel departamental.

EC —Pero a partir de esa buena votación, ese nombre comienza a diseñar una estrategia que va más allá del departamento de Montevideo, que usted estaba cuestionando recién, con los argumentos que manejaba.

JG —Porque nos falta madurar mucho todavía, no hemos progresado en el tema de la Concertación en Montevideo. Y si tenemos dificultades en el instrumento en Montevideo, ¿cómo podemos plantearlo pensando en lo nacional? Mañana va a haber tres ediles de la Concertación, muy seguramente, que van a votar con el FA. Quiere decir que las cosas no están tan bien hechas.

EC —Entonces su mensaje es: el fenómeno Novick es interesante, pero debe concentrarse en Montevideo, debe desarrollar su potencial acá en la capital.

JG —No, no, no, cada uno decide qué hace. Espere un poquitito, después de los 18 años cada uno decide lo que hace. Yo le voy a decir lo que hace el PN. En el PN decidimos que vamos a hacer todo lo posible para fortalecer el instrumento departamental para ganar la Intendencia de Montevideo. ¿Con qué instrumento? Con el PdelaC. Esa es nuestra opinión positiva. Es legítimo que el PN tenga su opinión, que actuemos en virtud de lo que creemos mejor para Montevideo. Es legítimo, no se nos puede pedir que no hagamos lo que creemos que es lo mejor.

EC —¿Qué tipo de diálogo van a tener con Novick? Porque da la sensación de que está faltando intercambio allí.

JG —No personalice.

EC —Yo creo que el factor Novick es muy relevante en todo este tablero. Por eso le pregunto cómo van a manejar esa relación.

JG —No, yo le digo que no personalice [porque usted pregunta] cómo dialoga una persona con un partido. Todo el PdelaC, que integran el PC, el sector del espacio de Novick y el PN, tenemos notoriamente que mejorar, hacer madurar el instrumento que a la primera de cambio mostró que le falta madurez. Le repito que mañana seguramente va a haber tres ediles que salieron elegidos por una de las patas, con un discurso contra la Intendencia de Montevideo, que van a votar con el FA. Quiere decir que si en algunos sectores todavía no se pudo administrar el voto de la gente, mal podemos plantearnos un objetivo nacional.

EC —Hay quien entiende que una medida como esta que se tomó esta semana puede ser contraproducente, porque coloca a Novick como una víctima de dirigentes que quieren preservar una forma de hacer política que hasta ahora no ha sido del todo efectiva. Y además genera un roce fuerte con un líder emergente que puede resultar útil para cualquier esfuerzo común de los que quieren enfrentar al FA.

JG —Cuando uno tiene la voluntad de concertar, de encontrarse, uno parte de la buena fe de todos. Yo no presumo mala fe y espero que no se presuma mala fe del PN, porque si entre quienes se sientan alrededor de la mesa hay presunción de mala fe es imposible dar el paso siguiente. Hay que partir de la buena fe, de la legitimidad que tiene cada uno de los integrantes de ese acuerdo electoral que es la Concertación, y yo presumo –y no tengo por qué no– que hay buena fe en todos los integrantes, colorados, Novick y el PN. No se puede intentar concertar a partir de hablar mal del otro. ¿Por qué el PN no puede tener su opinión? Es legítimo tenerla, no se nos puede poner en la circunstancia de “si no se hace lo que yo quiero se está contra mí”. A ver, Emiliano, con usted en la entrevista tuvimos varios piques, y yo parto de que usted está haciendo bien las cosas, cumpliendo con su papel, yo no presumo que porque usted no está de acuerdo conmigo está contra mí. Usted cumple su función. El razonamiento al que se llega si se continúa lo que usted dijo recién es que cuando no se hace lo que uno quiere se está en contra. ¡No!

EC —¿Quién define el rumbo del PdelaC?

JG —Entre todos, porque es un acuerdo que tiene básicamente una pata blanca y una pata colorada. Que ayer las autoridades de la Concertación decidieran prácticamente por unanimidad –seis en siete o algo por el estilo– es todo un símbolo.

EC —Pero eran todos blancos y colorados…

JG —Porque el nacimiento fue así.

EC —… y ahora existe el factor Novick. ¿Cómo juega en esas decisiones?

JG —Pero el origen del PdelaC no se puede cambiar, y no se pueden cambiar las autoridades. Cuando venga la próxima elección podrá ser este partido o cualquiera puede presentarse para ser candidato formando un partido. No hay ningún impedimento para que, aparte de los partidos que ya tienen proyección nacional, haya otros que tengan la voluntad de presentarse y formarse como partidos. Nada lo impide, pero nosotros (el PN) tenemos la visión de que en la Concertación esta opción es departamental para Montevideo. Entre otras cosas, no podemos decirles a los 12 intendentes nacionalistas “ustedes no van a ser más blancos, tienen que inventar un partido para votar”.

EC —Mi pregunta era si, teniendo en cuenta el resultado que obtuvo Novick como candidato en Montevideo, no debería ser incorporado de alguna forma a la dirección del PdelaC.

JG —Los partidos tienen sus mecanismos internos. Podrá ser, no tiene por qué no ser así; de hecho, hay tres ediles que responden al PdelaC van a votar con el FA mañana. O respondían, no sé, pero fueron elegidos por ahí. Yo no veo ningún impedimento, absolutamente.

EC —Me llama la atención que parece haber poco diálogo entre los dirigentes blancos y colorados con Novick.

JG —No creo que sea así. Me parece que falta funcionamiento, hacer madurar el instrumento. Realmente ahí tenemos carencias, en hacer madurar el instrumento como instrumento político electoral para Montevideo. En el caso del PN sí tenemos un funcionamiento porque es un partido político, hay una trayectoria, una trazabilidad. Repito que hoy los cuatro ediles [del PN] van a votar negativo endeudar a los montevideanos, y para eso hubo reunión de los sectores, reunión de la comisión departamental y funcionamiento de la Carta Orgánica. Esa es la diferencia entre un funcionamiento partidario, en términos de un funcionamiento político, y una opción electoral. Porque el problema no es juntarse, el problema es que después hay que gobernar, y para gobernar hay que tener criterios y muchos kilómetros, mucho recorrido. En cuatro meses a nivel departamental, ante la primera decisión importante ya tenemos esto del Fondo Capital, imagínese si estuviéramos en el Gobierno nacional. Hay que ser muy serio en esto.

Video de la entrevista

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Transcripción: María Lila Ltaif

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