
EC —Usted se ha planteado la necesidad de realizar acuerdos programáticos dentro de la oposición. Ya empezó a trabajar el año pasado en esa dirección. ¿Qué logró? ¿Qué falta?
JL —Siempre que se habla se logran cosas que por supuesto hay que concluir. Lo que sostengo es que no se puede construir una alternativa superadora, que me parece que es lo que hay que construir, ante el agotamiento del modelo frentista, si no es impulsando desde ahora una agenda 2020, una agenda para el desarrollo del país que se pueda mostrar durante el 2019 de cara a todo el proceso electoral.
EC —Sobre todo está pensando en que haya una segunda vuelta FA-PN, por ejemplo, no terminar negociando los acuerdos programáticos de la oposición a último momento. Ese es el razonamiento.
JL —¿Qué credibilidad puede tener un acuerdo faltando 30 días para la instancia en que se elige el presidente? Terminan por no ser reconocidos. Entonces, como creo que ningún partido va a tener mayorías parlamentarias en primera vuelta, es necesario, es imprescindible que los partidos que quizás podamos tener la responsabilidad de transitar hacia esa segunda vuelta le podamos decir al país cómo vamos a gobernar, qué vamos a ofrecer y quién va a respaldar esa propuesta. Eso va a valer para el PN y va a valer para el Frente. A mí me criticaron mucho cuando dije que el Frente estaba pronto para perder, pero que había que preparar al partido y a la oposición para gobernar.
EC —Lo criticaron desde dentro de su partido.
JL —Sí, sí, sí, yo banco, estoy acostumbrado a eso, no me asusta, la crítica forma parte de la democracia misma. Pero me parece que es imprescindible, con diálogo, mantener contactos. Y el PN debería liderar, no por una expresión soberbia de decir “el partido debe liderar”, sino porque hoy tiene la responsabilidad de ser el principal partido de la oposición.
EC —¿Y todo el partido está de acuerdo? Porque su razonamiento es muy válido, pero usted es uno de los posibles candidatos presidenciales del PN. Aparte está nada menos que Lacalle Pou.
JL —Lo he conversado con el doctor Lacalle Pou y creo que es una línea que tiene una razonabilidad evidente.
EC —Pero ¿la otra corriente del PN participa, va a participar también junto con usted en la búsqueda de estos acuerdos con la oposición?
JL —Por supuesto que si hablo hacia fuera voy a hablar con mis compañeros hacia dentro.
EC —Pero en principio es una gestión que lleva adelante usted.
JL —Como dirigente político tengo el derecho de llevar adelante instancias que contribuyan a un objetivo que es superior a mi persona y a mi partido, que es el objetivo de… siempre he impulsado entendimientos. Recuerde cuando en la Torre Ejecutiva firmamos el Acuerdo Nacional por la Educación en febrero de 2012 con todos los partidos políticos, que después se incumplió y llevó a la interpelación nuestra al ministro de Educación, Ehrlich. Me parece que es importante que eso sea liderado por el PN y hablar con el Partido Colorado (PC), con el Partido de la Gente, con el Partido Independiente, con el diputado Gonzalo Mujica, que va a seguir siendo un referente, que va a renunciar en los próximos tiempos a su banca y va a recorrer el país. Yo he conversado con él, él insiste en esa línea y me parece tremendamente positivo que lo haga, porque avala un proceso de esa magnitud.
Creo que tenemos que tener una mirada en perspectiva hacia el futuro, mirar hacia el porvenir y tener cinco o seis bases de entendimiento fundamentales para lograr que la gente crea en un modelo sucesorio después de la elección. Primero una elección y después hacia la elección. Esto es central, no podemos andar en vías paralelas sin juntarnos. Y esto no significa estar entreverados, no significa desperfilarnos, significa que el partido sea el partido y que los otros partidos mantengan obviamente sus rasgos peculiares. El problema es que no se puede tomar distancia de la responsabilidad de impulsar un proyecto que haga que la democracia como sistema permita mejorar las cosas.
EC —Desde el punto de vista de ese planteo, ¿cómo observa el desenlace que tuvo la votación de la Rendición de Cuentas en la Cámara de Diputados? Varios de los análisis que se han hecho dicen que la oposición perdió una oportunidad de bloquear o de incidir de manera más fuerte en el enfoque de ese proyecto de ley, teniendo en cuenta que el FA se había quedado sin el voto 50, que no tenía a Gonzalo Mujica.
JL —Sí, es posible que haya existido algún tipo de situaciones como la que describe.
EC —El FA se las ingenió para sacar adelante los temas principales que tenía que votar. El artículo 15 lo arregló con Fernando Amado del PC y los nuevos impuestos los arregló con el diputado de Unidad Popular, y salió.
JL —Una rendición de cuentas en el marco de un gobierno que prometió sacudir las raíces de los árboles y quedó en el chamuyo. Han estado chamuyando permanentemente sobre todos los temas y no han existido, por lo menos en este segundo gobierno, cambios importantes y trascendentes. Puede existir cierta comparación, pero le estoy hablando sobre lo macro de una visión de país hacia una próxima contienda electoral en la que proyectemos al Uruguay en una perspectiva en que tenemos que blindar políticamente la educación, la política internacional y algunos otros temas que le hagan bien a la sociedad uruguaya, y terminar con el chacrismo y . el individualismo que no nos deja mirar el país en un sentido de construcción nacional.
EC —Le mencionaba el episodio de la Rendición de Cuentas en diputados porque a partir de él el FA puede decir: “¿Vieron? Somos capaces de gobernar sin tener mayoría parlamentaria, eso que se nos endilgó tantas veces, incluso en la última campaña electoral. Acá hemos probado que podemos negociar y tenemos la capacidad de generar entendimientos”.
JL —¡Pero no han probado nada! ¿Por un votito que lograron para una esmirriada rendición de cuentas se puede decir que es una demostración de poder gobernar? ¡Por favor! Lo que han demostrado en 12 años es que se han encerrado, parapetado en su mayoría parlamentaria y han desconocido al 50 % del resto del Uruguay.
EC —Por otro lado, a los efectos de la búsqueda de esos acuerdos que usted impulsa, también aparecen por lo menos algunos obstáculos o riesgos. Por ejemplo, ¿ve viable acordar con el PC, teniendo en cuenta la actitud del diputado Fernando Amado, que ha dicho que el PC debe dejar de ser el furgón de cola del PN?
JL —No me voy a meter en las decisiones del PC, eso es un problema del PC y serán definiciones del PC. No creo que el PC haya sido o sea furgón de cola del PN. Es un partido respetable como todos los partidos en el Uruguay. Por lo menos desde el PN no podemos ni debemos mirar esa realidad en esos términos.









