
EC —Detengámonos en la bicisenda, que es quizás lo más llamativo de todo, lo que más comentarios ha generado. ¿Por qué fueron por esa solución de colocarla en el centro de 18 de Julio?
RM —Porque es lo más seguro, es lo que mejor protege a los ciclistas, es lo más eficiente desde muchos puntos de vista.
EC —¿Por qué no contra las veredas?
RM —Cuando uno la tira contra las veredas, pegado al cordón, suceden dos cosas que son muy peligrosas. La primera es que cuando uno tiene 5.000 peatones por hora circulando en un espacio estrecho la tendencia es a bajar a la calle y caminar por la bicisenda. Eso lo vemos en todos lados, lo vemos en la rambla, donde hay bicisendas que nadie respeta. El peatón no respeta la bicisenda, eso es un peligro, porque aparte la bicicleta no se escucha, entonces viene la bicicleta por la espalda, la persona baja a la calle y se llevan puestos uno al otro. Pero además algo mucho peor todavía, que es que si la bicisenda va pegada al cordón, en una parada de ómnibus, cuando la gente se va a subir al ómnibus, atraviesa la bicisenda, donde hay paradas las bicisendas estarían permanentemente interrumpidas. Por lo tanto esa no es una solución.
RC —O el ómnibus invade la bicisenda para acercarse.
RM —O el ómnibus para acercarse invade la bicisenda. Por lo que hemos hablado con los expertos y por las cosas que se ven en el mundo y lo que dicen las propias asociaciones de ciclistas no es una buena solución.
EC —Se maneja, y está en algunos de los mensajes de los oyentes y en las intervenciones en La Mesa, el riesgo para los ciclistas de estar en varios momentos en el medio de un tubo, con ómnibus de un lado, ómnibus del otro y la posibilidad de que haya roces, etcétera.
RM —Ese tubo tiene 3 metros de ancho, no es un tubo estrecho. Para una bicicleta, 3 metros de ancho, 2,80, es un espacio más que suficiente para sentirse cómodo y no sentirse apretado. Las calzadas para los ómnibus también son amplias, no es que entra justo un ómnibus, sino que no tiene por qué estar pegado, va a haber una distancia importante.
Además no estamos hablando de ómnibus que van a estar pasándose unos a otros y por lo tanto cambiando de senda. El ómnibus va siempre en línea recta entre dos límites, que están marcados, no es que haya una pintura en el piso, hay esos toquitos y elementos verticales que separan físicamente. Al tener un ómnibus que va en línea recta y una bicicleta que va en línea recta y con separaciones físicas y espacios suficientes, la experiencia en el mundo muestra que eso es algo de lo más seguro.
EC —¿Y cómo hace el ciclista si quiere doblar, si va por 18 de Julio y necesita doblar a la derecha en una de las perpendiculares?
RM —En los dos sentidos. Eso también está muy estudiado y la respuesta es bien sencilla. Yo voy en bicicleta por 18 de Julio y cuando la luz está verde sigo de largo, pero cuando quiero salir hacia la derecha o la izquierda, para no cruzarme con el ómnibus espero en la esquina a que se ponga en rojo en 18 de Julio. En el momento en que se pone en rojo, los ómnibus enfrente de mí paran, y en ese momento tomo la faja de los peatones que vienen cruzando 18 de Julio.
EC —¿Me tengo que bajar de la bicicleta?
RM —No necesariamente, supongo que dependerá del flujo de personas que vengan. Doblo a la derecha o a la izquierda, ni siquiera tengo que meterme en la faja de autos que van cruzando en ese momento, sino que me meto en los 5 o 6 metros que en toda esquina están reservados para que crucen los peatones.
RC —¿Y cómo hacemos para evitar que esos 6 metros sean invadidos por los ómnibus, que hasta al día de hoy no han logrado que respeten esa línea más gorda?
RM —Tienen que parar en la línea gorda, efectivamente. Pero ese problema no es solamente de la bicicleta que quiere cruzar, es un problema de los peatones. Hablemos de otro tema en todo caso, si los conductores o los que manejamos por Montevideo respetamos o no la línea gorda blanca donde hay que parar para respetar el espacio para los peatones. Cuando el semáforo se pone en rojo y se frenan los ómnibus, en ese momento tengo luz verde para cruzar y voy junto con el flujo que va cruzando.
EC —¿Qué ocurrirá con el tránsito en las perpendiculares a 18 de Julio?
RM —En principio no estamos proponiendo ninguna transformación.
EC —Seguiría siendo como hoy, podrían circular por esas perpendiculares los mismos vehículos que hoy.
RM —Sí, por supuesto. Lo que sí estamos previendo, seguramente no en esta primera etapa, no lo tenemos totalmente resuelto, es hacer algo como lo que se está haciendo en la Ciudad Vieja, aceras rebasables. Eso quiere decir subir el nivel de la vereda en el cruce de la calle transversal, de forma que quien va caminando por 18 de Julio no tenga que bajar a la calle y volver a subir, sino que tenga una especie de super lomo de burro, en un plano horizontal, lo cual también da una sensación de dónde están las prioridades.
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