Entrevista con el senador José Mujica (MPP, FA).
EN PERSPECTIVA
Viernes 12.02.2016, hora 8.15
EMILIANO COTELO (EC) —José Mujica volvió al ruedo político en estos días. Después de algunas semanas casi al margen de la agenda, entre otras cosas por una visita de 10 días a La Habana, reapareció pisando fuerte. Lo hizo, fiel a su estilo, con planteos polémicos e involucrándose en debates duros con propios y ajenos.
El ejemplo más llamativo fue el cruce que tuvo con Esteban Valenti respecto a la existencia o no de operaciones políticas dentro del oficialismo para hundir una eventual candidatura de Raúl Sendic. Pero además hizo propio un pedido de la Asociación Nacional de Productores de Leche para que el Poder Ejecutivo adelante el pago del dinero adeudado por Venezuela por las exportaciones de lácteos, una propuesta que generó el rechazo inmediato de un asesor del Ministerio de Economía, Martín Vallcorba.
¿Cómo observa estas horas, que son de definiciones dentro del Frente Amplio (FA) a propósito de Ancap? ¿Y cómo viene este año político, el segundo del Gobierno de Tabaré Vázquez?
Vamos a charlar de estos y otros temas con el senador José Mujica.
No ha salido de su chacra en esta semana de Carnaval…
JOSÉ MUJICA (JM) —No, en absoluto. Ayer tuve que ir al velorio de un viejo militante sindical que se fue, y alguna vueltita, pero nada más.
EC —Se quedó en la chacra, pero desde allí ha hecho varios comentarios. ¿Por qué esta presencia suya en los medios?
JM —No tanto. Me parece que los medios andaban faltos de… y cayeron por la chacra dos o tres veces, sabiendo que estaba.
EC —Pero usted podía no haber hablado.
JM —En realidad hablé muy poco, lo que pasa es que hizo mucho ruido.
EC —Vayamos a algunos temas sobre los que quería consultarlo. Durante el año pasado, en los diez primeros meses de Gobierno de Tabaré Vázquez, quedó instalada la sensación de que usted y el presidente se miraban de reojo todo el tiempo y que el MPP (Movimiento de Participación Popular), que tiene la bancada más importante dentro del FA, le complicaba las cosas al Poder Ejecutivo, como que había una pulseada permanente. Para enredar más esa visión, usted y Vázquez no tenían mucho diálogo. ¿Fue así en la realidad, visto de su lado?
JM —No, creo que hay demasiado analista. Esto es como los comentaristas de fútbol, hay una inflación de análisis y porque uno no se ve se saca una conclusión. En realidad no me veía porque no me tenía que ver, pero cuando las papas quemaron, que por ejemplo hubo que decidir una cosa importante, grosa, el presupuesto, estuvimos respaldando al Gobierno en todo lo fundamental. Tal vez tenemos que cultivar más la relación social a los efectos de que quede la sensación de que estamos ahí.
EC —Hubo situaciones que llamaron mucho la atención. Ayer el semanario Búsqueda lo anotaba: evitaron cruzarse cuando coincidieron en viajes fuera del país, primero en Brasil durante una cumbre del Mercosur en julio y más tarde en noviembre, durante la visita oficial de Vázquez a París, en Francia. ¿Entonces?
JM —Sí, yo tenía una agenda hecha hacía muchísimo rato, no la podía mover y no podía disponer ni siquiera de un día. Eso es pura casualidad. Además, para apoyar no hay que andar de la manito. Acá somos seres adultos, no hay que andar importunando al presidente, que bastante lío tiene. Ahora, cuando el Gobierno precisa, sí. Es lo que me parece que tenemos que hacer, porque el país necesita un Gobierno que funcione y que funcione lo mejor posible, sobre todo por ese margen enorme de incertidumbre internacional que nos cambia cosas fundamental fuera de nuestra voluntad. Lo único que tenemos es tratar de navegar en el frente interno, porque lo otro está bastante encrespado.
EC —Justamente, el frente interno del propio FA, del propio partido de Gobierno, ha estado movido, quizás demasiado movido, todo el año pasado y en el comienzo de este. Supongo que no es la mejor situación para un Gobierno que tiene que manejar por ejemplo ese contexto externo que mencionaba.
JM —Sí, hubo algunas realidades internas que impusieron esa situación, pero no estamos dispuestos a seguir en ese camino, porque sería perjudicar al país. Por lo menos de nuestra parte. Uno puede equivocarse sin intención, pero la intención es lo contrario, es que el país funcione.
EC —Ayer Búsqueda informó que usted y Vázquez mantuvieron a fin de año una reunión muy distendida, luego de la cual quedó afirmada una nueva etapa en la relación entre ambos. Dice: “No son amigos y nunca lo serán. Repiten una y otra vez a los que quieran escuchar las diferencias que los separan y que imposibilitan esa relación más íntima. Pero ahora vuelven a ser algo mucho más significativo desde el punto de vista político: aliados”. ¿Es correcto esto?
JM —Eh… [la nota] tiene un poco de imaginación, excesiva imaginación. Mi preocupación política es que el Gobierno funcione lo mejor posible. Yo no estoy para hacerle sombra a nadie ni para disputarle, estoy en una etapa de la vida en que tengo que cumplir mi papel lento de veterano que se va apagando. Tengo que acompañar a la naturaleza. Entonces que no me vengan a escorchar con el honor y todo lo demás, hasta acá hemos llegado. Lo que puedo hacer tratar de ayudar a este Gobierno para que venga una transición en el Frente, nuevas caras, nuevos rostros, nuevas esperanzas, como debe ser. No puedo asumir otra actitud. Ese es el camino que me he trazado, como tal voy a respaldar al Gobierno en todo lo que pueda.
…Y a veces ser portavoz, por ejemplo en el caso de los tamberos, en el caso del complejo lácteo, al cual conozco y al cual me unen hondos aspectos. El grueso en materia de números de los tambos es agricultura familiar, la mitad de la tierra es arrendada, ser tambero es una epopeya. Sé el valor que tiene eso, no se puede sustituir, no se inventa y si se rompe ese eslabón se pierde lo principal, por eso les presté oído a las gremiales. La propuesta que esbozamos no es otra cosa que una línea general surgida de la iniciativa de las gremiales. No es un invento mío, yo apenas soy una polea que trasmite. El Gobierno tendrá que ir definiendo y espero que decida lo mejor. Tiene mi apoyo.
