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Entrevista central, viernes 13 de mayo: José Pedro Ibargoyen

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EC —Esa es una realidad relativamente nueva, ¿desde cuándo el Sanatorio Americano está ligado de esta forma a FEMI?

JPI —El Sanatorio Americano se adquirió en el año 1993.

EC —Por eso digo, hace veintipocos años.

JPI —Pero además tuvo toda una etapa de financiación y crecimiento. Podemos decir que en los últimos diez años se ha consolidado como un centro de referencia, ha podido desarrollar muchas de estas técnicas de alta tecnología que no se pueden hacer en el interior por un tema de escala.

EC —Sigamos hablando del interior y de Montevideo en cuanto a la atención médica. Un estudio que FEMI realizó en el año 2014 indicaba que en el interior, en ese momento, había un déficit de 512 especialistas médicos. ¿Cómo ha ido evolucionando ese número?, ¿ha mejorado?

JPI —Ha mejorado en algunas áreas. Le estamos pidiendo a nuestra Comisión de Gestión, que es la encargada de hacer este tipo de relevamientos, que realice una actualización. Se ha hecho un esfuerzo grande para poder acercar al interior a más profesionales, especialistas en particular, y en la gestión de esos recursos de manera que puedan cubrir distintas instituciones u organizaciones de una misma región. Esa ha sido una manera que hemos encontrado los médicos del interior para optimizar esta carencia de recursos humanos. Existe un límite, que es el de la capacidad de formación de la escuela de graduados, de las cátedras. Hasta tanto eso no se resuelva…

EC —¿Es el único límite o también están jugando otros factores?, no sé, la retribución, la pereza por irse a vivir al interior, etcétera.

JPI —Hay una encuesta muy interesante que fue realizada por la Sociedad de Anestesiología a estudiantes de último grado y médicos recién recibidos en Facultad de Medicina. Se trata sobre qué limitantes veían para radicarse en el interior, porque este es un problema y anestesia es una de las especialidades [problemáticas]. Lo que surge, en primer lugar, es [el temor por el] alejamiento de la academia. Dicen los estudiantes avanzados o los médicos recién recibidos que el temor de irse al interior es volverse burros…

EC —Volverse burros, o sea, aquel prejuicio del año 1966.

JPI —Exactamente, sigue existiendo, ven como un temor el alejamiento de la academia. [También] el trabajar solo: los médicos en nuestra formación trabajamos mucho en equipo, con jerarquías bien definidas en los grados docentes y demás. Muchos de los jóvenes tienen la visión de que esa situación no se puede dar en el interior.

La retribución, la parte económica, sí pesa, pero entra recién en el cuarto lugar. Nosotros hemos analizado datos del Ministerio de Salud Pública que determinan claramente que los promedios salariales de los médicos son mayores en el interior que en Montevideo. Si bien desarrollan una mayor carga horaria, lo hacen en una sola institución y tienen niveles salariales mayores.
En este festejo de los 50 años nos hemos dedicado a revertir aquellas situaciones en las cuales realmente existe el alejamiento de la academia y no existe el trabajo en equipo, pero también a destacar aquellas situaciones en las cuales eso no es así.

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