
EC —Justamente, Uruguay no figura hoy como un país con grandes problemas de corrupción. De hecho se divulgó hace poco, en marzo de este año, el Informe Anual de Transparencia Internacional y en él nuestro país se encuentra muy bien posicionado, como el menos corrupto de América Latina, en una medición que se hizo el año pasado. Un estudio que se basa en la percepción que expertos del ámbito privado tienen a propósito de la corrupción en el ámbito público. Entonces, por ahora, parece que no estamos en esa situación inquietante que usted está manejando con respecto a otros países.
GM —Creo que un gesto como el mío puede contribuir a que sigamos estando bien, en una cosa además en la cual no hay por qué mantener reserva si uno no tiene nada que esconder. Porque por otro lado, más allá de las mediciones externas, está lo que uno percibe cuando habla con la gente.
EC —¿Qué percibe usted?
GM —Percibo que la gente tiene un gran desconocimiento y una gran desconfianza. Me he encontrado con gente que cree que los políticos tenemos un sistema de jubilaciones especiales. Ahora, y gente educada además. “Ah, claro, vos te jubilás…”, “No, me jubilo igual que vos”, le tengo que explicar. Creen que tenemos no sé qué. Y reitero, si aparece el tema de “sería bueno que haya una ley para que los políticos digan lo que tienen”, no hace falta ley, yo digo lo que tengo y lo pongo ahí. Lo colgué en la página web del Parlamento, me costó una enormidad.
EC —Le costó, ¿en qué sentido?
GM —Me costó porque esas burocracias son terribles, tuve que hablar hasta con el presidente de la Cámara, Gerardo Amarilla, decirle “quiero hacer esto, estoy hace dos semanas tratando de que me cuelguen esto en la página”. Sacar las declaraciones juradas de la Juntep me llevó dos horas y colgarlas en la página web me llevó dos semanas.
EC —Pero ¿a qué se debió esa demora en el propio Parlamento, a temas técnicos o a temas de procedimiento, de normativa?
GM —A temas técnicos, no se podía, no se podía, pasó una semana y seguía sin poderse, hasta que hablé con el presidente de la Cámara y se pudo en dos días.
ROMINA ANDRIOLI (RA) —El hecho de que usted esté planteando este tema puede llevar a pensar que tiene conocimiento de alguna actividad que pueda ser considerada corrupción y que aún no ha salido a luz. De hecho usted en algunas entrevistas, en algunas apariciones públicas, ha manifestado que tiene “algunas dudas”. ¿Es así?
GM —Yo manifesté dudas y sospechas sobre un tema en particular, que es el manejo del Fondes (Fondo de Desarrollo) en el gobierno anterior.
RA —¿Por qué le genera dudas?
GM —Porque me llama poderosamente la atención que todo el dinero prestado ahora nos enteremos de que hay que tirar a pérdida en el balance 2015 prácticamente US$ 50 millones de US$ 90 que se prestaron. Según cuentas mías, a grandes rasgos. Yo también tengo mis dudas y mi inquietud, quiero saber cómo se informaron esos proyectos, quién los informó; quiero saber cómo se concedieron esos préstamos, cómo se vio la factibilidad de esos emprendimientos.
Además tengo interés por una cosa muy particular y muy específica: yo defendí en cámara, yo presenté el informe de la ley por la cual se creaba el Fondes, yo fui el miembro informante, yo lo defendí frente a la oposición. Y defendí que el Fondes fuera dedicado en particular a empresa de lo que se llama la economía social. Si unos años después me entero de que ese instrumento, que creo que es un instrumento formidable en sí mismo, se maneja de una forma tal que la nueva administración tiene que tirar a pérdida el 40 %, el 50 % o el 60 % de lo prestado… por ahora, porque quiero saber si el resto de lo que ya no se tiró a pérdida qué va a pasar, quién lo devuelve. Me preocupa muchísimo todo eso. No lo vinculo directamente a la publicación de mis declaraciones juradas, pero cuando lo dije me refería a eso y lo sostengo. Claro que tengo una gran inquietud al respecto, creo que todos los uruguayos deberíamos tenerla. Además la importancia del Fondes es muy grande. Cuando se discutió a principios de este gobierno, el año pasado, la institucionalización del Fondes, porque hasta entonces no tenía un instituto que lo gobernara, yo planteé la posibilidad de empezar a crear un banco de desarrollo fondeado con los recursos de las utilidades del banco comercial que tiene el país, que es el Banco República. Creo que además el banco de desarrollo es uno de los elementos que nos están faltando para que esta ley de participación público-privada tenga otro tipo de funcionamiento. Porque sin banco de desarrollo el problema que tenemos es que el estudio de los proyectos y la forma de participar que les ofrecemos al mercado de capitales y en particular a las AFAP en los proyectos, los pone ante una situación que no saben manejar, no pueden manejar. En cambio si hubiera un banco que estudia y arma los proyectos, los califica y emite los títulos de deuda con respecto a ellos, lo que la AFAP tiene que hacer simplemente es incorporar en su portafolio nuevos títulos, y no estar asociándose en la gestión de un proyecto, de una carretera, de una cárcel o de lo que sea, que es totalmente extraño al fin de la AFAP. Entonces para mí el Fondes tiene tanta importancia, tiene tantas proyecciones posibles, que se lo haya usado de esa manera me llama poderosamente la atención.









