
EC —Está bien, pero para usted, ¿quiénes deberían transparentar toda la información?
GM —Por lo menos todos los que tenemos responsabilidad política en el gobierno, me parece que sería muy bueno que la población ese tema lo descartara, dijera “acá nadie se está enriqueciendo con el manejo de la cosa pública, aunque yo esté totalmente en desacuerdo en cómo lo manejan”. Eso es otra discusión, es una discusión política, “yo quiero este ajuste, tú querés este otro”. Yo escuché su editorial, e indudablemente hay mucha cosa para discutir en temas de cómo hemos manejado la economía del país. No creo que hayamos hecho cosas perfectas, creo que hicimos muchas cosas buenas, hay otras que han quedado fuera de tiempo y los ajustes nunca son buenos. No hay ningún ajuste perfecto, lo perfecto es no tener que ajustar, pero cuando uno tiene que arreglar las cuentas fiscales, hay distintos modelos. Ahora la oposición empezó a plantear otros posibles ajustes, pero esos otros posibles ajustes también tienen efectos negativos, no hay ningún ajuste que resuelva todo y no cree ningún problema.
EC —Por eso, la cuestión en todo caso era no llegar a esa situación.
GM —Claro, pero esas son discusiones de política. Entonces me parece que tenemos que preservar esto que tenemos en Uruguay, es decir, discutimos de política, la probidad del sistema político no está en discusión, está por fuera.
EC —Ubiquémoslo a usted políticamente.
RA —Usted fue elegido diputado en tres ocasiones por la lista del Espacio 609, sin embargo en mayo del año pasado decidió salir del grupo de aliados del MPP y comenzó a coordinar con la bancada de Asamblea Uruguay.
GM —Es así.
RA —¿Cómo procesó este cambio?
GM —Por fidelidad a la línea económica. Yo trabajé todos estos años, hasta el día de hoy, en la Comisión de Hacienda, he trabajado siempre mano a mano con el equipo económico, en los tres gobiernos, porque ha sido siempre el mismo. Y cuando comienza este gobierno encuentro que la bancada de la 609 –yo nunca fui del MPP, Semper fi un aliado, soy independiente, he tenido alianzas– empieza a plantear una línea política divergente de la del gobierno. Empieza a plantear la necesidad de retocar la ley de inversiones, de eliminar las zonas francas, de aumentar el IRAE a las empresas, en fin, una línea económica distinta, diferenciada. Y yo me empiezo a distanciar, a distanciar, a distanciar, hasta que llega un momento que digo: si voy a defender la misma línea económica que siempre defendí, que es la que dirige el equipo que maneja Astori, no puedo estar todo el tiempo en contradicción con mi propia bancada, que habrá variado de discurso político sobre economía por las razones que ellos quieran, y serán legítimas, pero no son las mías. Por lo tanto me abro. Me fui en mayo y recién a fin de año, en diciembre, arreglé la coordinación con Astori.









