
EC —Eso no quiere decir que usted se incorpore a Asamblea Uruguay
GM —No, no soy de Asamblea Uruguay, soy independiente, tengo una coordinación con ellos en un ámbito que ellos llaman el Espacio 21, donde coordinamos el accionar parlamentario, la bancada, etcétera.
EC —En el Espacio 609 su decisión no cayó muy bien.
RA —Concretamente, a propósito de algunas afirmaciones que usted ha hecho en el último tiempo –las que ha planteado acá–, un poco llamando la atención sobre lo que era la línea del oficialismo, cuestionó, entre otras cosas, sus dudas sobre el Fondes, y allí el senador Ernesto Agazzi, por ejemplo, dijo al diario La República que le llama la atención que “estos locos salen a criticar al Frente Ampao después que salen legisladores, antes de eso no criticaban nunca”. Y sostuvo que lo que está haciendo es bastante reñido con la ética”. ¿Qué o pina de ese planteo?
GM —A Agazzi le tengo aprecio, trabajé cerca de él en la Mesa Política del FA. En primer lugar, yo salgo a hablar del Fondes cuando nos enteramos de lo que pasó con el Fondes, no es que salgo ahora y me callé antes. Supimos esto cuando Gustavo Bernini, que es el actual director de Inacoop, anuncia que va a pasar a pérdida US$ 50 millones. Entonces, ¿cuándo salgo a hablar del tema? ¿Y cuándo había que salir?
En segundo lugar, el tema de la ética… ellos se sienten dueños de la ética, ellos son dueños de la moral revolucionaria.
EC —¿Quiénes son ellos?
GM —Ellos, los tupamaros, los del MPP. Ante todo planteo de diferenciación política, porque fíjese que Agazzi en todo eso que declara no dice una palabra de lo que yo digo, habla de mí. ES una forma de discutir muy típica de la izquierda uruguaya. Tú salís a decir algo que no gusta, entonces si decís eso sos tal cosa, pero no se discute eso que decís. Es una cosa que le ha pasado mucho al Tano Valenti, que ustedes lo tienen en sus tertulias. Yo no coordino con el Tano, no hablamos, nos cruzamos una vez por año, pero lo conozco de toda la vida. Una de las cosas que yo decía era: a Valenti lo critican siempre a él, pero lo que Valenti dice, que es lo que a mí me importa, en el fondo, políticamente, nadie se cruza en eso. Acá pasa lo mismo.
RA —¿Cómo está siendo el relacionamiento con sus colegas, teniendo en cuenta esas diferencias que está marcando?
GM —En lo personal es bueno. El 6 de junio cumplí 60 años y empecé a los 11 años, entré a primero de liceo en el 68, me eligieron delegado de clase y a partir de ahí hice política todos los años de mi vida sin parar. Estuve clandestino, estuve preso, fui comunista, fundé La Huella con Pérez Aguirre, viví dos años allí… hace cuarenta y pico de años, casi cincuenta años que hago política. Y una de las cosas que uno aprende en este oficio es que hay que separar lo político de lo personal, y yo con mis compañeros de bancada, con todos los de la 609, me llevo bien. Converso, me saludan. Y yo no salgo después en la prensa a decir que no tienen ética, no tienen moral, yo doy posiciones políticas.









