
RA —¿Se hace acá?
JO —Claro, de acá para allá, de hermano a hermano o de padre a hijo, no se puede hacer de primo a primo. Eso cambió, es reciente, hace un tiempo se podía tramitar la visa de un conocido. Fue como me trajeron mis padres.
RA —Llevás casi cinco años e Uruguay.
JO —Sí, el 7 de marzo va a hacer cinco años.
DS —Nos contabas antes de arrancar la entrevista que te dicen el Cuba.
JO —Me dicen Cuba, en mi trabajo me dicen Cuba, muy pocos me dicen mi nombre. Si me dicen mi nombre, agarrate porque algo hice mal.
RA —Has perdido un poquito el acento, ¿no?
JO —Claro, como soy el único extranjero en mi trabajo, tengo que acomodarme al lenguaje, a un dialecto más fluido, porque nosotros más bien hablamos rápido.
RA —¿E qué trabajás?
JO —Trabajo en Schandy, el grupo Schandy pertenece a un grupo de exportación e importación de contenedores, en logística, y ahí hago el control de salida, el gate. Ver el estado del contenedor, que esté apto para la mercadería que se le vaya a cargar, sea carne, arroz, lo que sea.
RA —Tú llegaste en otras condiciones, no tuviste que pasar por Guyana y atravesar Brasil tratando con tratantes de personas.
JO —Lo escucho y es bravo, es muy complicado.
RA —En tu caso fue el contacto con otra persona.
JO —Con otra persona que ayudó a mi padre, a través de esa persona mi padre me pudo poner una carta de invitación y a raíz de eso pude hacer el trámite del visado en Cuba, que antes demoraba 30, 40 días hábiles y hoy en día dura de 60 a 90 días.









